51 | Ebriedad.

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Alexander:

Ya habían pasado 3 horas desde que Anna se fue, ustedes se estarán preguntando; ¿Acaso Alex no fue por ella? 

No, no fui detrás de ella, en realidad, ¿Por qué ir detrás de ella? Todo estará bien con tal de que nuestros padres no se enteren y obviamente que no salga en ningún medio de comunicación y sabiendo cómo es Anna, eso es lo menos probable que pase.

Yo mientras me encontraba en la sala viendo televisión, pensé en llamar a Chase pero no estaba de humor como para hablar de mujeres o salir por allí.

Al principio me había enojado bastante, no porque Anna se haya ido sino por cómo se fue, ¿Realmente fue necesario escaparse y haber hecho ese escándalo? ¿Por qué no solo decirme que quería salir y ya? Pienso que los dos ya tenemos suficiente edad como para que venga ella y se comporte como una adolescente hormonada, que infantil. Me había calmado gracias a la Sra. Margarita, después de que Anna se fuera yo quería matar a alguien pero ella me hizo un té y hablamos por un rato, me cayó bien.

Decidí ir a la cocina a buscar algo de comer, la verdad ya era algo tarde pero tenía que terminar de ver esta serie, solo un capítulo más.

Eso dijiste hace 3 capítulos.

Lo sé, es solo que es muy buena. Volví al sofá con unas palomitas y un vaso de soda, continué viendo la serie pero en eso mi teléfono comenzó a sonar, ¿Quién será a esta hora? Observé el nombre de Anna en la pantalla.

¿Hoda? —contesté con la boca llena.

¡Alexiito! —¿Está borracha?—. ¿Cómo estaaass? —preguntó feliz, si, está muy borracha.

Estoy bien, ¿Y tú? ¿Dónde estás? —pregunté curioso, ¿Qué pasa si alguien la reconoce? ¿Le avisaran a los medios? No, eso no puede pasar, necesito ir a buscarla.

Ehmm —se quedó pensando por un rato, ¿Acaso no sabe dónde está?—. No lo sé —dijo finalmente soltando una risa tonta, dios, dame paciencia.

—¿Cómo se llama el lugar? —pregunté comenzando a ponerme la chaqueta.

Ayyy, algo como Branus, Bangos o Brongus, no lo sé ¿Acaso crees qué lo sé todo?  —preguntó enojada, que tierna, me imagino que está arrugando la nariz como hace cuando se enoja.

No puedo creer que eso te parezca tierno.

—Quédate donde estas, ni se te ocurra salir de allí —advertí subiéndome al auto—. Voy para allá —corté la llamada.

Me dirigí hacia donde estaba Anna, supongo que quiso decir Brangus, es un bar que queda en el centro.

...

Cuando finalmente llegué al bar entré rápidamente mientras buscaba a Anna con la mirada, me era imposible encontrarla, había demasiadas personas, ¿Será que me equivoqué de lugar?

De un momento a otro, la mayoría de los hombres comenzaron a piropear y gritar, seguí la mirada de todos y me paralicé con lo que vi. Anna estaba bailando en la tarima, no solo eso, un hombre estaba sentado y ella encima de él bailándole. En ese momento me dieron unas tremendas ganas de darme la vuelta e irme por donde vine pero antes no iba a dejar que ese imbécil la siguiera tocando y mirando.

Me hice paso entre toda la gente hasta llegar a la tarima y subir, aparté a Anna y alcé al desgraciado por el cuello de la camisa.

Mi Regalo De BienvenidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora