10 | Cotilleo.

16.4K 726 19
                                    

Anna.

La cara de Nora era todo un poema, su boca completamente abierta y sus ojos ni parpadeaban. En realidad, me estaba comenzando asustar hasta que por fin habló.

—¿Dormiste en su cama sin haberte acostado con él primero? —¿En serio? ¿Cuándo por fin habla es para preguntar eso?—. ¿También se tomó el trabajo de llevarte hasta tu casa? —preguntó incrédula. Yo solo rodé los ojos, ¿Eso es todo lo que le interesa saber? ¿En serio?

—Sí —respondí indiferente mientras tomaba un sorbo de mi malteada y seguía ojeando los vestidos.

—¡No lo puedo creer! —chilló saltando de emoción. Exagerada—. Pero, hay algo que no entiendo, ¿Cómo fue que te emborrachaste si tú no eres de pasarte de copas? —preguntó intrigada, ahí va esa pregunta.

—Solo quería olvidarme de todo —respondí encogiéndome de hombros. Solo intentaba olvidarme del trato con Alex, del casamiento, de todo por tan solo una noche.

—¿Cuando dices de todo es del...? —

—Si —interrumpí volteando a verla, ¿Debería decirle cómo fue que bes...?

—¿Cómo fue que acabaste besando a Chase? —preguntó pícara, sabía que en cualquier momento me haría esta pregunta.

flashback:

—Si, en realidad íbamos a la misma escuela, soy el mejor amigo de Alex —contestó con una sonrisa divertida mientras intercambiaba miradas con Alexander. Estos dos traman algo.

Chase, lo recuerdo, él era el único de los estúpidos amigos de Alex que no me hacía nada. Esta igual que siempre, alto, delgado pero con musculatura, ojos avellanas y su rebelde cabello castaño.

En la escuela su grupo traía loca a todas las chicas, además todos los chicos querían ser como ellos, los cuales se aprovechaban de la situación para conseguir todo tipo de cosas, desde las tareas terminadas, lugares en el comedor, invitaciones a fiestas, alcohol gratis y cualquier chica con poco amor propio que estuviera dispuesta a perder su dignidad y virginidad con tal de que alguno de ellos le dirigiera aunque sea una mirada. Tengo que admitir que este tal Chase no está tan mal. Una idea se asomó, tal vez no era la mejor que se me ha ocurrido pero al menos iba a ser divertido.

—Chase, ¿Cierto? —adquirí con una sonrisa coqueta.

Mi idea era coquetear con Chase, creo que no estaba pensando con claridad en ese momento y Chase al parecer tampoco ya que me estaba siguiendo la corriente, Alex por su parte con algo de fastidio se dignó a intervenir en la conversación.

—¿Van a seguir coqueteándose en mis narices o vamos a divertirnos? —preguntó él con cara de pocos amigos. Chase y yo lo observamos con cara de burla, en ese momento supe que Chase tenía la misma idea que yo.

—¿Quieres tomar algo? Acá preparan los mejores tragos —comentó Chase colocando una mano en mi espalda baja haciendo que me estremeciera pero se giró a verme y me guiñó un ojo entonces entendí todo.

Al parecer su plan estaba funcionando ya que logré sentir la mirada fulminante de Alex en mi espalda.

—Un vodka, por favor —respondí sonriéndole agradecida.

—Mientras tú esperas tu vodka, yo me llevo a mi amigo un momento  —gruñó Alex furioso mientras, literalmente, arrastraba a Chase hacia una puerta que supongo que da hacia afuera.


Mi Regalo De BienvenidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora