Capítulo 18. Ella.

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Zachariah

Desde el momento que vi esa copa en su mano me disgusté. No quería que bebiera, ella no. No me arrepentía de haberme colado en la fiesta, ahora podría mantener un ojo en ella. Nare me había dicho que no me quede allí como un perro guardián, pero no podía evitarlo. Quería protegerla.

No puedo decir el típico "desde el primer momento en que te vi, me enamoré de ti" porque no es cierto. La primera vez que la vi, estaba enojado. Había discutido con mi padre por teléfono y voy y me choco con ella. Lia, que nombre tan bonito. Ella me hechizó con su voz. Tiene una voz preciosa. Cuando la oí cantar arriba del escenario, primero nerviosa y luego apasionada por la canción me quedé completamente enganchado y en el fondo, sabía que esta atracción no solo sería física. En el fondo, sabía que terminaría enamorado de ella.

Nunca creí que pasaría, en decir verdad. Toda mi vida se basó en ir de chica en chica, sin vínculos amorosos, ninguna especial. Hasta que llegó ella. Al verla siento unas ganas irresistibles de abrazarla, besarla y protegerla. Me consumo de los celos cuando está con ese amigo suyo. Nicolas. Es raro para mí, nunca antes había sentido celos.

Observo desde una esquina como ella, Nare y Mar se alejan de la ronda de chupitos hacia el bar. Parece como si a Lia le reprocharan algo y luego ella aparta a Nare antes de irse del lugar, claramente ofendida. La sigo y veo que entra al baño. Suspiro. Debo darle tiempo. ¿Tiempo de qué? Está mal, necesita consuelo.

Abro la puerta y entro. Lia se levanta de un salto del váter y eso hace que se maree. La tomo de un brazo antes de que caiga.

—¿Qué haces aquí?— me pregunta.

—Preocupándome por ti. ¿Estás bien?—digo y se larga a llorar. La estrecho entre mis brazos y aprieto la mandíbula. Odio verla llorar. —¿Lia?

Se aparta de mí y me mira a los ojos. Se saca los anteojos y sonríe. —¿Lia? ¿Estás bien?— pregunto mientras le seco las lágrimas con mis pulgares de debajo de sus párpados.

Y entonces hace algo que me sorprende al cien por cien. Toma mi rostro entre sus manos y me besa. Puedo sentir el calor de una de sus manos contra mi mejilla y  el frío por el metal de sus anteojos de la otra. Me quedo quieto un segundo pero reacciono rápidamente y la beso con pasión. Todo eso que me contengo la beso allí. Puedo sentir el sabor al alcohol en su boca y eso hace el beso más sexy. Nos separamos para respirar.

—Creo que alguien tomó unas copas de más— le digo con una sonrisa divertida. Ella lanza una risita tonta y me empuja en el pecho con su mano. Síp, alguien que conozco está ebria. 

Se gira hacia la puerta pero se vuelve a marear y apoya la mano en la pared. No va a poder caminar así. Le paso un brazo por detrás de sus rodillas y la alzo en mis brazos.

—No vas a poder caminar así— le digo divertido. Ya me parecía mala idea que tomara. Ella asiente contra mi pecho. La estrecho más cerca. 

Salgo del baño y la llevo hacia el último lugar que había visto a mi prima. Mar está con una Nare llorosa. ¿Qué le ha pasado? Frunso el ceño al ver a mi prima llorando. 

—¿Qué pasó?— pregunto con Lia aún en mis brazos. Ellas levantan la mirada y la fijan en Lia. 

—Sabía que el alcohol le haría eso— dice Mar y bajo la mirada hacia Lia. Está dormida. 

—Nare, ¿vienes?— le digo señalando con la cabeza fuera. Nos vamos de esta fiesta. Ella asiente y se seca las lágrimas con un pañuelo. 

Sale antes que yo y la sigo por la casa hasta nuestro coche. Se mete en el asiento trasero y yo coloco a Lia en el asiento delantero y la beso en la frente. Nare está lo suficientemente ocupada llorando como para darse cuenta de ello. No quiero preguntarle qué ha pasado, pero por su actitud, calculo que tiene que ver con su novio.

¿Y si te robo un beso?Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum