¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(3) La Push.

Entonces empecé mis preguntas.

-¿Y cuanto llevas con Edward?
-Oh, no, huele a avalancha de preguntas. -Acertó Bella.
-Vamos, tienes mucho que contarme. -Bella rió.
-Esta bien, llevamos 9 meses.
-Vais enserio, ¿verdad?
-¿Porque lo dices? -Preguntó confundida.
-Cuando os miráis... no se, se nota que te quiere, que le quieres.

Bella se quedó callada, después puso una pequeña sonrisa.

-Es cierto, le quiero y el me quiere.
-Y.... Alice y Jasper, Rosalie y Emmett estan... ¿juntos? -Dije confusa.
-Si, verás, el Doctor Cullen adoptó a Edward, Alice y Emmett, después vinieron Rosalie y por último Jasper, se unieron a la familia. -Me explicó.
-¿Doctor Cullen?
-Si, él es el Doctor más famoso de Forks, tiene muchos años de práctica.

Terminamos de cenar y subimos para mi habitación.

-Bueno, háblame de tí, ¿qué tal por Phoenix? -Preguntó sentándose en mi cama de piernas cruzadas.
-Bien, muy bien, mamá se lo pasa en grande con Phil. -Reímos.
-¿Ningún chico?
-No, nadie. -Contesté rápidamente.
-Ya llegará el adecuado. -Dijo con una sonrisa.
-Si... bueno, he visto un cartel de la Push, seguramente vaya mañana. -Cambié de tema.
-¿A la Push? -Preguntó, parecía sorprendida.
-Si, me gustaría ir a la playa, un paseo relajante quizá.
-Esta bien, que no se te olvide la fiesta de Alice, te matará si lo haces. -Reímos.

Pasamos un poco de tiempo más hablando, echaba de menos esas conversaciones con mi hermana.

*

Abrí mis ojos por la tenue luz que entraba por la ventana, como era de esperar, era un día nublado, aunque no tenía pinta de hacer mucho frío.

Era bastante temprano así que me dirigí al baño para darme una ducha, me vestí tranquilamente con un fino jersey salmón y unos vaqueros negros.
Cepillé de nuevo mi pelo y bajé las escaleras, Charlie y Bella aún  estaban durmiendo, preparé unos cereales, me los comí rápidamente y dejé una nota encima de la mesa.

Estaré en La Push, estaré para la comida, llamadme si necesitáis algo.
         ~Os quiero, ___.

Tomé las llaves de mi nuevo coche y me monté en el asiento del conductor, vaya, es genial.
No tendría Charlie que haberse molestado tanto.
Lo arranqué y fuí dirección 'La Push' guiándome por las señales de la carretera.

En menos de 15 minutos llegué hacia la playa, aparqué el coche y llegué caminando hacia ella.
Efectivamente no hacía mucho frío.
Comencé a caminar por la arena, escuchando el sonido de las olas al romper.
Habían varios troncos en los que podía sentarme pero divisé una rama gruesa, podría subir con facilidad así que me acerqué al árbol, me apoyé en el suelo para saltar y me agarré a la rama subiéndome en ella.
Me senté cómodamente y crucé mis brazos a la altura de mi pecho, estaba a poco más de 2 metros de altura.

Miré el mar, con el agua de un color grisáceo y tranquila.
Pero, por una centésima de segundo logré ver algo extraño, parecía una persona pero estaba en lo más fondo del mar, desapareció al instante y no pude evitar una sensación de confusión  y pánico, me hizo perder el equilibrio pero pude calmarme y mantenerlo.
Entonces, escuché un crujido y un segundo después la rama se rompió con migo encima, genial.
Cerré mis ojos con fuerza pero poco después los abrí extrañada por no notar el golpe del suelo contra mi cuerpo, sino, que sentí unos cálidos brazos en mi espalda y piernas.

Me sobresalté al ver a alguien sujetándome.

-Oh, gr-gracias. -Dije nerviosa.
-No es nada. -Contestó con voz grave pero a la vez dulce. -Deberías tener cuidado, podrías hacerte daño. -Dijo bajándome al suelo con cuidado.
-Si, soy demasiado patosa. -Dije y el chico rió.

Una vez de pié pude fijarme en su rostro, sentí una sensación extraña y mi respiración se aceleró.
Tenía el pelo corto, castaño oscuro, casi negro. Era de piel morena, sus rasgos eran...muy bonitos. Tenía unos labios rosados y carnosos, separados en una sonrisa dejando ver sus relucientes y perfectos dientes, miré sus ojos y me resultó difícil volver a quitar la vista de ellos, sus ojos penetrantes de color negro.

Me dí cuenta de que sólo llevaba unos vaqueros color verde que le llegaban hasta las rodillas, dejando el torso al descubierto, sus brazos estaban fuertes y musculados, y su abdomen marcado.
Me fijé en el brazo derecho donde tenía un tatuaje circular.

Él pareció también dejar sus ojos fijos en mí durante un par de segundos.

-Jacob Black. -Dijo sacándome de mis pensamientos, su voz sonaba nerviosa.
-Ah, mi nombre es ___ Swan.
-¿Swan? ¿Eres la hermana de Bella? -Dijo sorprendido.

Yo asentí.

-De eso me resultaba familiar tu rostro, así que tu eres su famosa hermana.
-Parece que ya me conocen todos aquí. -Dije sarcástica.

El rió.

-Como no, habla casi todos los días de tí.
-Entonces, ¿os conocéis? -Pregunté, aunque era obvia la respuesta, pero estaba algo nerviosa.
-Sí, somos buenos amigos. -Me informó.

Sentí como él también estaba nervioso con mi presencia.

-¿Y cómo que estas en Forks?
-Me he venido un tiempo con Bella y Charlie.
-Vaya. -Dijo cruzando sus brazos.
-¿No tienes frío? -No pude evitar preguntárselo.

Él se rió y antes de que pudiera contestar seguí.

-Aunque tu piel parece que está ardiendo. -E insconcientemente coloqué mi mano semicerrada en su mejilla, efectivamente su piel parecía estar a 45 grados, retiré mi mano con rapidez.

Ese gesto provocó un ligero sonrojo por parte de Jacob.

-Mi temperatura corporal siempre ha sido alta.
-Que suerte. -Dije mientras sentía el frío viento contra mi piel.

Aunque, estar cerca de él se asemejaba a tener una estufa al lado.

-¿Y que haces aquí tan temprano? -Preguntó.
-Podría decir lo mismo de tí. -Dije y soltó una carcajada.
-Salvando a una chica imprudente que casi se cae de una rama de 2 metros y medio de altura. -No pude evitar reír. -En verdad vivo por aquí, me gusta venir de vez en cuando.
-La playa me relaja por lo que vine para despejarme.

El parecía curioso.

-¿Romperé esa relajación si me quedo contigo?

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