(60) Rendida.

17.9K 1.1K 129
                                    

¡Ya tengo pensado el especial!
Habrán más de un ganador, y el premio será que su nombre y su aspecto será un personaje de la novela, ¿cómo participar? Lo anunciaré desde Instagram ( nattssea )

(...)

Casi todos estaban informados de la boda, sinceramente para mí era algo extraño, nuevo, pero al fin y al cabo algo bonito e incomparable.

Faltaba Renee, a quien se lo diría en cuanto hablara con ella. Terminé con el segundo ciervo y fuí a por otro, estaba de caza con Bella y Renesmee, a pesar de que hace poco fuí con Alice, tenía bastante sed.

Éste último quedaba más alejado por lo que las perdí de vista, pero me reuniría con ellas en cuestión de segundos, iba a incorporarme para seguirlas pero algo me lo impidió, noté una fuerte presión en mis caderas y en mis ojos, traté de safarme pero al ver que no podía hacer nada supe que quien me agarraba era un vampiro, y no uno conocido.

Traté de gritar pero sentí un fuerte golpe en la cabeza y todo se tornó negro.

*

Traté de abrir mis ojos pero por mucho que lo intentara no veía nada, seguía con ellos tapados.
Me dolía la cabeza y me encontraba débil y mareada

-Al fin has despertado. -Escuché una voz masculina, una inquietante voz.
-¿Quien eres? ¡Sácame de aquí! -Grité.

No podía hacer nada, tenía fuertes agarres en muñecas y tobillos y con los ojos vendados me era imposible usar mi don.

-Relájate, no voy a hacerte nada, por ahora. -Habló.

¿Esta era la visión de Alice?
¿Que se supone que debo hacer ahora?
¿Donde estoy?

Odiaba cuando se formulaban demasiadas preguntas en mi cabeza y era incapaz de responderlas.
Mi respiración se agitó mientras forcejeaba contra mi agarre.

-No te molestes, es lo suficientemente resistente para agarrarte. -Ví que tenía razón pero no dejé de hacerlo. -¿Sabes? Me llamaste mucho la atención aquella vez, cuando te ví, mitad humana mitad vampira, con un poderoso y preciado don.

¿Como sabía sobre mi Don?
Por eso me tapa los ojos...

-¿Que quieres de mi? -Gruñí.
-Tan solo tengo curiosidad en tí, y me gustaría ver más, ya que antes no tuve oportunidad. -Hizo una pausa. -No ha sido fácil atraparte, jamás te separas de ese maldito lobo.
-¿Porque me conoces?
-¿No me recuerdas? Yo estaba allí, en el claro, en la parte de los Vulturis, pero yo no soy uno de ellos obviamente, simplemente era un testigo. -Sus palabras me dejaron paralizada.

Era testigo de los Vulturis, mi cabeza dió vueltas sin entender nada.

-Ni si quiera me agradan, sólo me llamaba la atención vuestro Clan.

Los demás deben de estar buscándome, pero a saber donde puedo estar.

-No voy a ayudarte, suéltame ya.

Escuché una carcajada por parte de él.

-Si lo harás, yo no soy tán bueno como ellos. -Entonces sentí un fuerte escozor en mi pierna que subió por todo mi cuerpo, gemí de dolor.

Me revolví con fuerza entre mis agarres pero nada.

-No voy a soltarte hasta que colabores. -Entonces pensé en algo.
-¿Que quieres que haga?
-Quiero ver tu poder.
-Pues entonces suéltame. -Gruñí.
-Eso voy a hacer, pero que sepas que si se te ocurre hacer algo fuera de lo normal... -Entonces escuché como presionaba un botón.

Una fuerte descarga se produjo en mi cuello, me retorcí esperando que parase.
Ese insoportable dolor cubrió todo mi cuerpo de nuevo, pero cuando llegó a mi barriga se produjo un dolor superior que me hizo gritar.

-Creo que lo has entendido. -Entonces dejó de presionar el botón.

Controlé mi respiración.

-Bien, haremos lo siguiente, te soltaré y quitaré la venda de tus ojos y seguirás mis instrucciones.

Escuché unos pasos acercarse.

-Si intentas algo ya sabes lo que ocurrirá.

Pude notar cómo poco a poco mis piernas y brazos eran liberados.

-No quiero hacerte daño preciosa, así que compórtate.

Y por último quitó aquella venda que cubría mis ojos.
Parpadee un par de veces para visualizar el lugar, era una pequeña habitación de colores grises sin mucha decoración ni ventanas.

Dirigí mi vista al vampiro que tenía al lado, era alto, corpulento, no de mucha edad, su piel era pálida y sus ojos de un oscuro color rojo, tenía una maléfica sonrisa en el rostro, su pelo era negro y casi le llegaba a los hombros, no lograba reconocerle.

Antes de que pudiera hacer nada con una cinta agarro mis manos a mi espalda.

-Por seguridad. -Indicó. -Bueno, ya sabes las normas, así que comencemos.

Una puerta del mismo color que la pared se abrió dejando ver a otro vampiro más joven de pelo castaño y más corto, llevaba a un humano mayor, menudo y delgado, el cual estaba aterrorizado y suplicaba que le soltasen, estaba atado de pies y manos.

El vampiro joven asintió dejando al humano en la habitación  y saliendo por la puerta, cerrándola a su paso.

-Veamos tu queridísimo poder, dáñale. -Dijo el vampiro que tenía a mi lado dirigiéndose al humano.

No quería hacerle daño.

-Por favor soltadme, no me hagáis daño, por favor...

Aquel humano era rubio, de ojos claros y aspecto inocente, emanaba terror y miedo.

-Pasa el tiempo. -Susurró el vampiro a mi oido haciéndome estremecer.
-N-no puedo hacerle daño.
-Oh, si que puedes querida.

Entonces caí al suelo mientras me retorcía de dolor, sentía como aquella corriente eléctrica destrozaba todo mi cuerpo.

En menos de 5 segundos el dolor cesó y pude levantarme con dificultad.
Miré con odio a aquel monstruo y dirigí mi vista al pobre humano.

Me prometí a mi misma no utilizar mi Don para un mal, odio dañar a las personas.
Entonces recordé, también puedo proteger a las personas, ¿pero puedo protegerme a mí misma?

Mi mente pensó y analizó todo con rapidéz, en tan sólo un par de segundos.
Traté de concentrarme, cerré mis ojos, sentía como las miradas estaban fijas en mí, visualicé mi manto celeste, mientras luchaba por atraerle a mí.

Entonces en un rápido movimiento abrí mis ojos para mirar al vampiro y éste comenzó a retorcerse en el suelo, con difilcultad presionó aquel botón pero el manto celeste cubrió con rapidéz todo mi cuerpo haciendo que el tormentoso collar de mi cuello saliera disparado por los aires.

No quité la concentración mientras seguía retorciéndose, al cabo de los segundos pude notar cómo el cansancio y el agotamiento me invadía, aquello me había producido un dolor en la cabeza demasiado intenso.

Escuché el ruido de la puerta abrirse, mi vista era nublosa.
Alguien me tomó de los brazos, el vampiro dañado seguía en el suelo así que supuse que era el otro, traté de safarme pero me era imposible, utilicé mi poder para dañarle pero me dió un fuerte golpe en la cabeza contra la pared.
Estaba agotada, sin fuerzas para seguir utilizando mi poder ni para poder luchar, pude ver cómo el humano salió con dificultad por la puerta y trató de huir, solo espero que logre conseguirlo...

Cerré mis ojos, rindiéndome...

¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú.  [Terminada]Where stories live. Discover now