Capitulo 42

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-Aceptable, Sr. Ryddle. Aunque debo anotar que el color no está del todo bien.

Aunque Tom no quería nada más que maldecir al profesor Dumbledore, simplemente fulminó con la mirada la espalda del profesor. Eso causaría menos problemas y sabía que se sentiría mejor al siguiente día, cuando llegara el correo.

-Estúpido profesor. Siempre está favoreciendo su propia casa. La araña de esa Gryffindor aun tiene mango y le da diez puntos por un trabajo bien hecho. Algunos de nosotros terminamos hace rato. Y lo que es aún peor es su túnica. De verdad, ¿cómo alguien puede pensar en mezclar esos dos colores?

Todos miraron al profesor de Transfiguración, que usaba una túnica naranja con franjas rosa. Era una de sus ideas más coloridas. O el profesor de verdad pensaba que se veía bien en esos colores o estaba tratando de dejar ciego a la mayor cantidad de estudiantes posible.

Tom no sabía cuál opción creer.

-Ahora, querida, cálmate. No te acomoda hablar así. Uno podría confundirte con una nacida muggle.

Ante las palabras de Orion, Walburga palideció antes de ponerse ligeramente verde.

-Por favor no digas cosas así o vomitaré.

Tom ignoró a la pareja y pasó su mano sobre la araña para que volviera a ser una taza. Mirando alrededor notó que sus compañeros Slytherin también habían terminado la asignación. Pero, al igual que él, no habían recibido puntos por su trabajo.

Si no fuera por su imagen de estudiante perfecto Tom estaría matando con la mirada al profesor en esos momentos. En lugar de ello se acomodó en su asiento y se permitió relajarse levemente. Ya que el profesor Dumbledore ya había visto su trabajo el hombre probablemente no miraría su lado del salón por el resto de la clase.

El Profesor Dumbledore era el único que se rehusaba a caer con su encanto. Al hombre no le había caído bien desde que lo había conocido. Aunque el profesor no lo mostraba abiertamente Tom sabía que estaba en lo correcto. Suponía que era porque le había contado que era capaz de hablar con las serpientes. Eso había sido antes que se enterara que eso era considerado el rasgo de un mago oscuro.

Cuando las lecciones terminaron Tom se levantó de su asiento junto con sus compañeros de Slytherin. A diferencia de los Gryffindor la mayoría de los Slytherin eran sangrepuras y les habían enseñado modales antes que aprendieran a hablar y caminar. A diferencia del resto de la escuela todos actuaban como sangrepura aunque no todas las sangres eran tan limpias como otras.

-¿Sr. Ryddle, podría quedarse un momento por favor?

Aunque el profesor Dumbledore lo hizo como pregunta Tom reconocía una orden cuando la oía. Les hizo una seña a los demás para que continuaran pero sabía que sus seguidores lo esperarían afuera en caso de que algo sucediera. Nadie de la casa Slytherin confiaba en el subdirector.

-¿Te gustaría un caramelo de limón?

-No gracias, señor. Prefiero esperar la cena.

Un rumor en Slytherin decía que el profesor le había echado a los dulces un suero para la verdad. Tom no sentía la necesidad de averiguar si era cierto o no.

Sin que se lo ofrecieran Tom tomó asiento frente al escritorio del profesor. No había razón de pretender cuando ambos sabían que el profesor había visto tras su máscara.

Por largo tiempo el profesor Dumbledore no hizo o dijo nada aparte de mirarlo. Tom se detuvo de removerse bajo su escrutinio. Al mismo tiempo evitando mirar al profesor Dumbledore a los ojos. No tenía deseos de permitir que supiera lo que estaba pensando.

El comienzo del comienzoWhere stories live. Discover now