Avanzando Valientemente

Cap. 82 Un paso más cerca.

Mientras el automóvil corría a la velocidad de la luz en la carretera, el viento del norte silbaba con un aullido bastante devastador mientras jadeos profundos e inciertos rodaban caóticamente en el automóvil. Sus corazones se tensaron y luego se extendieron con delicadeza en una cuerda fina como la de un arco, pero tan delgada y suave como un solo hilo. Si tuvieran que cambiar solo una pulgada, la maravillosa cuerda que sostenía fuertemente el arco se rompería con un estallido. Todo lo que podían hacer era controlar sus respiraciones, apretar los dientes con firmeza mientras sus ojos llameantes miraban directamente hacia el camino, sin atreverse a desviarse de su ruta.

Un gran árbol había sido derribado por el viento embravecido, y se acosto silenciosamente en el medio de la calle, causando un terrible atasco.

Xia Yao no podía esperar más e inmediatamente giró el auto, solo para detenerse enfrente de un hotel.

Mientras se dirigía a la habitación de invitados desde el escritorio de recepción, la mente de Xia Yao estaba completamente vacía de todos los pensamientos. Sus dos piernas bailaron elegantemente en el camino como si, para empezar, no fueran suyas. No estaba claro si la puerta de la habitación se abrió o se golpeó cuando los dos, con un desaliñado manierismo, entraron corriendo en la habitación con las piernas moviéndose entre sí en un patrón entrecruzado. Una vez que la puerta se cerró con un fuerte golpe, una tempestuosa bola de fuego se enroscó alegremente dentro del estómago de Xia Yao.

Presionó a Yuan Zong bruscamente contra la pared, con una mano agarrando ferozmente la frente del hombre, mientras que la otra mano le rompió violentamente el cuello de la camisa. Luego, cuando se acercó íntimamente a Yuan Zong, comenzó a morder y mordisquearle los labios y las orejas mientras su miembro duro como una piedra se frotaba seductoramente contra los muslos de Yuan Zong.

Yuan Zong fue completamente capturado y destrozado por la pasión explosiva de Xia Yao, su característica como ser humano correcto y recto fue restringida por su última gota de decencia con mucha dificultad. En cuestión de segundos, tomó suavemente la cara de Xia Yao con sus grandes manos, tratando de consolarlo mientras se calmaba también.

"Está bien ahora. Estoy aquí contigo, ¿no es así?"

Al escuchar esas palabras, la intensa emoción de Xia Yao se volvió un poco más estable, pero su pasión no disminuyó ni un poquito. Su mano se deslizó en la camisa de Yuan Zong antes de frotar y agarrar ese pecho firme mientras su cintura se movía eróticamente hacia adelante y hacia atrás con gran urgencia. Las bolas de fuego que ardían en sus ojos quemaron cada centímetro de los sensibles nervios de Yuan Zong. Había una sensación de disuasión, advertencia, burla y contención que ha estado latente en su interior durante mucho tiempo y ahora, todo estaba listo para ser liberado en un apasionado entusiasmo.

"Eres mío". Xia Yao dijo sin moderación.

Esas palabras pelaron la última capa de disfraz de Yuan Zong abiertamente mientras su voz suave y extremadamente poderosa resonó en el oído de Xia Yao.

"Soy tuyo. Nadie puede arrebatarme de ti".

Después de decir eso, abrazó fuertemente a Xia Yao con un brazo y tiró de él hacia algún lado. Mientras sus pasos ásperos causan estragos en el suelo débil, de repente se detuvo frente a la puerta del baño. En cuestión de segundos, un sonido sofocante como si algo temblara débilmente se apagó en el interior que fue seguido por un largo eco.

La niebla del agua que brotaba de la regadera de la ducha parecía cantar dentro del baño mientras dos cuerpos masculinos rebosantes de encanto se retorcían y giraban juntos. La corriente de agua caliente fluía desde la parte superior de sus cabezas, y luego trazaba a lo largo del contorno de su hermoso rostro mientras rodaba lentamente, dejando al descubierto la salvaje y desenfrenada audacia de la belleza de un hombre.