¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(74) Acepto.

Piensa ___, piensa.

Una y otra vez, dando vueltas de un lado para otro.

Necesitas resolver esto.

Me quedé por un momento quieta, mirando una de las paredes de la sala de mi casa, donde había una pequeña estantería repleta de libros, pero, uno de ellos me llamó la atención.

Saqué con rapidez la página que tenía en el bolsillo trasero del pantalón y miré con detenimiento el libro del cual la página ha sido arrancada.

¡Claro!

Me aproximé a la estantería y tomé uno de los libros 'Romeo y Julieta', lo abrí por las primeras páginas y coloqué la hoja arrugada que tenía en la mano, exactamente, coincidían a la perfección.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al saber que quien está haciendo todo esto ha estado en nuestra casa.

Busqué entre sus páginas en busca de alguna otra pista, en la última página había escrito a lápiz y con la misma letra una dirección, arranqué la página y la guardé en mi bolsillo trasero del pantalón, cerré el libro y lo coloqué en la estantería.

No me dió tiempo a girarme cuando escuché un ruido, Jake y Liv entraban con la puerta.

Mierda.

La hoja de la nota que encontré en el bosque, ahora inservible la eché a la chimenea la cual prendía con abundancia, a los segundos la hoja había desaparecido...

[...]

Di la vuelta de nuevo en la cama, no podía dormir, tenía tanto inquietud como miedo, no me hace nada de gracia que esa persona esté merodeando cerca de mis seres queridos.

Me giré para ver el rostro de Jacob, iluminado por la luz de la luna, pues el sol aún no había salido, tan dulce y tierno, me resistí a la acción de acariciar su mejilla pues lo último que quería era despertarle.

Me incorporé en la cama y decidida me levanté y busqué algo de ropa para ponerme.

Tomé un bolígrafo y alguna hoja y escribí:

Si despiertas no te preocupes, he ido a ver a Charlie, volveré en seguida.

-Te quiero, ___.

Mentirle me hacía sentir fatal pero si quería hacer esto no tenía otra alternativa.
Me aseguré de llevar la hoja con la dirección y salí de la casa.

Aquella dirección llevaba a Port Angeles, lo cual no estaba muy lejos de Forks.
Una vez llegué allí la calle que indicaba parecía ser un callejón el cual se encontraba al lado de un bar de pintas no muy agradables.

Me paré un par de segundos antes de entrar a aquel callejón, estrecho y oscuro.
Inspiré hondo y entré, debía hacerlo.

Conforme me adentraba en él se iba ampliando.
Miré a los alrededores pero no divisé a nadie, estaba a punto de pensar que me había equivocado o que nadie se presentaría cuando 4 sombras negras aparecieron delante de mí.

Me mantuve firme y alerta, estos levantaron sus capuchas dejando ver sus rostros.

Jane, Alec, Felix y Demetri.

Como no, es cosa de los Vulturis.

- Vaya, has venido pequeña ___. -Habló Demetri.

No contesté, me limité a mirar sus malévolos ojos.

-¿Para que me habéis traído? -Hablé fría y cortante.
-Ya lo hemos dicho, para que así salves a tu querida familia. -Respondió Felix.
-Solo seguimos las órdenes de Aro. -Jane habló por primera vez.
-Si quieres que dejemos en paz a tus amiguitos debes de hacer algo para nosotros.

Miré el rostro de Demetri, esta vez serio, tragué saliva y fruncí el ceño.

-Bien, ¿qué queréis?
-Tranquila querida, no pensamos que aceptarías con tanta facilidad. -Admitió Felix.
-Aro hablará contigo en persona sobre esto.

Las palabra se Jane hicieron que me tensara, aún más.
Sentía la intensa mirada de Alec posada en mí cada centésima de segundo.

-Nos pondremos en contacto contigo pronto. -Me informó Demetri con una sonrisa.

Sin más que decir en menos de un segundo habían desaparecido, para entonces me dí cuenta de que se me estaba dificultando la respiración, traté de relajarme mientras que mis ojos comenzaron a cristalizarse.

Los limpié con mi mano y me dí media vuelta para salir de allí con rapidez, por primera vez en el día miré la hora, las 7:00 am, una vez fuera del callejón comencé a caminar hacia el coche, escuché varias voces y risas, cuando divisé a un grupo de unos 5 hombres con botellas en la mano y seguramente borrachos.

Traté de pasar con rapidez pero estos comenzaron a hablarme mientras se acercaban.

-¡Hey tu! -Dijo uno de ellos.
-Ven aquí, vamos a pasar un buen rato.

Apenas vocalizaban y desde aquí podía oler el alcohol.
Ignoré sus comentarios y seguí caminando, pero uno de ellos se puso delante de mí.

-Guapa, te hablamos a tí.

Me alejé bruscamente de él.

-¡No seas tan arisca! -Le miré con desprecio y repulsión, éste pareció asustarse y dió unos pasos hacia atrás.

No estaba de humor como para que un grupo de borrachos estúpidos me incordiasen.

-¿No ves que es una simple niñita que no sabe apreciar nuestro cariñ..

Alzó su mano para tocar mi rostro pero antes de que pudiera hacerlo la tomé y con fuerza la doblé haciéndola crujir.

-¡Ahh! ¡Será zorra! -Gritó de dolor mientras miraba su mano la cual apenas podía mover.

Me dí la vuelta para seguir mi camino cuando alguien habló.

-WoW. -Esa persona comenzó a aplaudir, su voz me resultaba demasiado familiar.

Miré en su dirección y abrí mis ojos como platos al ver a quien tenía delante.

-¡Garrett!
-El mismo. -Contestó sonriente.
-¿Que haces tú por aquí?
-Pensé en visitar a mis amigos los Cullen y decidí hacer una parada para cenar, ya sabes, y me encuentro a estos hombres molestando a mi híbrida preferida.

Me extrañó ver cómo Garrett se mostraba y hablaba sobre mí delante de aquellos humanos, pero luego entendí que ellos no vivirían para contarlo.
Además en esta zona solo habían callejones como el de antes o calles deshabitadas y oscuras, no me extraña que los Vulturis eligieran este lugar en específico.

-Así que, a eso os dedicáis, a molestar a las mujeres que pasan por aquí.

Se acercó con pasos vacilantes a ellos.

-N-no, no le queríamos hacer n-nada.
-Efectivamente, f-fue ella, me dobló la muñeca.

Todos ellos trataban de defenderse asustados, contuve la risa al ver que uno se hizo pis encima.

-Es un poco tarde para arrepentirse.

Garrett tomó a dos de ellos, calleron al suelo, no lo dudó en hincar sus dientes en el cuello de éstos.

Los otros comenzaron a correr, pero como apenas podían mantenerse en pié dos de ellos se cayeron, Garret alcanzó al otro con facilidad y también acabó con él, para finalizar se dirigió a los dos últimos.

-¿No quieres? -Se dirigió a mí, con todos sus labios y dientes repletos de sangre humana.

Yo negué con la cabeza aguantando la respiración.

-Oh, es cierto, nada de sangre humana.

Y sin más acabó con los otros dos.

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Para quien no sepa lo que significa la palabra arisca porque en su país no sea común o lo que sea, significa fría o antipática.

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