¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(30) Diferente...

Después de la vergonzosa conversación con mi padre, la cual no quiero recordar, me duché, me puse el pijama y me hice un sándwich, después subí a mi cuarto, allí estaba Jacob tumbado en la cama, con los ojos cerrados.
Me tumbé a su lado mirándo su angelical rostro, abrió sus ojos y sonrió.

-Bueno, ¿y qué quería Charlie?
-Esto... nada, cosas suyas.
-¿Qué cosas? -Insistió haciendo un puchero.
-Sus conversaciones sobre la adolescencia y esas cosas. -Puse los ojos en blanco.

Jake soltó una carcajada.

-¡No te rías! -Me quejé, pero siguió riéndose.

Recordé los billetes de avión para Phoenix que me había enviado Renee.

-Renee me ha enviado unos billetes de avión para que vaya un fin de semana a Phoenix. -Jacob me miraba atento. -Me ha dado dos para que lleve a alguien y pensaba.... que podrías venirte a Phoenix.
-¿Q-quieres que vaya a Phoenix?

Yo asentí tímidamente.

-A Renee le caiste genial cuando te vió en el hospital.

Jacob tragó saliva, le pone nervioso el tema de mi madre.

-Claro, iré con tigo. -Dijo con una sonrisa. -¿Estas segura de que le agrado a tu madre?
-Claro que si bobo.

Jacob suspiró aliviado, sonreí y besé sus labios con dulzura.

*

Abrí mis ojos, la habitación estaba casi a oscuras, debido a que no hacía nada de sol en Forks.
Miré la hora, me levanté con cuidado de no despertar a Jacob y me dirigí al baño, me vestí con una sudadera color vino y unas mallas deportivas negras, me puse mis zapatillas y una coleta en el pelo.

Me dirigí hacia Jake quien aún dormía profundamente y comencé a darle besos por toda la cara, hasta que despertó con una sonrisa en el rostro.

-Buenos días. -Susurré.

Él gruñó y me abrazó, acostándome junto a él.

-Vamos a llegar tarde al instituto.

Al final terminó cediendo y se levantó, se terminó de vestir, tomé mis cosas y mi mochila lista para salir.

-Te veo luego. -Me dijo.

Yo asentí, después, me besó con delicadeza durante un buen rato.

Salimos de casa, Edward nos llevaba y nos recogía con su coche lo cual no me disgustaba.

El día en el instituto pasó lento, Mike se quedó un poco más distante, su comportamiento me hizo soltar una risita, cuando por fin sonó la sirena salí pitando hacia la salida.

-¡Hay correo para tí ___! -Me informó Charlie en cuanto volvimos a casa.

Cogí el correo con entusiasmo, efectivamente, eran los billetes de Renee.

-¿Qué es? -Preguntó Bella.
-Mamá me ha regalado dos billetes de vuelo para ir un fin de semana a Phoenix.
-E irás con Jacob. -Acertó.

Asentí.

-Prepárate para el interrogatorio de mamá. -Me advirtió.

Yo reí, estuve toda la tarde con mi hermana, también me centre en las tareas para hacer las del finde.

*

-¿Nervioso?

Jacob llevaba así desde que entramos al aeropuerto.
Estábamos sentados en el avión a punto de despegar.

-¡No! Bueno, un poco. -Reí.
-Vamos, le vas a encantar. -Dije tomando su mano.

Aunque ya la había visto antes estaba preocupado por que pensará de él, pero sé que a Renee le va a gustar.

Me quedé durante el vuelo dormida en el hombro de Jacob quien hecho su cabeza en la mía y también se durmió.
Sentí unas cálidas caricias en mi mejilla.

-Despierta, bella durmiente.

Sonreí automáticamente al escuchar su voz y abrí mis ojos con lentitud.

-Ya hemos llegado. -Susurró.

Abrí mis ojos de golpe.

-¿Ya?
-Es lo que tiene pasarse todo el camino durmiendo. -Rió.

Salimos del avión y tomamos nuestras maletas, visualicé desde lejos a Renee y a Phil.
Puse una amplia sonrisa e inspiré hondo antes de dirigirnos hacia ellos.

-¡Mamá! -Me lancé en sus brazos.

Ella me envolvió en los suyos con uno de sus abrazos.

-Mi pequeña.

Me separé de ella y abracé a Phil.

-Jacob, ¿verdad? -Le preguntó mi madre.

Jacob asintió.

-Encantada, no habíamos tenido una presentación como dios manda. -Dijo mi madre dándole dos besos.

Según me dijo Jake, ellos se conocieron mientras yo estaba en el hospital, nada más recordarlo me producía inquietud.
Phil también le saludó sonriente.
Después de las presentaciones fuimos a casa de Renee y Phil.

-Bueno, cuéntame, ¿que tal por Forks? -Preguntó mi madre.

Ambas estábamos en el jardín tumbadas, tomando el sol.
Jake y Phil estaban dentro viendo un partido, ambos habían congeniado bastante bien.

-Bien, te costumbras.
-¿Sabes? He estado pensando y....  he hablado con la Universidad de Alaska, están dispuestos a aceptarte allí, así podría verte todos los días.

Sentí un nudo en el estómago, era consciente de que Jake podía escucharnos perfectamente, al igual que podía escuchar los alterados latidos de mí corazón en ese momento.

-Esto... mamá, me gusta Forks.

Ella me miró extrañada.

-Nunca te ha llamado la atención.
-Ya, pero, tengo nuevos amigos, me gustan las clases.... -Mentí.

No era por nada de eso, y al parecer, mi madre lo sabía.

-Es por él, ¿verdad?

No contesté, agaché la mirada, nunca le había escondido secretos a mi madre, me conocía bastante bien.

-Me preocupa...
-¿El que? ¿Qué ocurre? -Pregunté confusa.
-Sois tú y Jacob, vais más enserio de lo que pensaba. -Me quedé helada. -Hay algo extraño en vosotros, te mira de manera tán....protectora, es como si estuviera dispuesto a todo por tí.

Me sentía incapaz de enfrentarme a su mirada.
Las palabras de mi madre chocaban con fuerza sobre mí, sintiéndome desconcertada e incapaz de pensar con claridad.

-¿Y eso es malo?
-No, solo es, diferente, él siente algo muy intenso por tí... algo se me escapa...
-Creo que te lo estás imaginando mamá.

Traté de quitarle importancia al asunto pero no funcionó, aquella conversación me ponía cada vez más nerviosa.

-Y no es sólo él, la manera en que andas, es como si el fuera el centro del mundo para tí, cuando él se desplaza, por poco que sea, tu ajustas automáticamente tu posición a la suya. Es como si fuerais imanes o la fuerza de la gravedad, nunca había visto algo así, esa sincronización.....