Capítulo 27

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Nunca me había imaginado que morir fuera tan sencillo.

Había escapado a una maldición imperdonable, había atravesado un velo de la muerte y vuelto para contarlo.

Y en el último segundo, cuando debía estar viva, la explosión había acabado conmigo.

Pero seguía sintiendo mi cuerpo.

Sentía el mundo de los vivos y el de los muertos, las almas que rogaban ayuda para pasar al otro lado.

— Bienvenida, Abbigail.

Me giro en la neblina en la que estoy, buscando la voz que me sonaba de algo. A lo lejos puedo empezar a ver el castillo de Hogwarts ardiendo, y de allí viene lo que parece ser una sombra. Que pronto va tomando definición.

— Buenas noches, profesor Dumbledore.

— No esperaba verte aquí, Abiggail, según tengo entendido eres inmortal —dice el profesor Dumbledore, pero por algún motivo, me lo espero.

— ¿Dónde estamos? — pregunto, a la vez que me giro. Es como si estuviera a las afueras de Hogwarts, pero eso es imposible.

— En las afueras de Hogwarts, por lo que puedes ver — dice, pero sé que hay algo raro aquí.

— Esto no son las afueras de Hogwarts, profesor Dumbledore —digo, mientras que le miro fijamente—. Al igual que usted no es el profesor Dumbledore, ¿verdad?

— Lo soy y no lo soy, morí, Abbigail —dice, y por un momento consigo volver a creerme que es él—. Pensó que te sería más agradable ver un cara amiga que a ella.

—¿Ella?

Pero antes de que el profesor Dumbledore responda, sé la respuesta. Porque es obvio quien es. Y el profesor Dumbledore se da cuenta de que ya lo sé, y sonríe. Porque no hay mucho más que hacer que intentar confortar.

—¿Estoy muerta? —pregunto, pero el profesor Dumbledore no contesta y empieza a andar hacia el castillo.

—¿Has estado viva? —pregunta él de vuelta, y no puedo evitar suspirar.

—Creo que los acertijos ya no son necesarios, profesor.

—Comprendo que debes estar cansada de los acertijos después de siete años en la torre de Ravenclaw —dice, y yo asiento—. Creo que ya lo sabes, pero si insistes.

—Seguiré yo.

No me esperaba verme con una túnica raída, una guadaña en la mano izquierda y algunas cicatrices cruzando el cuello y las mejillas. A mi lado, el profesor Dumbledore asiente y entonces, sin más, desaparece, dejándome a solas con ella.

Mi otra madre.

—Por fin nos conocemos, Abbigail —dice, y duele. Cada palabra que pronuncia duele como si miles de agujas se clavaran en todas las partes de mi cuerpo. Un cuerpo que he dejado en Hogwarts, debajo de una pared—. Llevo muchos años esperándote, ha sido... complicado.

—¿Qué vas a hacerme? —digo, temiendo la respuesta. Torturar, asesinar, llevar la tristeza a las familias.

—Elegir.

—¿Alguna vez he tenido elección? —digo, y sin más empiezo a reír hasta que se me saltan las lágrimas. Y lloro como no lo he hecho nunca. Por mis amigas, por todos los caídos contra Voldemort hace dieciséis años y por los caídos ahora. Por no poder salvarles.

—No —dice, y entonces me fallan las piernas y caigo al suelo sin más—. No deberías haberte enamorado de ninguno de los dos humanos. Eres superior a eso, Abbigail, tu madre lo entendió, al igual que tu abuela y las demás mujeres de tu familia. Eres La Muerte, y estás por encima de todos esos mortales, hija. 

—¿No tenemos derecho a amar? ¿No es suficiente castigo la inmortalidad? ¿Perder a todos tus amigos? ¿Perder a tu familia? —digo entre lágrimas. Porque lo que está pidiendo es demasiado—. ¿Tengo que ser tú? ¿No pueden tener una segunda oportunidad? 

—Ellas te han dado la elección, no yo —dice, ignorando todas mis preguntas—. Si por mi fuera según hubieras terminado Hogwarts estarías aquí, cumpliendo tu destino. Me muero, Abbigail, ningún mundo puede estar sin mi. 

—¿Por qué ellas? —digo, tratando de entender que la muerte se muere. 

—No deberían existir, al igual que tu tampoco, pero se ofrecieron voluntarias y yo no rechazo una vida —levanto la cabeza para verla. Verme. ¿Seré inhumana en unos años? ¿O serán días?

—¿Qué elección me han dado?

—Puedes seguir con tu cuerpo mortal, transitando entre ambos mundos. Podrás despedirte, aunque quizá no te gusta lo que encuentras en el mundo mortal. ¿Estás dispuesta a aceptarlo?

—¿Acaso tengo otra opción?

Ríe. Río. Y entonces señalo el castillo. Tengo que volver hasta allí para continuar. O darla la mano y tomar mi destino.

El dolor empieza a volver a todas las partes de mi cuerpo cuando empiezo a andar hacia el castillo.  

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¡SORPRESAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Sí, he adelantado el capítulo dos días, pero es que ya no podía esperar más para subirlo

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Sí, he adelantado el capítulo dos días, pero es que ya no podía esperar más para subirlo.

¿Os lo esperabais? ¿Ha sido sorprendente? ¿O ha sido una mierda? 

¿Le concederá poderes especiales a Abby ser La Muerte? ¿Podrá revivir personas? ¿Matarlas con un solo pensamiento? ¡Pues la respuesta en el epílogo la semana que viene!

Por cierto, he cambiado de opinión por vez número mil con respecto al final. Así que lo dejo en vuestras manos, ¿final 1, final 2, final 3? Obviamente no voy a decir cual es cual, así que decidme en comentarios cual os gusta más por el número.

Save Him [Fred Weasley]Where stories live. Discover now