Sangre de Dragon

XX

Ryuumiko._ Vamos... ya que mañana al amanecer nos iremos de aquí_ se giro y entro nuevamente.

Cada uno se fue adentrando siguiendo a Ryuumi~chan.

Harumi... ¿ese no es el nombre de la mujer de la historia que me conto Kaya?

Puede ser que solo sea coincidencia.

Ryuumiko

Kaya/Zeno._ ¡Sumimase! ¡Sumimase!..._ hablaron los dos "jóvenes" arrodillados y llorando completamente abrazados el uno contra el otro frente a mi_ ¡Pero no queremos que nos ignores y tampoco nos mates!_ hablaron al unisono.

Despues de lo ocurrido con el grupo, me he mantenido seria e inexpresiva durante toda la noche.

Estaba muy enojada y molesta con esos dos, al estar apunto de hablar sobre algo que no les concernía en decir este tipo de cosad sin mi permiso. No les dirigía ha ambos palabra alguna; pero después de una hora al ver concluido la cena, tanto el pelidorado y la castaña fueron a que dejara de aplicarles la "ley del hielo", los he ignorado en todo momento.
Sin embargo su insistencia no cedia, hasta recurrir la situacion que actualmente estaba pasando, causando que estuviera completamente irritada.

Ya es hora de que detenga esto, o mi cabeza comenzara a sufrir una larga y dolorosa jaqueca.

Ryuumiko._ ¡Ya esta bien!_ se silensarion al escuchar mi vos de tono arisco_ dejare de no dirigirles la palabra y tampoco los matare_ ellos sonrieron al escuchar eso con su habitual comportamiento infantil_ Pero por favor... déjenme dormir... ya es mas de media noche y quiero descansar_ hable con agotamiento.

Zeno/Kaya._ ¡Hai! _ dijeron al unisono, después se retiraron con gran velocidad de mi habitación dejando donde ellos estaban una bruma blanca, también dejándome mi aclamado silencio para ya poder dormir.

Mañana mismo dejaría este lugar nuevamente, aunque con sinceridad no quería irme tan pronto; pero era algo que los dioses y el mismo destino ha decidido, dare todo mi empeño en convertir a Yona en una guerrera invencible y formidable; alguien digna para ser la reencarnación de mi padre que ha dos milenios solía ser.

No te preocupes Yona... yo te voy a guiar para que seas una digna reina para tu pueblo y tu nombre sera infinitamente recordado  atravez del tiempo, como la primera y mejor emperatriz de Kouka... e incluso mucho mejor que el anterior Rey Hiryuu.

Narradora

Apenas comenzaba salir el Sol y todos los hombres ya estaban listos fuera de la cabaña, que esperaban pacientemente a las tres únicas mujeres del grupo.

El trio de femeninas salieron, dos de ellas con radiantes y hermosas sonrisas, mientras que la pelicoral miraba los alrededores de forma nostálgica y con signos de melancolía; cosa que nadie pudo notar a excepción del Seiryuu que gracias a su poder él lo pudo ver, sin embargo decidió no hacer nada por el momento y solo la observaria.

Cada una con sus propias cosas para su prolongado viaje.

Kaya y Ryuumiko ambas compañeras llevaban sus respectivas mochilas, casi llenas de ropa, dinero, medicina y armas. Ellas se unieron a sus nuevos compañeros, que estos con una sonrisa particular les dieron la bienvenida, a excepción de cierto pelinegro que las miraba con seriedad y feialdad.

Cosa que ellas ignoraron sin ninguna dificultad.

Cada uno de ellos ya estaba listo para despedirse de ese mitico lugar a su manera, y dar comienzo nuevamente con su camino y tambien con la nueva aventura que les deparaba, donde juntos como una familia pasarían los obstáculos y dificultades que el destino les pusiera en frente.