El comienzo del comienzo

Capitulo 47

Querido Evan:

Los TIMOS se aproximan y sólo ahora la gente parece comprender la importancia de haber prestado atención en clases. Es imposible ir a la biblioteca sin encontrar a medio mundo allí. Por culpa de los bulliciosos Gryffindor he comenzado a buscar otros lugares para poder leer. No permitiré que nada ni nadie me impida leer. Los TIMOS son de gran importancia para mi futuro.

Debo felicitarte por tu última broma. Algunas personas han comenzado a preguntarme de dónde sacaste la idea de crear un pantano y cómo lo lograste. Orión sugirió que dejaras de trabajar en protecciones y mejor abrieras una tienda de bromas. Mientras apoyo cualquier decisión que tomes, tú y yo sabemos cuál sería mi elección.

Debido a tu broma pasamos la última clase escribiendo un ensayo en vez de aprender algo nuevo. Aunque para ser sincero a mí no me molesta. Ya estoy tan adelantado de los demás que no hay muchas cosa que los profesores puedan decirme que ya no sepa. Claro que no voy a decirles eso.

No sé si lo planeaste o no pero el profesor Dumbledore fue atrapado por la broma. No es a menudo que tengo la oportunidad de ver a los miembros de la llamada casa valiente asustados de muerte, que fue la primera reacción que tuvieron al ver a su jefe de casa.

Suficiente sobre bromas habiendo tantas cosas importantes sobre las cuales discutir.

¿Sucedió algo la última vez que estuve en casa? Hay partes de mi visita que no recuerdo tan claramente como debiera. Supongo que no es nada de qué preocuparse pero pensé que era mejor preguntarte si sabias algo.

Supongo que ya has averiguado cómo proteger a Ares ya que apareció justo cuando iba a usar una de las lechuzas del colegio para enviar esta carta. No estaba nada feliz, eso te lo garantizo. Estoy seguro de que me perdonará. Después de todo tiene que decidir estar contigo o conmigo y ambos sabemos a quién elegirá.

Debo terminar la carta ahora. Parece que los Gryffindor encontraron unos Slytherin de primero con quienes desquitarse.

Con amor

Tom.

Harry dobló la carta y la guardo en su bolsillo. Ares ya se había marchado, lo que era una buena señal, además no le escribiría a Tom en esos momentos. No tenía tiempo para escribir una carta así que Tom tendría que esperar por una respuesta.

Era uno de los primeros días cálidos y ya que aún no lo llamaban para ir a trabajar había decidido utilizar el día lo mejor posible.

Durante el invierno no había podido hacer mucho con el jardín debido a toda la nieve que cubría el terreno. Ahora que ya no había nieve no había nada que le impidiera trabajar en el jardín como deseaba.

Muchos magos y brujas usaban hechizos para encargarse de sus jardines o dejaban a los elfos domésticos a cargo de esa labor, a menos que lo usaran de castigo para sus hijos. A Harry le gustaba hacerlo sin usar magia. De esa manera tenía algo qué hacer y sabría que el resultado final sería bueno por su esfuerzo y no por un hechizo.

El tono de Tom en la carta cuando el chico le comento sobre sus TIMOS había echo a Harry sonreír. Le recordó a Hermione que había actuado como si se fuera a acabar el mundo si no los aprobaba. Ojala Tom no fuera como ella. Si ese era el caso Harry no estaba seguro de qué haría. Quizás podía hacerle una broma al chico.

La idea de abrir una tienda de bromas también le hizo sonreír. Se preguntaba si los gemelos habrían usado el dinero que les entregó para abrir su tienda. Una cosa era segura: no abriría una tienda de bromas. Ese sería el trabajo de los gemelos en el futuro. Además le gustaba hacer protecciones y no podía soñar trabajar en otra cosa.