1. Autos deportivos ostentosos y bicicletas de segunda mano

17.6K 1.2K 392
                                    

Chanyeol movía el whiskey en su vaso distraídamente mientras música a todo volumen resonaba a su alrededor, retumbando en un ritmo errático contra sus tímpanos. Usualmente, él daba todo en las fiestas, pero su mente no estaba ahí esa noche. Sus ojos desinteresados pasaron por alto a las mujeres ligeramente ebrias y escasamente vestidas a su lado, tratando de hacer que participara en un juego de beber con ellas.

—¿Por qué el espíritu tan bajo esta noche? —dijo la chica a su derecha arrastrando las palabras, tocando sugestivamente con su dedo el brazo de Chanyeol.

Él bebió su whiskey de un sólo trago e hizo sonar ruidosamente el vaso vacío contra la mesa.

—Mi padre está furioso conmigo por el escándalo reciente con Jang Hyemi. Me regañó por estropear la imagen de la familia Park y amenazó con dejarme sin dinero —bufó, rodando los ojos.

—Ah, leí sobre eso en la revista de chismes. —Una chica con un exagerado maquillaje ahumado rio—. Los reporteros tuvieron un día de campo con las imágenes que ella les mandó, ¿no?

—Amenazó con revelar más disparates a la prensa si no le daba el dinero suficiente para callarla. —Chanyeol murmuró oscuramente, estirando su mano con el vaso vacío para que lo llenaran de nuevo—. No me sorprendió tanto en realidad, veo a muchas de esas perras todos los días —añadió, mirando intencionadamente a la chica voluptuosa sentada frente a él. Notó que le había estado echando miradas anhelantes a su reloj Cartier de oro blanco de dieciocho quilates.

Sonrió de lado y con un tirón rápido se lo quitó de la muñeca.

—¿Te gusta? Puedes tenerlo entonces —dijo, aventando casualmente el reloj a su regazo. Ella chilló en una risilla y las otras chicas inmediatamente se pusieron de pie para rodearla. Todas estaban peleando por agarrar el reloj que sabían que ciertamente valía una pequeña fortuna.

Chanyeol rio entretenido mientras veía el caos desatado. Tomando un último trago de licor, se paró y dejó la suite privada silenciosamente.

Un señor vestido elegantemente que estacionaba los vehículos saludó a Chanyeol en la entrada del club con uno de sus más preciados autos: un Bugatti Chiron rojo rubí que había adquirido sólo dos semanas atrás. El rojo destellaba hermosa y tentadoramente bajo las luces brillantes que adornaban la fachada del club. Chanyeol paseó hasta la puerta abierta del auto, sintiendo la brisa fresca de la noche rozar sus mejillas enrojecidas. Fue, sin embargo, interrumpido a medio paso cuando el hombre de antes se paró repentinamente frente a él.

—Disculpe, señor, no creo que se vea en forma para conducir esta noche, ¿le gustaría llamar a alguien para que lo recoja? —dijo dócilmente, tomando en consideración la apariencia achispada de Chanyeol.

Chanyeol tomó una profunda, irritada respiración y puso un fajo de billetes desordenados en la mano del hombre.

—Creo que estoy en forma para conducir, muchas gracias —gruñó y esquivó al señor, quien rápidamente metió el dinero en los profundos bolsillos de sus pantalones pulcramente hechos a medida.

—Por supuesto, señor Park —sonrió—. ¡Tenga una buena noche!

Chanyeol se acomodó detrás del volante y salió a toda velocidad, disfrutando del ronroneo suave del motor cuando añadía más presión al acelerador. Sabía que realmente no debería estar conduciendo ebrio, ya que no le gustaría aparecer en la primera plana de la revista de chismes otra vez. No obstante, se estaba sintiendo particularmente rebelde e irritado esa noche, y decidió simplemente tirar la prudencia al viento.

Subió el volumen de la radio a un nivel molesto, en esta sonaba una canción de EDM particularmente pegadiza. Los dedos de Chanyeol golpeaban ligeramente el volante junto al ritmo adictivo. Condujo peligrosamente saliendo y entrando de diferentes carriles y pasando varias luces rojas. Tenía suerte de que ya era tarde y no había mucho tráfico en las carreteras.

Of Gold and Obsidian || ChanBaekWhere stories live. Discover now