30. Oro y obsidiana

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Este capítulo contiene smut. Si hay lectores muy jóvenes o si no les gusta, pueden saltarse esa parte. No se perderán de nada importante (palabras de la autora original) ^^

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—Se siente bien.

—¿Qué cosa?

Baekhyun miró a Chanyeol con una expresión curiosa, alzando una ceja por la sonrisa conspiradora en su cara. Chanyeol llevó sus manos unidas hasta sus labios y cerró los ojos.

—Esto —murmuró, rozando sus labios gentilmente con los dedos de Baekhyun—. Nosotros —continuó con voz suave, como un suspiro susurrante.

Baekhyun asintió en respuesta, mostrando su propia sonrisa anhelante. Observó el cielo estrellado mientras paseaban lentamente por la calle, sintiendo una familiar piscina de calidez en su pecho. El aire estaba fresco y el crujido de las hojas secas bajos sus pies era una sinfonía pacífica para el golpeteo rítmico de sus zapatos en la acera. El ejercicio regular era algo que el doctor había ordenado, y los paseos casuales por el vecindario se habían convertido en su rutina favorita pos-cena. Los paseos y la sesiones de fisioterapia estaban mejorando gradualmente la cojera de Chanyeol, y Baekhyun se aferraba a la esperanza de que pronto se recuperaría por completo.

—¿Quieres descansar? Ya llevamos un buen rato caminando. Debes estar cansado.

Chanyeol sacudió la cabeza.

—No, hoy quiero ir a la playa. Sentir la brisa del océano y todo —dijo titubeante, observando con cuidado la expresión de Baekhyun—, ¿podemos? —agregó al final, viéndolo con ojos esperanzados.

—¿Estás seguro? Nos va a tomar mínimo otros veinte minutos —Baekhyun frunció el ceño, preocupado por su condición. Sabía lo débiles que seguían sus piernas y no quería arriesgarse a hacer trabajar de más sus músculos en recuperación.

—¿Por qué no? Tenemos todo el tiempo del mundo —Chanyeol sonrió como niño y la expresión inquieta de Baekhyun se suavizó. Siempre era tan difícil decirle que no, siempre era tan fácil rendirse ante sus deseos. Con un pequeño cabeceo, Baekhyun apretó su mano y le regresó la sonrisa afectuosamente.

—Vamos.

Su paseo estuvo adornado de conversación despreocupada, risa alegre y miradas secretas cuando pensaban que el otro no estaba viendo. Era un sentimiento cálido y reconfortante, un bálsamo gentil para calmar sus cicatrices emocionales. Divorciados de todo el drama tumultuoso y corazones rotos, sólo quedaban dos almas uniendo pequeños pedazos de su pasado, mano con mano y corazón con corazón.

Baekhyun se dio cuenta de que Chanyeol estaba adolorido a mitad de su caminata, notando cómo su cojera empeoró y su respiración se volvió más pesada. Resistió las ganas de señalarlo, sabiendo bien lo obstinado y orgulloso que podía ser. Cuando finalmente llegaron a la playa, el rostro de Chanyeol estaba terriblemente pálido y sudoroso.

Quizá esto no había sido la mejor idea.

—Estoy bien —dijo Chanyeol con una sonrisa débil, como si pudiera oír los pensamientos preocupados en su mente. Cojeó lentamente hasta la orilla, jalando al chico consigo.

—Llamaré al chófer para que nos lleve de vuelta más tarde —Baekhyun murmuró, arrugando las cejas por la manera en que Chanyeol se encogía de dolor con cada paso—. No debí haber aceptado que viniéramos tan lejos.

—Estoy bien, Baek —repitió gentil, sentándose en la arena. Se quitó los zapatos y estiró las piernas, disfrutando la sensación cosquillosa de las olas chocando contras sus pies. El agua de mar estaba fría, dándole a sus músculos adoloridos un alivio temporal. Palmeó el espacio a su lado emocionado, señalándole a Baekhyun que hiciera lo mismo.

Of Gold and Obsidian || ChanBaekWhere stories live. Discover now