¿Y si te robo un beso?

Capítulo 15. No te contengas.

—¿Lia me estás escuchando?— me preguntó Nicolas sacándome de mis pensamientos. Dejé de fruncí el ceño y suspiré. 

—Perdón, no. Estaba pensando en otra cosa...

Asiente mirándome como si estuviera pensando en que decir. No había estado escuchando. No podía dejar de pensar en por qué Zachariah miró así a Nicolas... Una idea se me había pasado por la mente... pero no, era imposible... ¿Podría estar celoso? No, no, no. Sólo estaba molesto porque nos interrumpieron mientras hablábamos un tema importante. Sí, eso...

—¡Lia! Aún no me estás escuchando. ¿Te sientes bien?— dijo Nicolas sacándome de mis pensamiento nuevamente. Demonios, lo estaba ignorando.

—No, lo siento, estoy bien... Sólo necesito ir al baño— le dije antes de marcharme y dejándolo con la boca abierta como si fuera a decir algo. 

Me estaba comportando como una paranoica. Mientras me dirigía hacia el baño me di cuenta que había poca gente a mi alrededor y fruncí el ceño. ¿Dónde estaba todo el mundo? Una mano agarró mi brazo. 

—Espera, Lia, escúchame— dijo tranquilamente Nicolas. 

—¿Dónde está todo el mundo?— miré la hora en mi teléfono no eran ni pasadas las diez— Aún es temprano...

—Eso intentaba explicarte— me cortó. Suspiró cansado.— Se fueron a una fiesta a varias manzanas de aquí. ¿Vienes?

—¿Se fueron?— pregunté extrañada.

Asiente.—Parece que alguien se enteró que una banda tocaría allí y todos se fueron para allá incluidos Nare y Franco.

—Oh, bueno... vamos— asentí tomando la mano que me extendía.

Nos dirigimos al coche de tía Elena (seguro vino en él) y marchamos para la fiesta. Allí había mucha gente y buena música. Al entrar vi cómo la mayoría se amontonaba cerca de un escenario improvisado y empecé a ver caras conocidas en la multitud. No entendía cómo de normal era salirse de una fiesta para ir a otra. 

Este lugar era bastante grande y la fiesta era al aire libre. Había muchísima gente desconocida...

—¡Mira! Allá están mis amigos— comentó Nicolas llevándome hacia un costado de la fiesta. Fruncí el ceño mientras lo seguía.

—¿Tus amigos?

Sonrió y asintió.— Los de siempre, tú sabes, Jeff, Tom...

—Oh, claro— me había olvidado por completo de ellos. No recordaba ni sus caras.

Nos íbamos acercando a un pequeño grupo de chicos bebiendo algo desde vasos descartables.

—¿Cómo van, chicos?— preguntó Nicolas chocándoles las manos a cada uno. Eran cuatro. Los saludé con la mano.

—¿Quién es esta belleza?— preguntó uno de ellos arrastrando las palabras. Era alto y delgado y llevaba una gorra que le tapaba los ojos. 

Nicolas me pasó un brazo por los hombros. — Es Lia. Mi mejor amiga, por lo que mantente lejos de ella, Jules. 

Lo dijo medio amenazando, medio bromeando, pero lo dijo.

—Sé cuidarme sola Nick— dije soltándome de su agarre. Sonrió y volvió a abrazarme besando mi mejilla. 

—Lo sé. Y oye, hace tiempo no me llamabas Nick. Extrañaba oírtelo decir. "Nico" me sonaba muy... raro en tu boca. 

Lo miré levantando las cejas. —¿Qué tiene de malo "Nico"?