La amante inocente del millonario

Cap 22: "Entrar en razón"

—Eres el maestro supremo del sexo oral —murmura una Ana todavia acalorada por mis certeras y habilidosas embestidas dadas por mi lengua.

—Y tú una alumna muy aplicada —beso el valle de sus senos para acomodarme y disfrutar de ella en otro ángulo. —Aunque aveces usted señorita Steele —aprieto sus pezones simultaneamente — Pasa a ser una muy mala alumna y se gana que le ponga 4 —digo en doble sentido.

—Pues demuestreme cómo —ronronea como una gatita en celo. Meto uno de sus pechos en mi boca, lo chupo con necesidad y desesperación. Ana chilla gustosa cuando mordisqueo su botón y presto atención a su compañero. —Ah... Christian... Sigue... —me alenta para que prosiga con la tortura en sus senos.

—Admito que es una de las partes que me encantan de tu cuerpo —digo con una sonrisa socarrona estrujando sus pechos.

—¿Ah si? No se porque no me sorprende —sigo chupando como un lactante e intercambio una mirada lujuriosa.

—Puedo demostrarte con mucho gusto las demás —me traslado de sus pechos a sus largas y torneadas piernas. Las beso desde la ingle hasta el tobillo. Serpenteo por su sexo y paso de nuevo a su pecho en el que me entretengo enardecido. Sigo subiendo. Le doy un beso hambriento en el que mi lengua juega con la suya y por ultimo besos sus ojos. —Sin duda alguna tus ojos son mi parte favorita de todo tu cuerpo.

—¡Qué romántico señor Grey!— sonrie pero sus ojos dejan de iluminarse.

—¿Sucede algo?— pregunto apartandome de ella.

—Si —dice segura. La verdad esperaba que me evadiera.

—¿Qué es?

—Supe que despediste a Leila —dice con tono de voz tranquilo.

—Si, lo hice.

—¿Ella fué algo tuyo?

—Sábes que no —digo volteando los ojos —Es una pregunta tonta.

—¿Seria tonto decir que no cuando te pregunten lo mismo de mí?

—¿De que coño hablas mujer? —pregunto ahora molesto.

—El día que te vi con Leila... —y vamos a esas mierda.

—No Anastasia, no es nada de lo que tu cabecita de colegiala piensa.

—Por eso no querias que me enamorara de ti ¿verdad?. ¡Yo sé que terminare como Leila! —alza la voz sin llegar al grito molesta. Sin embargo yo tambien estoy molesto. Le pido con un ademán que se mantenga quieta pero no quiere hacerlo.

—Yo nunca te he mentido Ana.

—¿Qué paso con Leila entonces? ¿Me diras que te aburriste de ella? ¿Qué te seguias acostando con ella aún cuando se suponia que querias que yo fuera tu sumisa?— me reclama ya chillando.

<<CONTROLATE>>

Es en vano, no puedo.

No mido mis actos, ni mucho menos mi fuerza. Solo veo mis manos yendo directo a los hombros de Ana, la pongo bajo de mi dejando mi peso caer sobre ella.

—¿Quieres que te haga entrar en razón? —pregunto rechinando los dientes. Estoy como una bestia que solo busca aparearse con cualquiera. Mi polla esta malditamente dura y tensa. Separo sus piernas y no temo ser brusco. Solo quiero oirla gritar y que sepa que es mía. Que borre cada estúpida idea de su cabeza porque no pienso detenerme. —¿Sábes lo que hice luego de que me vieras con Leila en la oficina? —ella niega con los ojos bien abiertos por mi ataque de pasión —Me imagine que eras tú y me la folle más fuerte.

Traga grueso y me entierro de una sola estocada. Lo hago con tal fuerza que el cabezal de la cama golpea la pared dejando una abulladura.

—Christian... Christian... —jadea temblando.

—¿De quién eres? —pregunto dandole una nalgada.

—Ahh... Soy tuya —chilla y sus gemidos son lo más glorioso que he oído. Muerdo su pezón izquierdo viendo su reacción de inquietud para que no me separe de esa deliciosa parte de su cuerpo, me encanta torturar sus pechos. A decir verdad me gusta torturar todo de ella. Esta muy resbaladiza lo cual me vuelve loco.

—Mía, mía, mía —beso su mejilla tibia —Grabatelo bien...

Solo mía.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Este es un mini maratón de 2 capítulos. Hemos descubierto más sentimientos de Christian hacia Ana.

Nos leemos luego.

Atte: Kathy👑