La amante inocente del millonario

Cap 38: "Haz de luz"

Oígo con claridad el llanto de un bebé. Ese mismo que oí cuando me desvaneci en el piso y se de quien es. Sonrio al ver una pequeña cuna abandonada en medio de la nada iluminada por un haz de luz.

Él es mi hijo, lo sé a la perfección. Corro hacia la cuna y veo a la perfección misma. Un bebé hermoso de grandes ojos claros, quien mira a su alrededor asombrado llevandose los pequeños puños a la boquita.

Saco a mi Teddy de la cuna y lo abrazo con fuerzas pero, casi de la nada ya no siento su cuerpecito. Solo tengo la maldita manta entre mis brazos pero no esta mi hijo.

Desesperado corro en busca de él pero casi de la nada el piso se rompe y yo caigo. Estoy en medio del agua, esta me ahoga, comprime mis pulmones y mi garganta arde. Intento pedir auxilio. Tengo enormes cadenas en los tobillos y muñecas que me prohiben poder ascender. Estoy ahogandome poco a poco... Voy a morir...

—¡NO ME DEJES!— el grito claro de Ana abre otra puerta, el agua desaparece. Estoy en un cementerio. Ana llora con dolor, yo estoy muerto pero no soy el único en la lápida. Mi hijo, su pequeño y frágil cuerpo esta ahí. Inerte...

Abro los ojos abruptamente. ¿Qué había sucedido? La habitación esta en penumbras. Ana duerme a mi lado con el rostro palido y demacrado. Mi pobre niña no habia descansado en todo esto. Creo que ya ha anochecido. Me levanto con pesadez y verifico la hora. Las 7:30 pm. Por primera vez en tres días siento hambre, tras darme una ducha que en realidad necesitaba y afeitarme bajo a la cocina con Gail.

—¿Se le ofrece algo Señor?— pregunta extrañada al verme en la cocina cuando no he estado ahí por tres días.

—Algo líviano para comer —le pido y ella siente. Se mueve con agilidad por la cocina y tras unos minutos me sirve un plato pequeño con sopa. Le agradezco en silencio y me limito a ingerir el líquido poco a poco.

—Señor —Taylor entra a la cocina apresurado —Hemos dado con Elena —dice haciendo que un drastico cambio se presencie en mí.

—¿Y mi hijo?— pregunto apretando los puños.

—Ella estuvo de viaje desde hace cuatro meses. Regreso hasta el día de hoy al país. La detuvieron en la estación de policia para interrogarla. Ella no tiene a su hijo —el aire que tenia en los pulmones desaparece.

—Entonces ¿Quién putas tiene a mi hijo?— siseo rabioso al no tener la respuesta. Donde yo apostaba que mi hijo estaba, no resulto estar... Iba a volverme loco en cuestion de segundos.

—Estamos sacando la información de ella. —dice intentando darme una esperanza —Nos dara cada detalle en cuanto a la biblioteca y su hijo. No no rendiremos Señor Grey. Vamos a encontrarlo.

Pretendo creerle pero la verdad estoy desecho. Dicen que la esperanza es la ultima en morir pero la mía estaba tan debil. Queria seguir luchando, encontrar su paradero. Lo anhelaba, lo deseaba con toda mi alma pero las malditas sombras me hundían cada vez más y más. Salgo a la terraza, necesitaba aire fresco por unos instantes. Mi celular empieza a vibrar con una llamada entrante. —Grey —respondo con el mismo tono de voz vacío.

—Yo tengo a tu hijo.

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Y vamos a la recta final. ¿Sera en verdad que ella tiene a Teddy? ¿Qué desea a cambio de él?

Nos leemos pronto.

Atte: Kathy 👑