¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(16) Neófitos.

Cerró sus ojos, e hice lo mismo cuando su rostro estaba a escasos centímetros del mío, acerqué mi rostro al suyo y cuando apenas puse sentir el roce de sus suaves labios con los míos, mi móvil sonó ruidosamente en el bolsillo de mi pantalón.

Jacob tragó saliva y apretó la mandibula para después separarse de mí con pocas ganas.
Inspiré hondo, con el rostro completamente ruborizado y tomé el móvil.

-¿Si? -Respondí.
-___, necesito que vengas a casa de Edward, es urgente, corremos peligro. -Era mi hermana, su voz sonaba horrorizada.

Abrí mis ojos como platos mientras el terror se apoderaba de mi cuerpo.

-¿Que ocurre? -Preguntó Jacob preocupado al ver mi expresión.

Las palabras no salían de mí, así que, le tendí el móvil a Jacob para que lo tomara.

-¿Que ocurre? -Preguntó, se hizo un silencio mientras él escuchaba. -Imposible, hemos estado la manada toda la noche en guardia y no hemos encontrado ni rastro de aquel olor.

Eso justificaba porque Jacob estaba durmiendo cuando llegué, había estado en busca de aquel vampiro que entró en mi cuarto, me estremecí.

-Si, esta bien, estaremos allí en cinco minutos. -Colgó el móvil y me lo devolvió.

Le miré desesperada, él me miró con la preocupación en sus ojos, suspiró y me envolvió con sus brazos.

-Todo va a salir bien. -Susurró. -Tenemos que ir a casa de los Cullen. -Dijo aunque no parecía agradarle la idea de ir allí.

Fuimos hacia mi coche, Jacob me pidió conducir él y yo acepté.

-Por eso estabas durmiendo cuando llegué, no habías dormido en toda la noche. -Dije mientras él arrancaba el coche.
-Hicimos guardia por si a Victoria o a otro de esos chupasangres se les ocurría volver.
-Es peligroso...
-Para nosotros no, estamos hechos para proteger a los humanos de ellos, sabemos cómo matarlos. -Me tensé ante aquella idea.

Llegamos a la casa de los Cullen donde Bella estaba fuera esperádonos, salimos del coche y se acercó a nosotros corriendo.

-¡___! -Dijo abrazándome.
-Bella, ¿que ocurre?
-Entrad. -Nos pidió.

Jacob hizo una mueca de disgusto, debe de ser incómodo para él estar en una casa repleta de vampiros.
Al entrar estaban todos los Cullen en círculo, Jasper abrazaba a Alice quien estaba con la cabeza entre sus manos sentada en el sofá, Esme a su otro lado, Carlisle en un sillón y Rosalie y Emmet sentados en el suelo, Jacob, Bella y yo no apoyamos en la pared y Edward se colocó al lado de Bella.

-¿Que ocurre? -Pregunté rompiéndo el silencio.
-Alice a tenido una visión, alguien está en Seattle convirtiendo a neófitos sin control, el problema es que éstos se dirigen hacia Forks, seguramente guarde relación con el aroma de tu cuarto y por eso tu jersey desapareció, probablemente lo cogió, así pueden seguir tu olor con facilidad, también el de Bella, vuestros olores son similarmente agradables para ellos. -Jacob se tensó y yo me estremecí.
-¿Y porqué las quieren a ellas? -Preguntó Jacob.
-Eso es lo que no sabemos, debe de haber alguien detrás que los esté guiando, pero no logramos saber quién.
-Espera, ¿que son neófitos?
-Son vampiros recién convertidos, no saben lo que hacen, son más fuertes y lo único que buscan es sangre. -Explicó Edward.

Entonces el vampiro que entró a mi cuarto cogió mi jersey y vienen a por nosotros.

-Por eso sabemos que hay un vampiro más antiguo entre ellos, un neófito no hace estas cosas, no piensa, solo mata. -Dijo Jasper, un escalofrío recorrió mi cuerpo.
-Jasper, en su pasado, se encancargaba de entrenar a los neófitos, sabe como luchar contra ellos.
-¿Cuantos son? -Pregunté.
-No lo sé exactamente, unos veinticuatro.

Mis ojos se abrieron como platos.

-Tienen el jersey de ___, no nos queda otra que luchar. -Dijo Emmett.
-La manada luchará con vosotros. -Dijo Jacob decidido.
-¡¿Que!? -Dije en susurro mientras le miraba.
-No pasa nada. -Me susurró.

Tomé su mano y él acarició la mía con el dedo.

-Podré enseñaros los trucos para luchar contra ellos. -Dijo Jasper dirigiéndose a Jacob.

Jacob asintió.

-¿Cuando llegarán? -Preguntó.
-Mañana, a última hora de la mañana. -Le contestó Rosalie.
-Tenemos que llevar a Bella y a ___ a un lugar seguro, donde no puedan seguir su rastro. -Dijo Alice.
-Pueden olerlas tanto a ellas como a nosotros. -Dijo Esme.
-Con nosotros no pueden seguir su rastro, Seth y yo las llevaremos.
-Buena idea. -Coincidió Edward. -Se me ocurre una zona de la montaña lo suficientemente alta para que no puedan olerlas.
-Los atraeremos hasta el claro que hay aquí cerca, lucharemos ahí. -Dijo Emmett.
-¿Cómo conseguiremos hacer que vayan hasta allí? -Preguntó Rosalie.
-Yo sé cómo. -Hablé. -Les atrae el olor de nuestra sangre ¿no?

Todos lo entendieron al instante.

-Podemos practicar por la noche. -Sugirió Jasper. -Mañana nos encargaremos de hacer lo demás.

Todos asintieron.

-Voy a hablar con Sam, estaremos aquí al anochecer. -Dijo Jacob girándose hacia la puerta.
-Jake... -Le llamé saliendo detrás de él.

Él se giró, esperando a que hablara.

-S-son demasiado fuertes, podéis salir heridos... -Dije mientras miraba sus ojos con tristreza.
-___ , nosotros también somos fuertes, no es la primera vez que nos enfrentamos a vampiros, aquel día, en el prado, matar a aquel estúpido chupasangre fué pan comido.
-No quiero que te pase nada. -Mi voz sonó apenas audible.

Se acercó a mí.

-No me va a pasar nada. -Susurró antes de besar mi frente con detenimiento. -Vuelvo en un rato.

Entonces corrió hasta adentrarse en el bosque, se movieron los matorrales y se escuchó un fuerte aullido.
Entré a la casa de nuevo, todos me miraron en silencio y después comenzaron a conversar entre ellos.

Bella me abrazó con uno de sus brazos y apoyó su cabeza sobre la mía.

-He de admitir que es un detalle por la parte de los Licántropos que se ofrezcan a combatir junto a nosotros. -Admitió Carlisle.

Algunos me miraron de reojo y me sentí incómoda.

-Aún así. -Continuó Carlisle.

No pasó mucho tiempo cuando escuchamos varios aullidos.

-Ya están aquí. -Informó Edward

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