¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(33) ¿Despedida?

-¿Te apetece un baño?

Entonces, antes de que pudiera contestar o poner cara extraña Jacob me cogió sin esfuerzo alguno y en un abrir y cerrar de ojos tenía a escasos centímetros de mis pies el agua del mar.

-¡Jake! -Me quejé moviendo los pies de un lado a otro como una niña de 5 años.

El no paraba de reir.

-¡Sueltame!
-¿Estas segura de eso? -Entonces comprendí lo que pasaría si me soltaba.

No hacía frío pero tampoco era buena idea meterse en el agua congelada, y menos, sin ropa de repuesto.

-Me la vas a pagar. -Gruñí.
-Dame una buena excusa excusa para no dejarte caer al agua. -Se divertía mientras yo pataleaba.
-Porque tendrás que aguantar mis reproches lo que queda de día.

Él pareció pensarlo pero después negó con la cabeza.

-Eso es soportable.
-Uhg. -Me volví a quejar, entonces cambié de expresión. -¿Porque te amo? -Puse un puchero mientras le miraba con ojos de gatito.

-Es difícil resistirse a eso. -Sonreí triunfante.

Entonces aproveché que mi rostro estaba a la altura del suyo y le besé con ansia, envolviendo mis brazos en su cuello.

-¿Sabes? Eres un arma de seducción letal. -Dijo bajándome a la arena, yo reí.

Enredó sus brazos en mi cintura y me atrajo hacia él para besarme, con una mano en su mejilla y la otra en su cuello correspondí al beso con gusto, realmente me encantaba, sus labios, sus ojos, su sonrisa, todo, me encantaba todo de él.

-Te amo. -Dije con un brillo delatador en los ojos.
-Y yo a ti. -Contestó dejando otro beso en mis labios.

Entonces me percaté de que llevábamos ahí demasiado tiempo.

-¿Vamos? Los demás se van a preguntar donde estamos.

Jacob asintió, besó con ternura mis labios rápidamente y comenzamos a caminar de vuelta a la zona de la fogata.

-Hey, habéis tardado mucho, ¿que hacíais? -Preguntó Jared con una pícara sonrisa.
-Cállate. -Dijo Jacob poniendo los ojos en blanco.
-Pervertido. -Dije fulminándole con la mirada antes de ponerme roja como un tomate al ver que todos veían la escena y reían.

El resto de la tarde pasó velozmente, todos charlamos, algunos se hicieron bromas entre ellos y reíamos.
La verdad es que me lo pasé mejor de lo que esperaba, todos eran muy amables y graciosos, aunque siempre hay excepciones, Lauren, no le agrado y no se porque, además, me pone de los nervios cuando se acerca tanto a Jacob al hablarle o cuando le toca mientras se ríe, en una ocasión tomé a Jacob del brazo para decirle algo y después le besé en su cara.

-¿Quién es ahora la celosa? -Susurró con una sonrisa.
-¡Cállate! -Dije avergonzada.

Jacob volvió a besar mis labios.

-Yo soy tuyo. -Me quedé sorprendida y sonrojada ante sus palabras.

Agradecí que nadie pudiera escuchar, pues el rojo de mis mejillas era demasiado evidente a pesar de que el sol ya no brillaba con fuerza.

*

Pasaron los días, Edward seguía extraño con Bella, bueno, con todos en general.
Ella no hacía más que comerse la cabeza preguntándose porqué estaba así.

-¿Si? -Dije contestando al teléfono.
-___ , necesito que tu y Bella vengáis ahora mismo, es urgente. -Era la voz de Jasper.
-E-esto si, vamos para ya.

Escuché como colgó y fuí corriendo a llamar a Bella.

-Bella tenemos que ir a casa de los Cullen ya.

Ella se incorporó con rapidéz mientras salía de su habitación.

-¿Qué ocurre?
-N-no lo sé, Jasper dice que es urgente.

Así hicimos, en menos de 10 minutos ya estábamos allí.

-¿Qué ocurre? -Preguntó Bella.

Edward estaba con la cabeza entre sus manos, Alice escondía su rostro en el pecho de Jasper quien la abrazaba en forma de consuelo, Rosalie y Emmett estaban sentados en el suelo mirado al frente inmóviles y Esme ponía una mano en el hombro de Carlisle quien sujetaba una nota con las manos temblorosas.

-Los vulturis. -Susurró Edward.

Mi cuerpo se inundó por el auténtico terror.

-¿¡Q-Que!? -Grité.

Carlisle suspiró antes de hablar.

-Nos ha llegado una nota de ellos, es una invitación para ir a Italia, quiere conoceros.
-¿A-a n-nosotras? -Mi voz temblaba.
-¡No se porque no he podido verlo! -Se maldijo Alice mientras Jasper la calmaba.

Cuando me quise dar cuenta ya estaba hiperventilando.

-Pero... sólo es una invitación, ¿no? -Preguntó Bella.
-Así lo hacen llamar ellos, pero no es una posibilidad.

¿Qué quiere decir eso de que no es una posibilidad?

-Vendrán a por nosotros si no vamos, y no vendrán para hablar. -Contestó Edward.

Me estremecí por completo.
Ósea que iría a Italia porque me quieren conocer los líderes de los vampiros, y supuestamente ninguna humana debe saberlo, suspiré, me van a matar, estoy segura.

-¿Cuándo tenemos que ir? -Preguntó Bella.
-Si salimos ahora mañana estaremos allí, contra antes lleguemos mejor. -Contestó Carlisle.

Me vino una oleada de temor y miedo, ¿mañana? ¿mañana iba a morir? ¿tan pronto?
Y-yo tendría que despedirme de todas las personas que amaba, para siempre...

-Alice. -La llamó Edward.
-Si, esto, ___ , necesito decirte algo.

Miré a Alice extrañada y me acerqué a ella.

-No puedes hablarle a Jacob de esto.
-¿Que? ¿Porque?
-Escúchame, no vamos a morir pero, he tenido una visión, no suelo ver a los lobos pero ésta vez lo he hecho, si le dices a donde irás y con quien se negará en dejarte ir con nosotros, por lo que vendrá, y si eso ocurre, los Vulturis le matarán, no hay forma de salvarle, es por su bien.

Mis manos comenzaron a temblar.

-¿Y q-que se s-supone que d-debo hacer?
-Tienes que mentirle, decirle algo para que no insista en acompañarte.

Mi mente daba vueltas, se me hacía imposible pensar en ese momento.

-Haz lo que sea, sabes que es para salvarle, cuando vuelvas, podrás decirle lo que ocurrió.

Yo asentí, tragando con dificultad el nudo de mi garganta.
Cerré mis ojos reprimiendo las lágrimas.

-Bella y yo nos encargaremos de decirle algo a Charlie.
-Nos vemos aquí en una hora. -Se apresuró a decir Edward.

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