Capitulo 6

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- ¿Por qué simplemente no nos aparecemos como todos los demás?- preguntó Ryddle apenas se bajaron del autobús noctámbulo. El chico se veía verde, pero Harry no dijo nada sobre ello porque él tampoco se sentía muy bien.

-Nunca tuve la oportunidad de aprender.

Ryddle ladeó la cabeza. Lucía más inocente de lo que era en realidad.

-En Hogwarts los estudiantes aprender a hacerlo en sexto año.

Si Dumbledore no hubiera comenzado a actuar tan loco como todos creían que estaba, Harry podría haber aprendido con Ron y Hermione.

-Fui educado en casa.

Ryddle levantó una ceja.

-Pensé que habías dicho que tus padres habían muerto y que creciste con familiares muggles.

-Si, pero tenía una vecina bruja. Ella me enseñó casi todo lo que sé. Logró crear un pequeño lugar seguro para mí donde nadie podía hacerme daño.

-Los muggles son repugnantes.

-Esos con los que crecí lo eran. Pero no todos son así. Así como no toda la gente mágica es buena.

Antes de que Ryddle pudiera responder entraron al Caldero Chorreante cerrando la puerta tras ellos.

-Señor James, es bueno verlo de nuevo. ¿Compró una de las casaS que le recomendé?

Harry asintió mientras caminaba hacía el bar. Sin mirar atrás supo que Ryddle lo seguía de cerca.

-Es bueno verla también, Madame.

-Mi nombre es Daisy Dodderidge. Madame me hace sentir vieja.

Harry asintió.

-Y para responder su pregunta, sí, compré la casa a las afueras de Hogsmeade. Así no estaré lejos del colegio en caso de que algo suceda.

-Me contó algo sobre un miembro de la familia. ¿Ya llegó?

Sonriendo, Harry se hizo a un lado para que Dodderidge pudiera ver a Tom.

-Este es Tom, mi primo y a hora hijo adoptivo-. Se acercó al chico para que nadie más pudiera oír lo que decía y le susurró:-. Si no dejas de mirar feo te llevaré donde un oculista para ver si necesitas anteojos.

Nadie más que Ryddle escuchó aquello. El comportamiento del chico cambió y Harry se acordó del Ryddle que había visto en su segundo año. Un estudiante educado que había sido capaz de manejar a todo el mundo a su antojo.

Ya que la amenaza pareció funcionar Harry decidió recordarla para usarla en el futuro.

-De todas formas estamos planeando ir al Callejón Diagon, ya que no tenemos muchas cosas.

-Por supuesto. Que tengan un buen día. Y recuerda, si tienes cualquier tipo de problemas siéntete libre de venir y veremos cómo podemos solucionarlo.

Harry asintió y salió a la parte trasera del pub con Ryddle pegado tras él.

Se detuvieron en el pequeño patio trasero amurallado con trastos de basura. Harry intentaba encontrar su varita. Sabía que debía estar en alguna parte de su túnica. Sería mucho más fácil si sólo pudiera volar la pared. Pero el dolor de cabeza que vendría no lo valía. Además, no creía que la gente estuviera muy contenta de que su entrada estuviera destruida.

-Probablemente hubieras estado en Slytherin si hubieras ido a Hogwarts.

Harry se quedó helado cuando sus dedos encontraron la varita.

El comienzo del comienzoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant