(35) Volterra.

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Inspiré hondo y divisé el interior de aquel enorme lugar.
Tenía altos techos y un estilo antiguo, de colores oscuros.

Bella tomó mi mano con fuerza cuando 3 vampiros de ojos rojos nos recibieron.
Nos los conocía por lo que supuse que eran de la guardia.
La piel de éstos era más pálida de lo normal, más que la de Edward, Alice o alguno de los Cullen.

-Aro estará encantado de recibiros. -Dijo el del medio con su intimidante voz.

Pero yo tenía miedo, no ahora que había perdido a una de las personas que más amaba, por no decir la que más.
Nos condujeron por un ámplio y vacío pasillo, tanto Edward, como Carlisle y Alice estaban tensos, y mi hermana invadida por el temor.
Al final de éste, había una grán puerta de madera, la cual chirrió
tenebrosamente al abrirse.

-¡Oh! Pero si es mi viejo amigo Carlisle, ¡has venido! -Dijo un vampiro de pelo largo, negro como el carbón y una grande y
espeluznante sonrisa.
-Saludos Aro, efectivamente, hemos venido nada más recibir tu invitación. -Habló.
-Vaya, mi querida Bella, y tu debes de ser su hermana ___ .

Se dirigió a mí y sonrió ampliamente, yo asentí con el ceño ligeramente fruncido.

-¿Me permites? -Dijo tomando mi mano.

Yo miré a los demás antes de responder.

-Sólo quiere ver tus pensamientos. -Me dijo Edward asintiendo.

Yo le ofrecí mi mano temblorosa la cual envolvió en sus frías y duras manos, me estremecí.
Aro cerró los ojos durante escasos segundos para después abrirlos.

-Vaya, tienes coraje, pero te castigas demasiado a tí misma por algo que has hecho, ¿amor? ¡Cuanto lo siento! -Tragué con dificultad. -Pero no veo que ella esté considerando la opción de ser uno de los nuestros.
-Aún lo estamos hablando, pero no hay problema por eso. -Respondió rápido Carlisle.

¿Yo? ¿Uno de los suyos? Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

-Ya sabes que los humanos no pueden saber de nuestra existencia, no me lo pongas difícil Carlisle.
-No se preocupe, nos encargaremos de ello.

Aro asintió sin borrar la satisfecha sonrisa del rostro y se acercó a Bella.

-¿Y bien? ¿Cual es la fecha querida?
-D-después de la graduacción.

Aro meditó por un segundo y después suspiró.

-Que así sea. -Coincidió Aro. -Estoy deseando ver a la nueva Bella. -Dijo con un tono amenazante en la voz.

Se produjo un silencio, hasta que Carlisle lo rompió.

-Bueno, pues ya conoce a ___ .
-Efectivamente, ha sido todo un gusto. -Ví como Edward se tensó. -Sois invitados a quedaros con nosotros cuanto os plazca.
-Lo agradezco, pero tenemos un poco de prisa. -Dijo Carlisle.

Aro examinó su expresión durante un segundo y luego retiró la mirada.

-Como desees, espero veros pronto, amigos míos.

Entonces una ola de esperanza recorrió mi cuerpo, ¿no iban a matarnos? Mi cuerpo se relajó un poco ante esa posibilidad.
Edward pasó su brazo por mí y por Bella para que nos girásemos y marcharnos.

-Hasta mas ver. -Se despidió Carlisle.

Edward y Alice asintieron en forma de despedida y Aro nos sonrió, retiré rápidamente mi vista de él para poder centrarme en caminar y salir de ahí.

Mientras nos alejábamos sentía la mirada de todos los que habían en la sala, cuando las puertas se cerraron se escuchó un murmullo, mucha gente apareció de repente, pero eran humanos, y parecián turistas, guiados por lo que parecía un guía turístico.

-¿Que hacen aqui? -Susurré.
-Mejor que no lo sepas. -Me dijo Alice.

Entonces las puertas de la habitación por la cual habíamos salido se abrieron, dejando pasar a todos ellos, seguidamente sólo se escuchaban gritos de terror, los cuales se iban disipando.
Cuando supe lo que les estaba pasando a aquellas inocentes personas comencé a temblar, Bella cerró los ojos con fuerza mientras tapaba sus oídos.

Salimos a paso más ligero de allí y cuando pude respirar aire fresco pensé, lo hemos logrado, no iba a morir allí, no me iban a asesinar esos vampiros, seguía viva.
Los demás Cullen suspiraron aliviados al vernos y Esme me abrazó con fuerza, a veces me recordaba a Renee, se comportaba como una verdadera madre.

El sol había salido por lo que los Cullen se refugiaban en las sombras que dejaban los edificios.
Llegamos hasta los coches y nos montamos, cuando dejamos lo suficientemente lejos aquel lugar dije...

-¿L-lo hemos logrado? -Mi voz sonaba en un susurro apenas audible.
-Si, estamos bien. -Me dijo Bella.

Me abrazó y yo hice lo mismo.
El viaje pasó corto pues me pasé la mayor parte del tiempo durmiendo, aunque me seguía encontrando cansada pues cada vez que lograba conciliar el sueño, horrorosas pesadillas me invadían, era tán distinto que dormir en los brazos de Jacob.
Recordarlo hizo que aquel agujero en el pecho doliera aún más.

Cuando por fín pude ver el cartel de Forks sentí un increíble alivio, era de noche, pero pronto amanecería.

Llegamos a casa de los Cullen cuando ya podía verse con más claridad y la oscuridad se estaba disipando.

-Pero... entonces, ¿yo debo ser un vampiro? -Pregunté.
-No te preocupes por eso, no es necesario. -Me tranquilizó Carlisle.
-Pero los Vulturis han dicho que...
-Tranquila, aún no debemos preocuparnos por eso.

Se acabó la conversación, al menos no debía ser un vampiro, no por ahora.
Estaba impaciente, quería despedirme e ir a la Push cuanto antes, necesitaba hablar con Jacob.

-Puff, todos hemos salido ilesos, espero que no suceda pronto de nuevo. -Pidió Emmett.
-Al menos espero verlo la próxima vez. -Dijo Alice.

Me acerqué a Bella para poder susurrarle al oido, aunque seguramente todos podían escucharlo igualmente.

-Bella, tengo que ir a la Push.
-Esta bien, ve, pero toma un coche, estas cansada.

Sabía que no me dejaría ir si no lo hacía.

-Esta bien.

Edward me pasó automáticamente unas llaves, le agradecí y salí corriendo hacia el garaje de los Cullen, me dirigí hacia el coche que se encendió, era el Volvo de Edward, vaya, no sabia si sería capaz de conducirlo...

¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú.  [Terminada]Where stories live. Discover now