¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(12) Leyendas.

El interior de la casa era amplio, daba a un comedor-cocina, de color blanco y de un color chocolate.
Me puse al lado de la encimera apoyada, Jacob a mi lado, Sam junto a Emily quien le dió besos por toda la cara dulcemente, los demás, se sentaron en una mesa de madera.

Emily tomó una bandeja con Muffins como la palma de mí mano de grandes.
Todos se levantaron para coger.

-Hey, hey, bestias, tranquilos. -Dijo alejando la bandeja de ellos, no pude evitar reír. -Las damas primero. -Dijo Emily acercándome la bandeja.

Tomé uno mientras los demás miraban como perritos hambrientos.

-Gracias. -Le dije sonriendo.

Ella me devolvió la sonrisa y después les ofreció la bandeja a los demás.
Todos comieron mínimo 3 muffins cuando yo aún estaba comiéndome el mío.

-¡Ese era mío! -Se quejó Seth.
-Pero yo lo ví primero. -Se defendió Quil.

Se estaban peleando por el último muffin de la bandeja de Emily.

-¿Lo quieres? -Me susurró Jacob.

Le enseñé mi Muffin aún sin acabar en forma de 'no'.
Él se encogió de hombros sonriente y se acercó a ellos.

-Tranquilos chicos no os peleeis. - Dijo Jacob poniendose entre ellos. -Ya me lo como yo. -Dijo y en un movimiento rápido cogió el Muffin y se lo comió en dos bocados.

Ellos le miraron con cara de asesinos y todos los demás rompimos a carcajadas.

La tarde pasó rápidamente, todos hacían bromas o peleaban entre ellos.
Comenzó a anochecer y todos salimos de la casa, supuestamente íbamos hacia la zona de la fogata.

En poco más de 5 minutos llegamos a una zona donde habían unos troncos listos para hacer una fogata, al rededor grandes troncos tumbados en forma de asientos.
A la par que nosotros llegó Leah, con un cuaderno y un boli.
En un tronco se sentaron Sam, Emily, Paul y Quil, en otro Leah, Jared y Embry y por último Seth, yo y Jacob, uno se quedó vacío.

Encendieron la fogata formando un fuego acogedor, aunque no tuviera nada de frío, me quedé mirando sus diferentes tonos de color rojo y naranja, sus llamaradas las cuales se perdían poco a poco en el cielo y salían unas nuevas.
El tiempo pasaba volando, unos bromeaban, otros comían, otros charlaban, Jacob se acostó en el tronco flexionando las rodillas y apoyando su cabeza en mis piernas, insconcientemente comencé a acariciar su pelo con mi mano, a él pareció gustarle pues cerró los ojos con una dulce sonrisa en la cara, estaba tranquilo aunque no podía evitar tener cierta preocupación, seguramente por saber que la tal Victoria deambulaba por aquí.
Embry y Jared discutían algo en voz baja lo cual no entendía, hasta que me metieron en la conversación.

-¡___! -Me llamó Jared.

Yo le miré esperando que continuara, sin dejar de acariciar el suave pelo de Jacob.

-¿Quién de aquí te agrada más? ¿A qué soy yo? -Dijo Jared con una sonrisa de orgullo, Jacob abrió los ojos para mirarles.
-Más quisieras tú, ¡soy yo! -Replicó Embry.

Reí ante aquella absurda discusión.

-Me agradáis todos. -Dije encongiéndome de hombros.
-Vamos, a alguien preferirás. -Insistió Jared.

No sabía que decir, no iba a elegir, entonces Seth se me adelantó.

-Es obvio que prefiere a Jacob. -Dijo Seth con una sonrisa y los ojos entrecerrados dirigiéndose a nosotros.

Todos nos miraron, incluso Leah, de repente me sentí incómoda, Jacob se percató.

-Sin contar a Jacob. -Dijo Jared rodando los ojos.

Jacob puso una sonrisa ante la expresión de Jared.

-Eso, ¿y sin contar a Jacob? -Dijo esta vez Paul, los 3 chicos me miraron expectantes.
-Emily. -Sabía que hablaban entre ellos por eso le dije a ella.

Todos rieron excepto ellos 3, Seth me puso la mano para que la chocara y eso hice con mi mano sobrante, Emily me miró y me sonrió.

-Admitid vuestra derrota. -Les dijo Seth.

Entonces vinieron hacia nosotros tres hombres, reconocí a uno, a Billy, el padre de Jacob, quien me saludó con una sonrisa e hice lo mismo.

Los otros dos se sentaron en el tronco vacío y Billy se puso al lado en su silla de ruedas.

-Bien, hora de las leyendas. -Dijo Embry sonriente.
-¿Qué leyendas? -Le pregunté en un susurró a Jacob.
-Los adultos nos cuentan leyendas sobre nuestros antepasados. -Me contestó.

Yo miré atenta a los adultos, Emily hizo lo mismo con su bolígrafo y su libreta preparada para escribir.

-Contaré la historia de 'Los fríos' -Dijo Billy.

Todos se quedaron en silencio y atentos a sus palabras.

-Érase una vez, un buen hombre, un hombre lobo llamado Taha Aki, éste se había casado dos veces, pero como no envejecía debido a la transformación gradual en un lobo, ambas esposas murieron. Improntó a una nueva mujer joven y se casaron; ella fue conocida como la Tercera Esposa. Taha Aki decidió renunciar a su espíritu lobuno para que pudiera envejecer, tener hijos y morir con ella. Años después su hijo Taha Wi y cinco más salieron a investigar porqué los habitantes de las tribus desaparecían, se encontraron a alguien, con dos cadáveres alrededor, era como un hombre, pero duró como la piedra y frío como el hielo. -Me estremecí.

¿Por eso odiaban a los Cullen? ¿Porque sus antepasados luchaban contra los vampiros?

-Taha Wi y sus dos hermanos nunca regresaron, Taha Aki lloró por sus hijos, pero dos años más tarde encontraron un olor enfermizo, sólo Yaha Uta el hijo mayor de la Tercera Esposa y el miembro más joven de la manada, regresó llevando consigo un cadáver frío y pedregoso en pedazos, su boca estaba manchada de sangre y sus ojos brillaban en rojo, lo denominaron, 'El frío' y 'Chupa Sangre' -Chupasangres, así llamó Jacob una vez a los Vampiros. -Un día, la compañera del hombre frío, la mujer fría vino para vengar su muerte, mató a Yaha Uta, Taha Aki luchó con todas sus fuerzas contra ella, pero iba perdiendo, La Tercera Esposa, viendo la derrota de su marido tomó una daga, hundiéndola en su propio corazón, la mujer fría se distrajo con el olor de la sangre y Taha Aki acabó con ella.

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