Capitulo 5

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- ¿Esta es tu casa?

Harry seguía sonriendo mientras Ryddle lo fulminaba con la mirada. El chico lo hacía demasiado. Necesitaba algún tipo de hobby, algo que pudiera hacer que no involucrara mirar feo a las cosas o a las personas. Algo que realizara al aire libre. De esa manera también tendría un bonito bronceado en lugar de lucir como un vampiro.

-Realmente, ahora es nuestra casa.

No le había tomado mucho a Harry convencer a la encargada de que dejara ir a Ryddle con él. Para ser honesto, la mujer se veía bastante ansiosa de verlos salir por la puerta lo más rápido posible. Había sido demasiado fácil que ella firmara los papeles que le daban la custodia de Ryddle. Después de eso casi los había empujado por la puerta antes de que pudiera despedirse.

-Parece un cobertizo.

En lugar de responder, Harry se agachó y tomó la maleta del chico. Ryddle no tenía muchas cosas que empacar.

Habían tomado el autobús noctámbulo para ir a casa. Harry se sorprendió al saber que el bus ya existía en este tiempo. Había temido lucir como un idiota parado con su varita en alto llamando un bus que nunca vendría. Se prometió que aprendería a aparecerse apenas tuviera la oportunidad.

-Cobertizo o no es donde viviremos. Al menos queda cerca del colegio. Y también estamos cerca de Hogsmeade. Puedes venir de visita los fines de semana, si es que lo deseas, cuando la escuela comience.

Entraron en la casa y fueron recibidos por Hubert.

-Estás en casa. ¿Tienes idea de lo preocupado que estaba? Prometiste que saldrías sólo un par de horas pero estuviste fuera casi todo el día. Tienes suerte de tenerme para proteger este lugar. Nadie entró a la casa cuando estuve de guardia.

- ¿Quién es ese?

Hubert detuvo su río de palabras y flotó hasta Ryddle, que parecía haber lamentado abrir la boca. Si Harry no conociera al chico habría creído que tenía miedo de estar cerca del fantasma. Pero eso no podía ser verdad. No con todos los fantasmas que habían en Hogwarts.

Harry apenas se atrevió a respirar mientras observaba cómo los dos se analizaban mutuamente. No había pensado en lo que sucedería cuando aquellos dos se conocieran.

- ¿Este es el niño del que has estado hablando? Se parece a ti. Podrían ser hermanos.

Harry se retiró el hechizo glamour y se estiró. Podía sentir los ojos de Ryddle sobre él.

-Tom, este es Hubert Prince, el fantasma de la casa. Hubert, este es Tom Sorvolo Ryddle, al que he adoptado hoy.

Harry comenzó a caminar hacía la cocina, listo para preparar algo de comer para él y Ryddle, hasta que se acordó que no había nada para comer en la casa.

-Déjame mostrarte tu habitación, Tom. Luego saldremos a cenar. Tenía planeado ir de compras pero me tardé más de lo que había creído en encontrarte, así que tendré que hacerlo mañana.

"No es mi culpa. No es como si te hubiera pedido que me buscaras, idiota."

Fuera de la nueva habitación de Ryddle, Harry se giró y miró al chico a los ojos por primera vez desde que se conocieron.

"Mejor recuerda que ya no eres el único en comprender ese lenguaje, Tom."

Ignorando el ceño fruncido del chico, Harry abrió la puerta y se hizo a un lado para que Ryddle pudiera entrar y ver cuál sería su nueva habitación.

El cuarto que había escogido para Ryddle era más grande del que tenía en el orfanato, aunque bastante vacío por ahora. Planeaba cambiar eso cuando salieran de compras. Por suerte tenía su cuenta todavía conectada para hacer esas compras. Cómo era que seguía funcionando era algo de lo que Harry no tenía idea. Era mejor no mirar los dientes a caballo regalado. No cuando tenía alguien más por quien preocuparse.

El comienzo del comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora