Cap 18: "Mi propiedad"

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Despierto al alba cuando oígo el constante pillido del pequeño Yoko. Sigue en la caja y demanda mi completa atención. Ana duerme tranquilamente luego de la intensa sesión de sexo en el cuarto de juegos. Admito que quería seguir pero debido a que Ana estaba tan pero tan cansada no duro despierta mucho tiempo tras su septimo orgasmo.

Verla tan tranquila, ajena a lo que sucede a su alrededor tiene una potente reacción en la que por primera vez me siento en paz, deleitado por su manera tan tranquila, su expresión dulce. Sonrio como imbecil y abro el cajón del buro. Saco un pequeño estuche de Tifany's y veo el colgante que... sin saber porqué... Lo compre para Ana.

Es un pequeño dije de candado pero nada grotesco que la haga pensar que es el collar diamantado para un perro o una de esas chicas en las redes sociales que utilizan lazos al rededor de sus cuellos.

Este además de ser de oro rosado es delicado y elegante. Al reverso del dije estan mis iniciales CTG. Le quedara muy claro que es mía, mí propiedad.

Se lo pongo y en el proceso me doy cuenta que Ana tiene el sueño muy profundo. La puedo abofetear y ella no se despertaria. Me voy a la cocina donde he dejado a Yoko bajo el cuidado de Gail.

<<El pollo ya ha vivido 2 días. En tu puta cara Kate que dijiste que solo viviria 13 horas bajo mi cuidado>>

Gail me sirve el desayuno y yo me dedico a cuidar al polluelo que al parecer, cree que yo soy su madre.

—Hare nuggets contigo —le susurro al pollo.

Termino mi desayuno y tras informar a la oficina que no ire. Voy hacia mi habitacion. Son pasadas de las 9:30 am y Ana no se a despertado aún. Abro la puerta y esta en la misma posición que la deje pero el colgante sobresalta sobre su preciosa piel.

—Ana —la remuevo. Ella balbucea y se acomoda haciendose una bolita. —Ana despierta —le hablo y veo como Yoko salta a mi cama. El pollo pilla cerca del oido de Ana pero ni siquiera la despierta.

Creo que debemos dejarla dormir un poco más. Tuvo un viaje bastante pesado. Salgo de la habitación y voy al despacho donde me espera mi trabajo. Tras atender lo que tenia conmigo recibo una llamada de Mia para poder distraerme.

—¿Cómo esta mi pequeño?— pregunta ansiosa.

—Esta bien —respondo acariciando las suaves plumas de Yoko.

—¡Ja! Elliot dijo que no iba a vivir mucho pero no dira eso cuando vea que ya vivio más que él intentando no tirarse a alguien. —me río de manera despreocupada, alguien toca la puerta y recibo a una Ana recien levantada con mi camisa puesta. Esa sin duda es una de las mejores vistas que puedo tener.

—Te hablo luego Mia. Cuidate —cuelgo la llamada y dejo de lado al animal que tenia en mi mano. —¡Vaya! Creí que ibas a despertar hasta en la noche.

—La verdad es que el hambre me ha despertado. De no ser así seguiria durmiendo como un bebé — palmeo mi regazo y ella sienta. Beso su cuello haciendo pequeñas cosquillas con mi barba. —¿Porqué tienes un pollo en el escritorio?

—Es una historia larga —musito tomando a Yoko en mi mano —Te lo resumo diciendote que la idea de esto es Mia —ella asiente y aparto su cabello para besar la cadena del collar que le he regalado —Me encanta como te queda mi regalo.

—¿Qué regalo?— pregunta y lleva sus manos a su cuello. Le doy espacio para que pueda verse en el reflejo de un espejo y noto su expresión de asombro, tocando su collar. —¡Es precioso!— dice con una sonrisa de oreja a oreja.

—Me alegro —digo acercandome a ella. Abrazo su cintura y restriego mi polla sobre su lindo culo.

<<¡Cómo la deseo!>>

—Me debes unos azotes —dice ella ronroneando como una gatita en celo.

—No lo haz olvidado —la tomo de la cintura y la pongo sobre mi regazo. Bajo sus bragas y solo me dedico a admirar su linda piel. Preparo mi mano y empiezo con mi castigo.

—Uno —dice con diversión. Doy otra nalgada mas fuerte que la anterior —Dos... —gime. Esta humeda justo como me gusta. Sigo con mi castigo hasta que perdemos la cuenta puesto que no pasamos del numero 11 por mis caricias en su sexo. Termino esto embistiendola duro, gritando y jadeando su nombre.

—¡ANA!— gruño cuando estoy a punto de correrme. Ella se arquea gustosa. Esta en el limbo del placer. La follo un par de veces más y llegamos a ese lugar donde pertenecemos.

—Christian— me llama y la volteo a ver. Besa mi mandibula —Te amo.

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¡Joderrrrrrrrrrrrrrrr! Lo dijo, no lo penso, lo dijo.

Nos leemos luego.

Atte: Kathy 👑

La amante inocente del millonario Where stories live. Discover now