XIV

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Yona._Esta bien, pero... ¿de que se trata...?_.

Kaya._De una mujer hermosa y de un corazón tan puro como una flor de loto... que incluso fue la primera mujer humana que se unió a un Dios. Hiryuu..._ soltó una pequeña sonrisa de alegria_ el nombre de aquella humilde joven era... Harumi.

Narradora

La muchacha de intensos cabellos rojos como la sangre se quedo un poco impactada por el nombre de aquella mujer; recordando vagamente haber pronunciado aquel nombre antes de entrar a la cabaña.

Yona._¿Harumi...?_ pregunto anonadada.

La otra joven de ojos cafe rosado asintió.

Kaya._ Bueno la verdad no sé por donde empezar ya quien se sabe la historia perfectamente es Ryuumi~nesan (-3-)_ dijo con un puchero_ ya que esa historia es la verdadera explicación de porque Hiryuu decidió ser un humano... pero yo solo sé una parte, que es su primer encuentro_ soltó un suspiro de frustración_ déjame ver... ¡a ya se!_ dijo con alegria y se aclaro la garganta y empezó a relatar la historia.

Hace miles de años... el gran Dios dragon rojo vivía entre los cielos junto con sus otros cuatro hermanos... antes aquel Dios jamas creía que la bondad y la pureza  no habitaba dentro de los corazones humanos, ya que sus hermanos siempre decian que eramos seres traidores, oscuros, débiles e inferiores; que nosotros no merecíamos la atención de seres poderosos como ellos.

Pues el dragon rojo creía en las palabras de sus hermanos, haciendo que el tuviera el mismo punto de vista que ellos.

Sin embargo un día Hiryuu tuvo curiosidad sobre el mundo terrenal que nosotros habitamos. Descendiendo desde los cielos al unico lugar que un Dios podía estar y ni un humano que no es de un corazon puro no podia entrar.

El jardín celestial de los Dioses...

Pero en aquel dia que aquel Dios decidio venir a este mundo... sin imaginarse que ese dia conoceria a una hermosa joven de sedosos y largos cabellos lilas y grandes ojos rosas como las flores del cerezo.

La muchacha de unos 16 años entro a aquel lugar sagrado, entre sus brazos tenia a una pequeña gata de un suave y bonito pelaje blanco como la nieve, ambas criaturas de la naturaleza querian resguardarse de la repentina tormenta que se provocaba en los cielos.

La chica con gran desespero entro al Jardin de los Dioses, sin recordar de las advertencias que los aldeanos decian de esta cueva.

Al entrar la joven se quedo maravillada de la belleza que ofrecía este mítico lugar.

Pero no solo ella estaba presente...

A unos metros de distancia se encontraba un gran dragon que observava en dirección a la intrusa con gran curiosidad, ya que era la primera vez que veía a un humano tan de cerca.

El imponente dragon tenia una hermosa piel escamosa roja como la sangre misma y sus ojos típicos de su especie eran de un hermoso color morado pero brillantes.

Este se transformo en un humano, pero aun manteniendo su inmenso poder como Dios...

Su nueva apariencia física era de un alto y fornido hombre con unas delicadas facciones remarcando en un bello rostro.
Su cabellera era larga y sedosa del color rojo como el fuego; sus ojos ya de forma humana eran de su típico color morado un poco mas claro, que expresaban seriedad.

Sangre de DragonWhere stories live. Discover now