Save Him [Fred Weasley]

Final alternativo II

Nota importante: Esto es un nuevo final, nada de lo que pasa en el epílogo verdadero ni en el alternativo pasa aquí. Imaginad que no los leísteis nunca y lo último que sabéis es que Abby es La Muerte.

Sé que también dije que esto iba a ser lo último, pero... ¿puede ser que tenga /algo/ relacionado con los años 1 al 6 de Abby y los gemelos en Hogwarts? Sinceramente, no sé si lo subiré o no porque tengo que dejarles ir para centrarme en Primavera, ¡qué ya estoy empezando a planificar! Así que en nada empezaré a escribirla y... quien sabe si para Año nuevo no está disponible el primer capítulo ;) 

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Lo primero que siento es una presión en el pecho, como si alguien estuviera encima de mí. Luego viene el olor a quemado, a humo, a sangre. Le sigue el ruido de sollozos, de gritos de dolor. Pronto la boca me sabe a sangre y a las gachas que tía Muriel nos había obligado a cenar. Por último, abro los ojos para ver la poca luz que ilumina el Gran Comedor.

— Abby, por favor, despierta, te dije que como te atrevieses a morir por mi culpa te iba a revivir y matar yo mismo, por favor, despierta.

— Fred... ella no...

— ¡No es verdad, George, no está muerta!

— Freddie...

— ¡Abre los ojos de una vez!

— Ya los tengo abiertos —murmuro, y lentamente muevo el brazo hasta llegar a mi cabeza. No me había dado cuenta de que me dolía tanto.

— ¡Abby! —oigo gritar a la señora Weasley, y pronto la presión en el pecho desaparece para ser sustituida por un cálido abrazo. Que dura menos de lo que esperaba, ya que se aparta y me ayuda a sentarme.

— Estabas muerta —oigo susurrar a Ron. —Pasaste por nuestro lado, no pudimos pararte y llegaste a sufrir todo el golpe de la explosión.

— No estaba muerta —digo suavemente, recordando lo que acababa de ver. —No lo estaba.

— Te quiero tanto.

La voz de Fred suena alta y clara a mi lado, y a pesar de estar rodeados de cadáveres que no dejan de llamarme para que los ayude, me besa haciendo que, por unos breves segundos, me olvide de todo. Hasta que se separa, apoya su frente con la mía y entonces me levanto del suelo.

— Tengo que hacer una cosa —susurro.

No les doy tiempo a responder y salgo corriendo a donde me llevan las almas, los lugares donde murieron. Veo a Lupin y Tonks, de la mano y mirando tristes al horizonte, a Colin Creevery que tiene su cámara en las manos a pesar de no haber muerto con ella. Busco a Olivia, Claire y Sam, pero sé que es una estupidez ya que ya las han recogido. Recorro todo el castillo, llevando a todos los compañeros que habían muerto con mis amigas. Me acerco a la casa de los gritos, donde Snape espera sentado en el suelo. Pero sin duda alguna es cuando algo me llama en el Bosque Prohibido.

Oigo los gritos de júbilo de los mortífagos, el llanto de Hagrid y entonces veo a Harry en el suelo. Pero su alma no está allí. ¿Qué es entonces lo que me ha llamado? Ahora mismo siento en todos los lugares del mundo a los muggles ancianos falleciendo, a niños recién nacidos que no lo logran. Y delante tengo al Niño que sobrevivió, que ha vuelto a sobrevivir. Pero si no se mueve es porque tiene un plan, ¿no?

Salgo corriendo de vuelta hacia el castillo, antes de que me vean y consigo llegar hasta el vestíbulo y entrar dentro del Gran Comedor antes de que ellos lo hagan. 

Justo a tiempo para oír a Voldemort hablar de lo estúpido que es Harry. 

Quiero gritar, quiero matarle ahora mismo, pero por mucho que me concentro en él, no soy capaz de hacerlo.