Capítulo 16. Me atraes.

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—Lia, ¿puedo pedirte un favor? No vuelvas a ponerte ese short. Por favor, ¿sí?

Eso fue lo que Zachariah me dijo antes de que me bajara de su coche. Yo le había agradecido por lo de esa noche y una vez que me despedí entré en mi casa.

Ahora estaba decidiendo entre si llamar a Margaret para contarle lo ocurrido no. Decidí no llamarla porque era muy tarde y me dormí.

Al otro día no trabajaba así que tomé mis cosas y me fui directo a lo de Margaret en cuanto me desperté. Ahora estábamos en su cama y yo ya le había contado lo de la noche anterior.

—Zachariah era completamente diferente cuando lo conocí, ¿sabes?— le comento.

—Diferente... ¿cómo?

—Él era algo así como molesto —bueno a veces lo sigue siendo— pero peor y también era creído y súper mujeriego y por no agregarle frío.

—¿Tanto?

—Síp. Pero ahora no sé... él es... diferente. Es tierno y compasivo, además de buen amigo. Es cómo si se hubiera ablandado o sacado una máscara.

—Ajá... y... ¿tú qué quieres tener con él? ¿Sólo amistad?

—Eso es lo peor de todo. No lo sé.

Nos quedamos pensativas un momento. Mar se aclaró la garganta.

—¿Tú... qué sientes cuando te besa?

—Me pierdo. Ni siquiera lo sé— parecía que estaba siendo interrogada por un psicólogo en vez de mi amiga.

Margaret se levantó de la cama y empezó a ponerse sus zapatillas. Yo también me levanté. —¿A dónde vas?

—A lo de Nare y tú vienes conmigo.

La miré incrédula.

— Ya qué lo único que sabes decir es "no lo sé" decidí evaluar la situación por misma.

¿Qué? —¿Qué?

—Oh vamos Lia, no me mires cómo si me hubiera salido un tercer ojo.

Suspiré. Margaret y sus ocurrencias.

* * *

—Esto es una mala idea— le dije a Margaret mirándola mientras esperaba que nos abrieran la puerta en la casa de Nare.

—Necesito observarlo por mi misma... tú sólo... tú sólo actua normal.

Silvina, la mamá de Nare, nos abrió con el portero automático y entramos. Ella estaba a punto de salir con Giuli por lo que en la casa sólo quedaban Nare y Zacha.

Ellos estaban en el living jugando en la Playstation y peleándose entre ellos.

—¡Oye! Hiciste trampa— se quejó Nare.

—Nop, las reglas son reglas primita— dijo él con una sonrisa divertida. Levantó la mirada y nuestros ojos se encontraron. Poco a poco dejó de sonreír y tragó visiblemente mirando hacia otro lado. Mar me codeó.

Nare al ver el gesto de su primo se dio vuelta y nos miró a ambas gritando y levantándose a abrazar a Mar que hace días no veía. Luego me abrazó a mí.

—¿Qué hacen aquí?— preguntó con una sonrisa.

—Vinimos... a verte— respondió Mar asintiendo.

Nare sonrió y nos invitó a jugar con ellos. Yo miré como terminaban de jugar un partido Nare y Zachariah. Él me miraba de reojo a veces, pero no me dirigió la palabra desde que llegamos. Nare perdió y jugó Margaret. Se ve que hasta en los videojuegos él era experto... ¿en qué no lo sería?

¿Y si te robo un beso?Where stories live. Discover now