15. Confesiones y luciérnagas

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Después del incidente en su apartamento, Baekhyun pasó otros dos días sin oír ni una sola palabra de Chanyeol. Estaba comenzando a perder la esperanza, pensando que volvería a desaparecer, cuando recibió un inesperado mensaje de texto durante uno de sus ocupados turnos en fin de semana.

Hey, Baekhyun, pasaré por ti después del trabajo. Búscame en el estacionamiento.

Baekhyun apenas podía creer lo que veía, e hizo su mejor esfuerzo para ocultar una gran sonrisa de alivio. Quizá Chanyeol finalmente estaba listo para abrirse y explicar su comportamiento extraño de la semana pasada. Baekhyun había estado lidiando con sus pensamientos las últimas dos noches, su mente volviéndose loca tratando de descifrar las palabras crípticas de Chanyeol.

«No quiero perderte. No sé qué hacer, Baekhyun.»

Recordó la expresión dolorida y palabras amargas de Chanyeol y sintió una punzada pesarosa en su corazón. Había lucido tan destrozado y roto, no podía evitar preguntarse qué le había sucedido exactamente en el periodo de su desaparición.

«Pero tú ganaste, porque aún te amo. Puedes apuñalarme con mil cuchillos en la espalda y aun así te amaré igual.»

Baekhyun tenía que admitir que los numerosos «Te amo» de Chanyeol habían hecho mella en su defensas poco a poco. Se había esforzado tanto para no enamorarse del chico alto, pero Park Chanyeol había llegado hasta su corazón hábil y voluntariamente y había hecho un hogar para sí mismo ahí. Pero ¿se atrevía a decirle que también lo amaba cuando no había sido completamente honesto con él? ¿Y cómo podía estar seguro de que Chanyeol realmente lo amaba cuando no conocía al verdadero Baekhyun?

Suspiró fuertemente, sintiendo una oleada de culpa bañarlo. Intentó lo mejor que pudo concentrarse en su trabajo por el resto de la tarde mientras luchaba en una batalla interna.

Quizá Chanyeol merecía saber la verdad.

Chanyeol pasó por Baekhyun en un Ferrari rojo llamativo, con una sonrisa igualmente llamativa en su rostro mientras abría la puerta del auto para el más bajo. El corazón de Baekhyun latía furiosamente en su caja torácica, incapaz de contener la emoción de ver a Chanyeol de nuevo. Tenía una vibra diferente, pero parecía no poder determinar qué era. Tal vez eran las grandes bolsas bajo sus ojos, o la manera en que sus labios decaían ligeramente cuando conducía, pero Baekhyun podía notar que Chanyeol no estaba siendo su yo usual, y que algo aún le molestaba.

—¿Estás bien, Chanyeol?

—Por supuesto. ¿Por qué no lo estaría? —Chanyeol respondió un poco demasiado rápido con una enorme sonrisa en su cara. Baekhyun decidió no comentar cuán forzada se veía y en su lugar puso una mano sobre su pierna de forma reconfortante.

Chanyeol volteó a ver su mano y sonrió afectuosamente. La tomó y la llevó hasta sus labios.

—Te extrañé tanto, Baekhyun —murmuró.

Baekhyun sintió calidez reuniéndose en sus mejillas por el gesto inesperado de Chanyeol.

—También te extrañé —masculló.

Chanyeol rio sin palabras, y Baekhyun se preguntó qué era tan gracioso sobre su respuesta.

—Te debo muchas disculpas, Baekhyun. Realmente lamento lo que te hice el otro día.

—No importa. Estoy bien. —Baekhyun contestó mientras frotaba sus heridas inconscientemente—. Pero me debes más que disculpas. Quiero respuestas.

—Llegamos. —Chanyeol anunció fuertemente en lugar de responderle a Baekhyun. El auto se detuvo al inicio de una colina cubierta de césped, y Chanyeol apagó el motor—. Vamos, daremos un pequeño paseo —dijo cálidamente.

Of Gold and Obsidian || ChanBaekWhere stories live. Discover now