Especial #3

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—¿Se puede saber que estás haciendo?— pregunté viendo como Zacha luchaba por quitarse los pantalones él solito. Su brazo enyesado lo frenaba.

—Me quito los pantalones— contestó.

Fruncí el ceño. —No pensarás…— comienzo.

—Oh sí— él me corta. Y se mete en el agua.

Ahogo un grito y me acerco a la orilla. —¡Tu yeso!

—Está bien— levantó el brazo. —Sequito.

Gruñí. —Sal de la piscina. Ahora.

Con cuidado de no mojarse el brazo mete la cabeza en el agua y se moja el pelo haciendo que este después gotee y las gotas caigan por todo su torso. Me mordí el labio al ver eso.

—Ven— me animó.

Negué con la cabeza. —Sal ahora. Tu yeso se va a mojar y lo tienes que tener ahí un mes.

—¡Lia hace calor! ¡Vamos!

Me di la vuelta negando otra vez con la cabeza cuando una mano agarra mi pie. —Ni se te ocurra— gruñí dándome vuelta.

Me miró con sus ojos verdes. Sonrió. —No se me ocurrió. Aparte salpicarías y ahí si me mojaría. Vamos —hizo un puchero con los labios y quise mordérselos. — Ven.

Rodé los ojos.  Suspiró.

—¿Te vas a pasar la tarde ahí tumbada tomando Sol? — preguntó. Me lo pensé. —Te insolarás. Vamos, Lia. Métete.

Finalmente acepté. —Más te vale no mojarte eso— dije señalando su brazo.

***

—¡Te dije que te la ibas a mojar! — grité enojada mientras veía cómo el médico atendía a Zacha.

—Vamos a tener que quitarlo y colocarte otro— dijo.

Miré con furia a Zachariah.

—Tranquila, mírale el lado bueno, más espacio para firmas— trató de bromear pero al ver mi cara se calló.

Lo iba a matar.

¡Último! Jeje. Perdón por el retraso, tendría que haberlo subido ayer pero me dormí. ¡Besos enormes y espero que pasen una muy lindo año nuevo! Vani

¿Y si te robo un beso?Where stories live. Discover now