¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(43) ¡Egoísta!

Un escalofrío recorrió mi cuerpo y comencé a temblar.

-T-tenemos q-que ir a c-casa de los C-cullen, se trata de B-Bella. -Tartamudeé.

Llegamos rápidamente a casa de los Cullen, Carlisle nos recibió con tranquilidad.

-¿Donde está? -Pregunté con rapidez.
-En la planta de arriba...

No le dejé continuar y subí a la planta de arriba en busca de ella, escuché el supiro de Carlisle.
Nada más llegar a la habitación donde se encontraba la visualicé.

-¡Bella! Dios mío, ¡estás horribe! ¿Que te ha pasado? -Pregunté acercándome a ella.

Tenía todo el cuerpo cubierto con mantas, su rostro estaba sumamente delgado, se le marcaban los huesos de la cara, estaba chupada.

-Yo también me alegro de verte. -Dijo irónica, la miré con preocupación, esperando a que contestara a mi pregunta, ella suspiró. -Será mejor que lo veas por tí misma, Rose ayúdame a levantarme.

Entonces me percaté que todos los Cullen estaban allí, quietos como estatuas observando la escena.
Rosalie agarró a Bella para ayudarle a levantarse, las mantas se calleron al suelo dejando al descubierto la enorme barriga de Bella, Jacob se sobresaltó y yo me quedé inmóvil, i-imposible...

Pasaron diez eternos segundos y nadie habló.

-I-imposible, s-solo ha p-pasado un m-mes. -Mi voz sonaba entrecortada, era cierto, en un mes su barriga no podía estar así de enorme, apenas le quedarían días hasta el parto.
-Es porque lo que hay en el interior de Bella no es un bebé cualquiera, no puedo verle, tiene una capa tán gruesa como nuestra piel, ni si quiera los rayos X hacen efecto, crece con rapidez y eso consume a Bella. -Explicó Carlisle.
-¿Un vampiro puede dejar embarazada a una humana? -Preguntó Jacob impactado.
-No lo sabía, pero parece que sí.  -Edward parecía roto, destrozado.
-Eso la está matando. -Dije mirando su aspecto, sus piernas eran menos de la mitad que sus piernas normales, sus brazos sólo eran huesos y su cara completamente absorbida, ella no podía criar a un vampiro en su interior.
-¡Eso es un bebé! -Le defendió Rosalie.
-Bella quiere tener el bebé, Rose está de parte de ella. -Dijo Alice seria.
-¡¿Tenerlo?! ¿Estás loca? -Dije alzando la voz.

Bella suspiró.

-Os dejaremos a solas. -Dijo Edward, todos se marcharon, Rose ayudó a Bella a sentarse de nuevo y dudó en marcharse pero terminó haciéndolo.

-___ , entiéndeme. -Me pidió.
-Bella estás loca, cómo quieres que te entienda si te vas a matar a tí misma por tener a ese bebé o lo que sea.
-___ es mi bebé.
-Bella vas a morir. -Las lágrimas inundaron mis ojos.
-No hay porqué, tengo una idea, al tener el bebé me morderán, seré un vampiro antes de morir.
-Eso es arriesgado, y quien sabe si eso no te mata antes. -Mis palabras se clavaban como puñales en el pecho de Bella.
-___ es mí hijo, voy a tenerlo.

La miré con decepción, iba a morir por tener ese bebé vampiro, la iba a perder y eso no le importaba.

-¿Sabes? ¡Eres una egoísta! ¡No te importa dejarme, te voy a perder, voy a perder a mi hermana y eso te da igual! -Grité esas palabras con la lágrimas en mis ojos y sin si quiera mirarla salí de allí, visualicé a Edward en la puerta con la mirada perdida, lo ignoré y salí de la casa.

Una vez fuera me tiré al césped escondiendo mi rostro entre mis manos, rompiendo en llanto de nuevo.

Sentí unos brazos, unos cálidos brazos, me aferré a ellos escondiendo mi rostro en su pecho, sentí como me envolvía estrechándome contra él.

-Lo siento. -Dije cuando mi llanto cesó y me ví capacitada para hablar.
-¿Porqué?
-Te he llenado de lágrimas.

Escuché una pequeña carcajada por su parte.

-No seas boba. -Me estrechó contra él de nuevo y besó mi cabeza.

Puse una pequeña sonrisa la cual se borró rápidamente.

-Bella acaba de dormirse, no paraba de suplicarnos que te trajeramos de vuelta, estaba muy dolida. -Escuché la voz de Alice.

No debí de haberle gritado, pero en ese momento era incapaz de controlarme.
Suspiré y vacilé antes de contestar.

-Vendré mañana. -Prometí, estaba anocheciendo y no iba a despertarla.

Alice vino a abrazarme.

-Créeme, pienso igual que tú, pero nada puede contra el instinto de una madre.

Suspiré y la abracé con fuerza, no quería volver al tema.

-Te veo mañana. -Ella asintió y besó mi frente, le dediqué una pequeña sonrisa antes de girarme.

Una vez en casa Charlie me habló sobre Bella, al parecer el sigue creyendo que está en la luna de miel, igual que yo hace unas horas.

Apenas logré dormir, independientemente de que Jake estuviera allí conmigo, me mantuve parte de la noche en vela sin dejar de darle vueltas al asunto.

A la mañana siguiente amanecí cansada, me vestí con rapidez para hacer lo que prometí, ir a ver a Bella, debía de sentirse muy mal por lo que le dije, no es justo, pero no debí gritarle. 

Fuimos hasta la casa de los Cullen donde estaban Edward y Bella sentados en el sofá, ella estaba con una sonrisa acurrucada en el hombro de Edward.

Agarré la mano de Jacob antes de avanzar hasta ellos.

-¡___! ¡Has venido! Lo siento yo....
-Tranquila Bella, fué mi culpa, no debí gritarte. -Dije con calma.

Ella me miró a los ojos, estudiando mi expresión.

-Gracias... pero tenías razón, soy tán egoísta...
-Sigo pensando que no está bien lo que vas a hacer, pero al fin y al cabo es tu decisión.
-___ , te quiero, más que a mí misma pero ahora este bebé me necesita, es mí bebé y no puedo hacerle eso.

Suspiré, supongo que no entiendo ese instinto de madre pero, es mi hermana...no puedo perderla...

-Bella, eres mi hermana, con quien he compartido mi vida desde que nací, con la única con la que he podido contar siempre, con quien he llorado, reído y peleado, pero siempre hemos estado juntas, de hecho, eres más que una hermana para mí, y no estoy preparada para perderte...