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Luego de mi rutina de todas las mañanas, bajé a la cocina para tomar un vaso de agua. Deje el vaso ya vacío en la pileta de la cocina y agarre la bolsa con el almuerzo que mamá y papá siempre me preparan, ellos siempre le pegan una nota con algún versículo o algún mensaje como: "recuerda pasar por la tienda a comprar leche" o "hoy volveremos mas temprano hija, te amamos <3".

En este caso no tenía ninguna de las notas a las que habitualmente me escriben, no, lo que había era una invitación personalizada hecha por mi padre, de lo cuál me di cuenta por la caligrafía; en ella decía lo siguiente: "Lauren, disculpa nuestra insistencia en este tema, pero mañana es el evento juvenil y nos encantaría que reconsideres la idea de ir... Piénsalo. Te amamos mucho y no olvides que Jesús también te ama"

Suspiré. No estaba segura de sí ir o no... ¿Qué tal si me ven mal? ¿O si no les caigo bien? ¿Y si me tildan de la presumida por ser la hija de los pastores?

Sí, tengo miedo de estar sola allí, tengo miedo de no encajar con los chicos de allá, así como no encajo con los de mi Instituto, a excepción de Danielle.

Salí de mi casa y escondí la llave debajo del tapete de entrada.

- ¡Lauren! - los gritos de Danielle hicieron que todo el curso se volteé a vernos.

- Hola, Danielle - le sonreí.

- Tú - me señala con su dedo índice y me da una mirada penetrante.

- ¿Qué hice ahora?

- Debes ayudarme con él trabajo de artes por favor - me rogo.

- Sabes que quisiera pero ni siquiera sé que es lo que yo haré - me senté en la silla y sólo recibí un resoplido de su parte.

La profesora de matemáticas llegó y mientras resolvía los ejercicios, un pensamiento cruzaba de manera insistente en mi cabeza.

Aquel evento.

¿Por que mis padres me insisten tanto con aquel "evento"? ¿Acaso tiene algo de especial? Creo que nunca lo sabré, a menos de que vaya.

_________

Como Danielle tiene que quedarse en casa de su abuela por unas semanas, tuve que volver sola a mi casa.
Emprendí mi camino, cuando de pronto siento a alguien hablarme.

- ¡Lauren! ¡Lauren! - grita una voz detrás mío que se acercaba cada vez más.

Me volteé y lo mire.

- Jacob - fruncí mi ceño - ¿Qué te pasó?

- ¿Recién sales del instituto? - pregunta una vez que ya estaba en frente de mi.

- Am...- hice mención visual a mi mochila -sí - musité de manera obvia.

- Oh... ¿Estás cansada?

- ¿Por qué la pregunta?

- Nada de mucha importancia, solo quería decirte si te gustaría ir por batido - dijo con una brillante y simpática sonrisa en su rostro.

Normalmente uno no acepta la invitación de alguien que es prácticamente un desconocido, pero como ya lo he mencionado, Jacob me transmite un tipo de confianza.

- No estoy tan cansada así que por supuesto, vamos - acepté sonriendo.

Caminamos por un rato. Mientras nos dirigíamos al lugar fuimos hablando sobre cosas básicas, me contó que él esta en su último año de secundaria y que el próximo año empezara la universidad, también me contó un poco de su vida y de como encontró a Dios.

Llamados Y Escogidos © [TRILOGÍA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora