La amante inocente del millonario

Cap 39: "Chantal"

Conduzco como un maniatico hasta la estación del súbterraneo de Seattle. Las manos me pican y mi respiración irregular se escucha en todo el auto. Cierro los ojos pensando en la locura de enormes proporciones que estoy a punto de hacer. Al llegar a la estación me pongo la capucha de la sudadera gris y un par de gafas de sol. Salgo del auto junto con una mochila negra pegada a mi pecho. En busca de quien tenga a mi Teddy.

-Señor Grey -aprieto el audifono contra mi oreja. Todo un equipo esta tras el. Lucho por tranquilizar mi respiración pero solo quiero ir a destrozarle la cabeza a puñetazos a Leila. -Ya vimos a Leila. Esta cerca de la zona centro, viste un buzo negro y pants gris. Un francotirador la tiene en la mira. -asiento sabiendo que no pueden verme frente a frente. El plan para mí no era dificil: No levantar sospechas, tomar a mi hijo y alejarme.

Salgo del auto con las piernas y brazos temblando. Camino como si fuese un fugitivo de la ley a punto de escapar de la ciudad. Camino hacia la mujer que me ha lastimado a mi y a mi Anastasia durante 4 días enteros. Esa psicopata de mierda que secuestro a mí hijo. Camino con mayor rapidez cuando las personas me miran con curiosidad. Llego hacia el area central y puedo verla con claridad.

La bilis me sube por la garganta, la sangre es reemplazada por lava hirviente, mis ojos estan nublados por la bruma del odio. Ella levanta la mirada y la muy vibora me sonrie. Sabe que soy yo. Ella se levanta con quien sé, es mi hijo en brazos y empuja el cochecito azul negro, me detengo al oír un lloriqueo venir del coche.

-Christian -saluda. Sé perfectamente que el bebé que reposa entre sus brazos es mí Teddy. Mi niño, pero él bebé dentro del coche me desconcierta. Me acerco a Leila y tras las horas eternas, largas e infernales que solo me torturaban, puedo cargar a mi hijo. -Aquí esta Theodore -musita con suavidad -Vamós Christian. He reservado unos boletos del metro hacia Ilinois -sujeta un bolso de gimnacio y dos pañaleras.

<<Una celeste y otra rosa>>

Mantengo abrazado a mi Teddy quien suspira perdido en el sueño. Un bebé que en su corta existencia ha vivido de todo. Cuando Leila me sonrie para empezar a caminar aparecen los detectives y demás cuerpos de la unidad.

-Leila Williams -dice la sargento sujetandola con brusquedad. Ella se remueve con desesperación y chilla por que la liberen -Esta bajo arresto por el asesinato de una enfermera y el secuestro de Ted Grey. Tiene derecho a guardar silencio. Todo lo que diga podra ser usado en su contra en una corte. Tiene derecho a un abogado, si no tiene uno el estado de Seattle le dara uno.

-¡NO! ¡SUELTENME! ¡CHRISTIAN DILES QUE ME SUELTEN!- el ruido provoca que mi pequeño empiece a llorar, y la verdad, me sentia jodidamente eufórico por oír a mi hijo llorar.

-Señor Grey, debemos revisar a su hijo en el hospital -dice una oficial. Estoy por irme cuando oígo un grito con la revelación más desgarradora de mi vida.

-¡ELLA ES TU HIJA! ¡ESA BEBÉ TAMBIEN ES TU HIJA!- creó que iba a marearme ya que Taylor me sujeta a mí y a mi hijo. Del cochecito sacan a una bebé... Tal vez de dos meses... no se, no se que sucede. -¡CHANTAL ES TU HIJA!

-Señor debemos irnos -camino apretando a Teddy en mi pecho, sollozando por que al fin lo tengo conmigo, porque estara con su madre en el hogar en el que pertence.

Las personas toman fotografias con sus celulares de lo que estoy seguro será primicia durante un buen tiempo. Vamos en camino al hospital en el que trabaja mi madre. Llevo a mi Teddy bien pegado a mi pecho, temo tanto que nos separen nuevamente que estoy a punto de llorar cuando me piden que deben de examinarlo a solas. Mamá no me deja solo, ella supervisa cada movimiento en torno a Teddy. Horas más tarde estoy de camino a casa para poder estar al fin como familia.

Mi Ana, mi pobre mujer llora de la alegria y de la notoria aflicción en la que vivimos los ultimos días. Al fin suspirabamos del alivio puro. Sin despegarnos los tres nos sumimos en el sueño profundo, con nuestro Teddy en el medio. Mi niño tan pequeño y a la vez fuerte. Sumamente hermoso, preciado y amado. Esa personita que me hace desear ser mejor.

Lo llenamos de besos y caricias. Descubrimos dos bellos ojitos azules como los de su madre adornando su rostro. La sensación de poder ver a mi primogenito, a mi hijo al fin era indescriptible. Tras una noche en la que dormimos abrazados recibo una llamada por parte de la detective que llevaba el caso de Teddy.

-Leila ya se declaro culpable de cada cargo. Incluso el del incendio de la biblioteca. Van a hacer su juicio en unos días.

-Es grato oír eso -respondo apretando la servilleta que estaba mal puesta en la isla de la cocina. -¿Algo más?

-La niña, aquella bebé de 2 ó 3 meses es hija de Leila. Ella jura que usted es el padre de la bebé -cierro los ojos sintiendo un mareo -Haremos la prueba de paternidad para corroborarlo.

-Gracias -digo seco y cuelgo la llamada.

Dos días mas tarde Taylor entra a mi despacho y tras leer un papel afirma mi sospecha-Chantal Williams es su hija.

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Sorpresa, sorpresa... Vaya que si es un tremendo sorpresón.

Les doy las gracias por hacer que esta historia sea el #1 en la categoria "50ShadesOfGrey" entre 400 historias. Este es un logro para mí muy valioso. Los amo.

Atte: Kathy 👑