Avanzando Valientemente

Cap. 109 Ojo grande, ojo pequeño

Después de un par de días, la cara hinchada de Xia Yao se relajó mucho, los pequeños hematomas y las cicatrices se desvanecieron también. Lo único que queda es la marcada cicatriz en la esquina de sus ojos que lo hacía parecer asimétrico al otro ojo. Las fracturas se curan bastante rápido, también. Durante los últimos dos días, pudo levantarse de la cama para realizar actividades simples. Continuamente llamaba a su familia y amigos sobre sus recuperaciones.

En esos dos días, Xia Yao también se había estado mirando mucho en el espejo. En solo un día, uno no creería cuántas veces había mirado su reflejo en el espejo.

Esto le hizo olvidar por completo cómo se veía antes, y también no sabe cuánto se recuperó su rostro.

Xia Yao empujó a Yuan Zong, "¿Crees que mi cara se ha curado por completo?" 

En cuestion, Yuan Zong no ve ninguna diferencia en absoluto, y como mucho, era solo un pequeño defecto en algunas áreas. Además, a Yuan Zong le gusta el pequeño defecto, especialmente cuando la cara hinchada de Xia Yao sonrió, le apretó el mentón doble, que parecía particularmente agradable. 

"Casi." Yuan Zong dijo.

Xia Yao preguntó nuevamente, "¿Cuánto es casi?

"Básicamente no hay diferencia".

Xia Yao se siente como si hubiera alcanzado un premio gordo, su cara sonriendo y riendo.

Aprovechando que Yuan Zong se inclinó para arreglar las cosas, Xia Yao le dio una palmada en el trasero. Esta nalgada llegó un poco repentina, la figura de Yuan Zong se sacudió un poco. Giró la cabeza y miró a Xia Yao y Xia Yao le sonrió con una sonrisa brillante.

Yuan Zong quiere reír, "¿Qué estás tramando?"

Xia Yao sonrió maliciosamente haciendo que sus ojos desiguales expriman un amuleto divertido.

"No es nada, es solo que hoy te encuentro especialmente lindo". 

Después de decir eso, Xia Yao incluso le dio unas palmaditas en el culo a Yuan Zong unas cuantas veces más. "¿Por qué eres tan lindo?" 

Desde la superficie, Yuan Zong permaneció estoico, pero su corazón ya se estaba derritiendo lentamente.

Incluso una piedra puede ser tocada cuando se siente halagada, y mucho más si estas fueron las palabras de su amado. A pesar de que solo pueden estar burlándose de las alabanzas que provienen del sentimiento vertiginoso actual de Xiao Yao, fue suficiente para Yuan Zong estar ebrio de amor. 

"¡toc, toc, toc!" Llamaron a la puerta. 

Yuan Zong fue a abrir la puerta, y cuando vio a la madre de Xia Yao, de inmediato sonrió educadamente, "Tía, está aquí". 

Después de que la madre de Xia Yao le sonrió a Yuan Zong, inmediatamente se apresura a entrar en la habitación. Afortunadamente al ver que Xia Yao no estaba mal, su corazón se tranquilizó un poco, pero eso no impidió que frunciera el ceño con amor.