¿Quién dijo que sería fácil? / Jacob Black y tú. [Terminada]

(22) Arrepentida.

-Voy a la Push. -Le informé, ella asintió.

Edward me pasó las llaves de su coche.

-¿Está muy lejos para ir a pié? -Pregunté.
-Poco más de 10 minutos. -Me informó mi hermana.
-Entonces iré a pié, gracias. -Dije devolviéndole las llaves a Edward.

Les dí un abrazo a los 3 antes de salir de la casa.
Sabía la dirección pues antes había venido en coche desde la Push.
Traté de evitar los pensamientos de mí mente que me atormentaban, lo principal era saber cómo estaba Jake, después saber que quería decir Félix con que mi hermana aún era humana, y, por último, las palabras de Alec, 'Aro se encargará de esto'.

No me daba buena espina el tono amenazante de sus palabras.

Cuando me quise dar cuenta ya estaba en la casa de Jacob, me acerqué acelerando el paso, ví a los chicos Quileute salir de la casa quienes me miraron y me dedicaron una sonrisa apenada.

-¿Cómo está?
-Bien, se mejorará. -Me respondió Sam.
-Se alegrará de verte. -Dijo Seth.

Entonces recordé las palabras de Jacob 'Cuando estamos en nuestra forma lobuna, lo que piensa uno lo escuchan todos, por lo que es casi imposible guardar secretos', seguramente sepan lo que pasó antes de que llegara, aunque sinceramente no me importaba mucho ahora mismo.

Me abrazaron todos antes de irse, pero Leah se quedó allí, delante de mí, cabizbaja.

-Fué mi culpa, soy tán estúpida, lo siento... -Se castigó.
-N-no fué tu culpa, no te preocupes. -Dije, se le veía bastante arrepentida, aunque me confundía su comportamiento.
-Si que lo fué, creí que podría hacerlo pero no pude, Jacob tuvo que cargar con mis consecuencias.

Entonces me acerqué para abrazarla.

-Estoy segura de que no está enfadado con tigo.
-Gracias. -Susurró.

Yo la miré confundida.

-Eres amable conmigo cuanto yo fuí tán desagradecida con tigo.
-No te preocupes por eso, además, me enteré hace poco de lo de tu padre, lo siento mucho.
-Muchas gracias. -Volvió a decir. -Te dejo que entres, nos vemos.
-Hasta luego. -Me despedí.

Leah era realmente amable, supongo que se comportó así aquel día por lo que estaba pasando, es normal, su padre a muerto, no es algo poco importante.
Entré a la casa donde estaba Carlisle hablando con Billy, éste primero se percató de mí presencia y se acercó a mí.

-___, ¿está mejor tu brazo?
-Si, genial, gracias. -Contesté. -¿Cómo está?
-En recuperación, sus huesos se curan con mayor rapidez que las de una persona corriente, y los medicamentos le hacen efecto con una increíble rapidez, mañana apenas sentirá dolor alguno.
-De acuerdo, gracias Carlisle.
-No hay de qué.

Le dí un abrazo antes de que se marchara.
Saludé a Billy quien me saludó con una sonrisa acogedora y me indicó la habitación de Jacob.

Me dirigí hacia donde me señaló, abrí la puerta y allí estaba él, tumbado en su cama, con el cuello repleto de sudor y mirando al techo.

Me escuchó entrar y cerrar la puerta así que dirigió su vista hacia mí, puso una sonrisa al verme.

-Hola. -Dije en voz baja acercándome a él.
-Hola. -Su voz sonaba débil.
-¿Cómo te encuentras?
-Teniendo en cuenta que me han aplastado medio cuerpo, bien. -Puse los ojos en blanco y reí.
-Idiota. -Le miré con una sonrisa.

Me senté en la cama en una parte vacía, junto a Jacob.
Mis preocupaciones se habían calmado, ahora me sentía satisfecha, feliz.

-Tengo ventajas de hombre lobo.
-Si, me lo a dicho Carlisle.
-Nunca pensé que diría esto de un vampiro, pero es realmente amable, se lo agradezco. -Confesó.

Carlisle era increíblemente educado y agradable, siempre que puede ayudar lo hace.

-Si, lo es. -Jacob miró mi la venda de mí brazo.
-¿Qué te ha pasado?
-No es nada, un corte. -Jacob me miró con el ceño fruncido, suspiré. -Victoria nos encontró, vino con otro vampiro, me corté para distraerles con mi sangre, Edward y Seth necesitaban ayuda. -Le expliqué.

Jacob se estremeció al escuchar el nombre de Victoria.

-¿Te hizo algo? -Yo negué con la cabeza.

El pareció aliviarse.

-No deberías de preocuparte por mí cuando tú eres el que está en cama. -Dije irónicamente.
-Lo siento, no puedo evitarlo. -Dijo agachando la mirada.

Le miré con dulzura, busqué su mirada y no pude resistirme a besar sus labios de nuevo, cerré mis ojos y los uní con los míos delicadamente, Jacob correspondió alzando con cuidado la mano restante a mi rostro para acercarlo al suyo y poder alcanzar mejor mis labios.

Esa sensación me recorrió de nuevo, y sentí el abrasador calor de sus labios contra los míos, pero era un calor increíblemente agradable, tuve que separarme por falta de aire.

Miré sus ojos y sonreí, Jacob hizo lo mismo antes de volver a besar mis labios.

-Se supone que debes reposar. -Dije con media sonrisa.
-Siempre hay excepciones, ¿no?

Volví a reír, no se escuchaba absolutamente nada, sólo nosotros rompíamos el silencio con los chasquidos de nuestros labios.

-Deberías descansar, tienes que estar agotada.

Me resultaba difícil concentrarme con su aliento chocando contra mis labios.

-No me voy a ir a ningún lado hasta que te recuperes.
-Charlie se va a preocupar.
-Ya le pondré alguna excusa. -Me escogí de hombros.

Jacob rodó los ojos.

-Bueno, pues como veo que no vas a cambiar de opinión.

Jake se hizo a un lado con cuidado para que me echara junto a él, así hice, me tumbé a su lado y pasé mi brazo por su torso.

-¿Sabes? Leah está muy arrepentida.
-Lo sé. -Dijo en suspiró. -No para de decirme que lo siente, ya le he dicho que no estoy enfadada con ella pero insiste.
-Es normal, se siente culpable.

Jacob suspiró.
Tomé mi móvil para enviarle un mensaje a Bella.

~Voy a estar con Jacob hasta que se recupere, dile a Charlie que he ido de compras con Alice o algo por el estilo, te quiero.

Me contestó al instante, aceptó, le dí las gracias y me preguntó por Jacob, le dije que estaba bien y ella aseguró que mañana vendría para verle.

Sentí unas suaves caricias en mi cabello y el cansancio me inundó, el resto fué negro.

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