La amante inocente del millonario

Cap 40: "Cuando el sentimiento es fuerte"

—Tengo una hija llamada Chantal —Ana abre la boca y los ojos ante tal noticia. Se pasa las manos por el cabello y suspira ruidosamente.

Tras una semana de los acontecimientos que nos marcaron de por vida y al fin habiamos regresado a la paz que deseabamos me doy cuenta que tengo una hija con la culpable del sufrimiento infernal de mí familia entera.

El por qué hizo las cosas queda como un enigma para mí. No deseo saber sus planes ni nada, en cuanto a Ana, para ella su único momento de paz es cuando arrullamos a Teddy cuando se despierta llorando, darle pecho en un acto íntimo de amor puro de madre a hijo. Ó a veces, simplemente cuando la lluvia de Seattle caé y el sueño aún no nos derriba observamos a nuestro hijo dormir pacificamente. Con la respiración pausada sumergido en un sueño eterno.

Pensar que tengo una hija, cuya concepción fué un error, es lo que pienso a cada instante.

—¿Cuánto tiene la niña?— pregunta retorciendose los dedos.

—Es casi tres meses mayor que Teddy —Ana asiente viendo hacia la cunita de nuestro bebé.

—Significa que la embarazaste... antes... Qué, tú y yo...

—Jamás te fuí infiel Ana, si es lo que te preguntas. Sucedio el día en que tú, me sorprendiste con ella.

—¿Cuantas veces tuviste sexo con Leila?— pregunta mordiendose el labio. Con la barbilla temblorosa.

—Dos veces. El día que me descubriste y dos días después. —hago una pausa trayendo recuerdos a mi mente —Cuando empezamos con él contrato la mande al carajo.

—¿Sabias algo del embarazo?

—Nunca me entere, ni siquiera del nacimiento. Cuando la despedí no dijo nada, jamás intento ponerse en contacto conmigo. Deje de verla desde el día en que empezamos lo nuestro. —juro. Es la verdad y soy 100% honesto.

—¡Ay Christian!— dice con cansancio —¿Qué pretendes hacer? Digo, esto no me pone feliz, todo por el contrario—se frota las sienes —¿Vas a dejar a esa niña, sola?

—No tengo opción... Desearía nunca haberme enterado.

—Christian, hay algo que debes comprender. Chantal es solo un bebé, ¿Sabe ella a caso que tus errores y los de su madre la trajeron al mundo? Y si nunca te hubieras enterado solo imaginate lo fatidico que hubiera sido que dentro de 15 años ella se presente en la puerta de nuestra casa diciendo que eres su padre. ¿Te hubiera gustado eso?

—No sábes cómo me siento y mucho menos nadie comprenderia...

—No eres el primer hombre en tener hijos regados por todas partes y te aseguro que no seras el último. Pero de lo que si te puedo asegurar es que... Tú, deberias ir por tu hija. Entiende que ella tiene tu sangre, es tan indefensa como Teddy. No tiene culpa de que seas un pendejo pero... Voy a amarla como si fuera mi hija Christian. Y si decides que quieres ignorarla, me llevare a Teddy y adoptare a Chantal. —dice tan decidida de si misma que me deja con la boca abierta.

—¿Es una amenaza?

—Tomalo como tú quieras. Pero no quiero que estes cerca de Teddy mientras no arregles esto —sale de la habitación cuando nuestro hijo empieza a sollozar exigiendo nuestra atención.

Me desplomo en el suelo acunando mi cabeza. ¡NECESITO UNA SEÑAL! Observo la fotografía de aquella niña quien es mi hija. Me siento ofuscado, horriblemente vil al ser participe de la concepción de un ser quien va a sufrir.

<<Eres el desastre hecho en persona>>

Martirizarme a mí mismo no me llevaria a nada. Aunque vivo en más preguntas que respuestas lo que tengo que hacer esta claro. Esa niña es mi hija, no vale menos que mi Teddy. Poseé mi sangre y no pierde el derecho de ser amada y protegida. Salgo de casa pidiendole a Taylor que me lleve al lugar donde esta Chantal.

Y juraba, ante todos que esta era una oportunidad para cambiar. Christian Grey debía ser un hombre nuevo. Uno que amara y fuese bondadoso. Hacer de esa mi virtud. Para merecer a mi familia, a mi Teddy, a Chantal y a mí dulce Ana.

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Creo que solo me queda agradecerles por el apoyo. No sáben cómo los quiero, la verdad nunca creí que iba a llegar tan lejos con esta historia. Nos leemos pronto en el epílogo.

Con amor Kathy👑