¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(84) La guerra ha terminado.

Estaba tirada en el suelo, con un enorme charco de sangre bajo su cuerpo, la manada corrió hacia ella y yo hice lo mismo.

Renesmee estaba sentada en el suelo al lado de ella, posando su mano llena de sangre en su débil lobo.

-Cariño, ¿qué ha pasado? -Le pregunté alertada.

Ella aterrada me tendió su temblorosa mano para llevarla hacia mi mejilla.

Unas horrorosas visiones me invadieron.

{...}

La veloz loba corría y corría huyendo de aquel lugar de guerra, llevando en su lomo a una pequeña niña a la cual se prometió a sí misma proteger con su propia vida.

Captó un aroma diferente y bastante fuerte, que se acercaba con rapidez hacia ellas.
Se alertó y aumentó la velocidad, aunque no fué suficiente.

Una sombra negra se encontraba al lado de éstas, le miró a los ojos, con una sonrisa malévola que aterraba a cualquier ser.

Sabía a quien quería, a la niña, y no iba a permitir que se saliese con la suya.

Gruñó con todas sus fuerzas y corrió todo lo rápido que le permitían sus cuatro patas.
Intentó acercarse a la niña y con un rápido movimiento su mandíbula le hizo retroceder.

Pareció perderle de vista por un momento cuando ejecutó su segundo movimiento, un fuerte arañazo que le hizo arder a la loba el lomo.

Gruñó con ferocidad e intentó atacarle, pero no hubo suerte.
Aquel vampiro cambió de lado y desprevenidamente la lanzó haciéndola chocar contra el tronco de un árbol, el cual se rompió al contacto con ella.

Un fuerte golpe le produjo un dolor de cabeza insoportable.

Atrajo a la niña inocente hacia ella para cubrirla, divisó al vampiro y se abalanzó sobre él, de un estruendoso crujido la mano del vampiro salió disparada.

De un golpe la lanzó contra la nieve chocando con una roca dura y fría.
Su visión se nubló y el vampiro sonrió maliciosamente relamiendo sus colmillos mientras se acercaba a la joven niña.

Sacó fuerza de donde ni ella misma pensaba que tenía para levantarse y lanzarse sobre el vampiro, agarró su cráneo con ferocidad y en cuestión de segundos lo separó de su cuerpo... un agudo dolor llamó su atención cuando descubrió que el vampiro le había clavado una afilada rama de un árbol y su sangre comenzaba a salir con fluidez...

{...}

Abrí mis ojos completamente aterrorizada, dirigí mi vista a Leah quien efectivamente tenía una rama en la parte inferior del lomo, mis manos comenzaron a temblar.

-¡Hay que sacárselo! -Alerté.
-Podría desangrarse, intentemos llevarla a la casa para ver si puedo curarla a tiempo. -Explicó Carlisle.
-¿Y si se desangra antes de llegar? -Especuló Bella.

Se produjo un silencio, el cual era más doloroso que la propia respuesta.

Jake gruñó llamando la atención de todos.
Pareció hablarle a Leah alertado, mientras que Seth lamía su hocico apenado..

-No consigue salir de su forma lobuna. -Dijo Edward.

Nos miramos entre nosotros, Garrrett dió un paso al frente al igual que Benjamín, ambos alzaron a la loba con todas sus fuerzas.

Jake gruñó pidiendo que la subieran a su lomo.
Le hicimos caso y montamos a la loba en él.

-Vamos.

Corrimos dirección a la casa de los Cullen, una parte de mí sentía que el sufrimiento no había acabado, la manada tenía toda la atención en Leah, quien se debatía ahora mismo entre la vida y la muerte, ni siquiera teníamos tiempo ni espacio en nuestro corazón para lamentar las pérdidas, todos teníamos presente ese dolor y ese vacío pero nadie se atrevía a mencionarlo.

Sam...Esme...Tanya... tanto ellos como muchos otros han sacrificado su vida por salvarnos, por que saliésemos con vida de aquella batalla, y ahora Leah se encontraba en esa pequeña línea que puede significar el fin de su vida, ella mismo eligió arriesgarse sabiendo que puede morir, por salvar la vida de una pequeña niña invadida por la culpabilidad.

Nadie se atreve a mencionar absolutamente nada acerca de las pérdidas, como si fuera un punto que se puede dejar de lado y no volver a tocar, aunque sabemos que tarde o temprano hará presencia y las lágrimas no tardarán en caer por nuestras mejillas...

-Hey. -Una suave y cansada voz llamó mi atención.

Alcé la vista, cuando me quise dar cuenta una lágrima caía por mi rostro, la limpié con rapidez y miré a Jake, el causante de la voz, quien acababa de salir de la habitación donde se encontraba Leah.

-¿C-como está?
-Se encuentra en estado grave pero puede recuperarse gracias a su curación de Licántropo.

Suspiré de alivio.

-¿Entonces va a sobrevivir?
-Hay mucha probabilidades de que sí. -Contestó. -Pero no tentemos a la suerte.

Aún así seguía siendo una buena noticia para mí, saber que seguramente saldría con vida de aquella camilla de enfermería.

Sin poder aferrarme más a mi firmeza caí en los brazos de Jake buscando consuelo desespertadamente.

-Estamos bien.-susurró en mi oido. -Todo a pasado.
-¿H-ha acabado? ¿Definitivamente?

Separé mi rostro de su pecho para mirarle a los ojos, buscando una respuesta.
Él miró mis ojos de vuelta, tratando de calmar mi pánico y temor, hasta que segundos después se decidió a responder.

-Sí, la guerra ha terminado, definitivamente.

Mis manos subieron a su cabello para enredarse en sus alborotados mechones oscuros y atraje su rostro hacia mí, él enredó sus brazos en mi cintura y hundió su cabeza en mi cuello, le abracé como si aún existiera miedo en mi interior y pudiera perderle en cualquier instante, aferrándome a el como la última partícula de oxígeno en el mundo, que si en verdad así fuera, se la daría a él... si actualmente sigo con vida es gracias a él, me ha salvado la vida incontables veces, se a convertido en la persona más imprescindible en mi vida, y, aunque nunca me ha gustado depender moralmente de nadie debo admitir que de él si lo hago, y sinceramente confío en él como para entregarle mi eternidad, toda mi vida para estar junto a él, con quien ahora comparto una hermosa hija y un futuro bebé que aún yace en mi estómago....

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¡¡Nueva sorpresa!!
¡ ___ embarazada!
¿Que os ha parecido?
Espero que os haya gustado❣