Capítulo 7

11.4K 721 372
                                    

Empiezan a pasar las semanas rápidamente y pronto nos encontramos con que a Dolores Umbridge se la ha nombrado Suma Inquisidora de Hogwarts. A todos los profesores se les nota que no están nada contentos con el tema, pero no les queda otra que aguantarlo. El Ministerio de Magia está detrás de esto y ni siquiera Dumbledore puede evitarlo.

Mientras tanto todos los alumnos tratamos de evitar que Umbridge se fije en nosotros. O bueno, todos menos Harry, que acumula una larga lista de castigos en lo poco que llevábamos de curso. Por lo que me han ido contando los gemelos, Ron y Hermione intentan que no se cierre en banda y les cuente que le pasa, pero no consiguen nada. Además, siendo sus dos mejores amigos prefectos y él no... ya no pasan tanto tiempo juntos.

Estaba siendo una de las peores semanas del curso, teníamos demasiados trabajos y no podía ni respirar por la constante atención de los gemelos y las tres trillizas, como llamaba en mi mente a Claire, Olivia y Sam. Los primeros no se habían cuestionado que, después de que intentasen robar mi cuaderno, fuéramos amigas y me gustaba que confiaran en mi de esa manera. Fred no me vuelve a preguntar por él y supongo que le ha dicho a George que no me diga nada, así que me alegro de que por fin entiendan que hay cosas que no puedo guardar. Aunque si se enteran de que se lo he contado a mis compañeras de habitación probablemente se enfaden conmigo. O al menos lo haga Fred, George tiende a ser algo más... razonable.

Estábamos a tres días del sábado, cuando sería nuestra última primera visita a Hogsmeade como alumnos de séptimo curso cuando, en la comida, vi como Hermione se acercaba a los gemelos y les decía algo. A no ser que fuera verdaderamente importante, ella nunca se acercaba a decirles nada, así que empecé a preocuparme. Tenía que haber pasado algo de lo que no me había enterado, y era momento de hacerlo. Terminé rápidamente de comer ya que estaba viendo como el Trío de Oro se levantaba de la mesa. Les sigo de manera poco disimulada y, cuando ya estamos fuera del Gran Comedor, agarro a Hermione del brazo.

Te toca firmar, Abby. — Fred me pasa el pergamino y tardo tres segundos en apuntar mi nombre, para luego pasarle la hoja a Olivia, que está a mi derecha.

Cabeza de Puerco no es un lugar tan desagradable como pensaba, quizá tiene demasiado polvo, pero creo que es más porque aquí no viene mucha gente y el dueño del bar pasa de limpiar. Yo también pasaría para los cuatro gatos que vienen. Doy otro trago a la botella de cerveza de mantequilla mientras que observo cuantos somos. Según lo que ha contado Fred, somo veintinueve, pero parecemos muchos más. Ahora solo falta saber cuantos de ellos se unen al Ejercito de Dumbledore.

— ¡Abby, te estamos hablando! — Hermione me sacude fuertemente y vuelvo en mí. — ¿Estabas teniendo una visión?

— La reunión en Cabeza de Puerco va a ser todo un éxito. Este fin de semana, ¿no? —Les sonrío y veo como los tres asienten, con precaución.

— ¿Es lo que acabas de ver? —Pregunta Harry, y ahora quien asiente soy yo. — Genial, díselo a gente en la que confíes.

— No te preocupes, es lo que pensaba hacer, ¡nos vemos!

— ¿Pero no querías nada?

— ¡Ya no hace falta!

Grito a Hermione cuando ya estoy bastante lejos y me dispongo a ir a la biblioteca, donde debe estar Sam. Ahora tengo hora libre, al igual que ella, ya que ninguna cursamos Aritmancia. Sam porque los números no se le dan bien y yo porque no quiero intentar adivinar el futuro mediante los números, bastante tengo ya conmigo misma como para encima buscarlo.

Cuando llego, veo que tiene delante un montón de libros y, en cuanto me acerco un poco, veo que todos son libros de visiones, adivinación e incluso hay uno cuyo título es "Como evitar el futuro profetizado".

Save Him [Fred Weasley]Where stories live. Discover now