SUPERNOVA [JOSHLER]

- C I N C U E N T A Y S I E T E -

Era la segunda semana de vacaciones en Los Ángeles y Josh le había dicho al castaño que tenía algo especial planeado para Tyler, así que realmente no se sorprendió cuando el tintado apareció en su patio trasero lanzando piedras a la ventana.

-¿Sabes que la puerta existe?- El castaño dijo cuando abrió la ventana, viendo como Josh tenía una sonrisa boba en los labios y un manojo de las piedras que su madre usaba para decorar las flores del jardín en la mano—¿Y esas son las piedras de mi mamá?-

-La puerta no hubiera sido tan romántico- Se explicó aventando las piedras al pasto—y las piedras no importan- Se limpió las manos en sus shorts negros—vamos, necesito que bajes-

-¿Así a la antigua? ¿Cómo cuando nos escapábamos para pasear por la ciudad?- Preguntó cruzando sus brazos y poniendo estos sobre el marco de la ventana.

-Solo baja, esta es la primera parte de la sorpresa- Tyler rodó los ojos, pero de todos modos fue a cerrar la puerta de su cuarto y tomó su celular, colocándolo en el bolsillo de sus shorts de jean y tomando una pequeña mochila rosa, pasándola por sus hombros, miró por la ventana nuevamente y dejó un suspiro.

-Las cosas que hago por ti- Dijo en un tono bajo y se sentó en la ventana, observando como el tintado se acomodó en la posición que creía que iba a poder atraparlo entre sus brazos, Tyler suspiró y saltó por la ventana, cayendo sobre su novio haciendo que los dos terminen sobre el césped riendo como locos—eres un tonto- Dijo golpeando con suavidad el pecho del tintado, levantándose y acomodando su camiseta semitransparente blanca.

-No soy físico para saber el ángulo exacto en el cual vas a caer- Josh respondió imitándolo, extendiendo su mano para que el castaño la tome—ahora, continuemos con la sorpresa- Dijo empezando a caminar hacia un auto azul, el cual Tyler pudo reconocer como el auto del padre del tintado.

-¿El auto de tu papá?- El tintado respondió con un “mhm”, abriendo la puerta del copiloto para que el castaño entrara, él obedeció y se sentó en el asiento, observando como el tintado caminaba hasta entrar al auto, sonriéndole con una sonrisa que no había visto en años—oh, no, ¿Qué vas a hacer ahora, Dun?- Josh no dijo nada, simplemente sacando una venda negra de su bolsillo.

-Póntelo- Ordenó, Tyler le miró completamente extrañado, tomando la venda y amarrándola alrededor de sus ojos, logrando que no vea nada más que el color negro de la tela.

-Te juro que si vas a hacerme algo ye voy a denunciar en un instante- El castaño comentó cruzándose de brazos y hundiéndose en el asiento, solo pudo escuchar una risita por parte del tintado.

-No es nada malo, lo juro- Prometió, aunque Tyler no le creyó simplemente se quedó callado y escuchó como el auto arrancaba.

El viaje fue silencioso, ambos no intercambiaban palabras, simplemente escuchaban la radio pasar canciones del momento y algunos ladridos de perros, Tyler cree que se durmió en un momento ya que fue alertado por la bocina de otro auto y Josh decir “dios, si roncas” bajito, pero no le importó ya que poco a poco podía escuchar las olas del mar y como habían más y más voces de personas.

¿Acaso estaban en la playa?

El auto paró y el castaño estaba a punto de sacarse la venda cuando las manos del tintado le pararon.

-Aún no- Dijo con la voz suave, haciendo que Tyler se estremeciera y obedeciera, según Brendon eso significaba que tenía un daddy kink, pero él lo creía estúpido, ¿Él? ¿Un daddy kink? Sí, claro—voy a salir primero y te voy a abrir la puerta- El castaño volvió a asentir, escuchando como la puerta se abría y se cerraba, esperó unos segundos hasta que la puerta de su lado de abrió y sintió una mano en su hombro—vamos, te voy a ayudar a caminar- Tyler tomó la mano del tintado y salió del auto, sintiéndose inseguro al poner sus pies sobre el pavimento, pero al sentir las manos de Josh sobre su cintura se tranquilizó, dejando que este le guíe por el lugar, sintiendo como iban del pavimento a la arena, caminaron lentamente, algunas veces Josh le jalaba diciendo que había un niño cerca o estaba a punto de patear un castillo de arena.