Of Gold and Obsidian || ChanBaek

2. Rechazo y aceptación

El día siguiente, cuando Baekhyun terminó su turno de la tarde en el restaurante de comida rápida, fue recibido por la presencia de Park Chanyeol. Este le sonrió ampliamente mientras se reclinaba en su auto estacionado al lado de la calle. Baekhyun notó que era un elegante Maserati negro esta vez, no tan ostentoso como el Bugatti rojo que estrelló el otro día, pero igual de costoso.

Fingió que no lo había visto y se puso la capucha de su sudadera azul ceniza.

—¡Baekhyun! —Chanyeol llamó, comenzando a trotar un poco para alcanzarlo.

Baekhyun se detuvo por unos segundos antes de voltear reaciamente. No estaba exactamente emocionado de ver a Chanyeol después de lo que pasó el día anterior.

—¿Sí?

—Quiero disculparme —comenzó, una sonrisa algo incómoda en su rostro—, lamento haberte ofendido ayer, y como muestra de mi sinceridad, te he traído algo —continuó e hizo un ademán en dirección a su auto.

Baekhyun no lo había notado momentos atrás, pero había una bicicleta roja apoyada contra la puerta del copiloto del Maserati. El rojo le recordaba al color del cabello de Chanyeol, un ámbar intenso y cobreño. Levantó una ceja interrogativa hacia él.

—Destruí tu bicicleta, así que pensé que era adecuado compensarte con otra. Y no te preocupes, la conseguí por treinta dólares exactos en la tienda de bicicletas de segunda mano que está por esta calle —explicó Chanyeol, luciendo bastante orgulloso de sí mismo.

—Bueno... no sé qué decir. Honestamente, estoy muy sorprendido. —Baekhyun dijo, frotando la parte de atrás de su cuello torpemente.

—Un «gracias y te perdono» estaría bien —contestó Chanyeol con una sonrisa ilusionada.

Baekhyun lo vio pensativamente. Pareció bastante sincero, y aceptar su disculpa les permitiría a ambos acabar con esto de una vez, así que no había problema, ¿cierto?

—Está bien, te perdono. Gracias —respondió encogiendo los hombros.

Una gran sonrisa apareció en el rostro de Chanyeol y sus ojos se iluminaron como si le hubiesen regalado cientos de perritos en su cumpleaños. Llevó la bicicleta hasta Baekhyun, quien puso su bolso negro en la canasta del frente.

—Aquí termina, entonces. —Baekhyun dijo mientras montaba la bicicleta—. Adiós, Chanyeol —añadió, ofreciéndole una pequeña sonrisa.

Justo cuando iba a comenzar a pedalear, Chanyeol puso una firme y urgente mano en el manubrio. Frunció los labios y le dio una mirada seria a Baekhyun.

—Estaba esperando poder conocerte mejor con una cena o algo —dijo precipitadamente, sus ojos bien abiertos.

Baekhyun frunció el ceño inmediatamente y bajó de la bicicleta. Volteó a ver a Chanyeol con una expresión recelosa.

—Ya sé qué está pasando aquí —comenzó acusadoramente—, alguien como tú jamás había sido rechazado en toda su vida, pero luego yo te rechacé y a tu dinero, así que ahora crees que será pura diversión y juegos si yo me vuelvo tu nueva conquista, ¿no es así? Soy el nuevo juguete brillante que usarás por un rato —vociferó, pausando entre sus palabras para respirar—, pero entonces, cuando finalmente decidas que has terminado de divertirte, me soltarás más rápido que a un carbón caliente. Entiendo muy bien cómo funciona la mente de niños ricos como tú —dijo echando humo y mirando ferozmente a Chanyeol.

Este pareció quedarse sin palabras ante el discurso enojado de Baekhyun. Entonces rompió a reír, haciéndolo aún más fuerte cuando la expresión del chico se volvió más oscura. Se preguntó cómo nunca paraba de divertirlo.