Llamados Y Escogidos © [TRILOGÍA]

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N/A: Holaaa creí que para hoy una maratón seria buena idea así que aquí les dejo una pequeña maratón❤

Maratón 1/2

A los segundos el sonido de una bocina nos desconcierta. Alzó mi vista y veo el coche de Jacob. Rompo el abrazo con el chico y me levanto.

Yo: Debo irme, pero espero que consideres lo que te dije -exclame mientras me alejaba.

-Lo haré -exclamó y entre al auto.

Jacob: Asique no pudiste con Logan y te buscas a otro eh -bromeó y reímos.

Yo: No es eso, le hablé de Jesús -expliqué y el asiente.

Jacob arranca el carro y comienza a conducir.

Jacob: Entonces... ¿Vas a contarme? Porque hice un esfuerzo sobrenatural por ti -mencionó y lo mire sin entender -me he despertado por ti Lauren, estaba tan cómodo durmiendo -suspiro.

Reí.

Yo: No vas a creer lo que ocurrió... -y comencé a contarle todo lo que pasó desde que llegué.

Jacob:Wow -farfullo anonadado y luego carraspeó.

Jacob: No quiero decirlo... pero te lo dije -comentó arrogante con una sonrisa en su rostro. Ambos volvimos a reir y le di un pequeño golpe en el hombro por su comentario - pero hiciste lo correcto enserio -admitió.

Yo: Sí, por algo tenía que venir aquí, para darme cuenta de que Logan no es parte del propósito de Dios para mi -comenté.

Jacob: De hecho, si te lo pones a pensar él sí lo fue -inquirió y lo miré.

Yo: Tienes razón -musité -y... Tal vez, te haré más caso a la próxima -él rie otra vez junto conmigo.

Llegamos a mi casa y Jacob detuvo el coche. Abrí la puerta y antes de bajarme le agradecí por su gran esfuerzo de recogerme, el castaño dijo que no había problema y lo despedí con un beso en la mejilla.

Luego de eso, entre a mi casa y luego de una ducha caí completamente dormida.

Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.
Santiago 1:12

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Domingo, 1:05pm.
Lille, Francia.

La mañana había transcurrido silenciosa. En el almuerzo ninguno de los tres artículo ninguna palabra, y entendía que mis padres no quisieran hacerlo, aunque era extraño para mi ya que me había acostumbrado a las entretenidas charlas familiares, sabía que este día no sería así. Era un caso especial, muy delicado a decir verdad.

Observé a mi padre en la sala de estar; su semblante aún permanecía neutro, jugueteaba con sus dedos y lo escuchaba dar uno que otro suspiro se vez en cuando.

No sabía que se sentía estar en su lugar, pero me daba una idea, debe ser complicado. Y me alegraba que hoy por fin sanaría aquella parte de su vida.

Me situaba en la cocina, con mis codos recargados en la mesada. Cruzó miradas con mi madre, quien tenía el mismo semblante que el de papá, al hacer dicha acción, me regala una pequeña sonrisa. Luego de esto se acerca a mi padre, llamando la atención de este.

Mamá: Creo ya deberíamos ir, ¿no crees? -espetó.

Papá asintió luego de unos silenciosos segundos.

Todos salimos de casa y subimos a nuestro coche negro.

Mi padre encendió el auto y comenzó a conducir por las calles en dirección a el cementerio de Lille. Al cabo de varios minutos, nos detenemos.

Papá: Yo..

Mamá: ¿Quieres ir tu sólo? -inquirió interrumpiendole a lo que él solo asintió con su cabeza -Esta bien, ve... Lo entendemos -acarició la mano de mi padre con las suyas.

Papá sonrió y bajo del auto, cerrando la puerta detras de él.

Yo: Me alegra -musite cortando el ambiente ambien tenso.

Mamá: Sí, a mi igual -sonríe - ¿Quién iba a decir que Dios usaría tu curiosidad para la sanación interior de tu padre? -comentó.

Mamá: Quiero decir, Él es tan detallista y organizado, primero te atrajo a Sus caminos, luego te formó y ahora te esta utilizando para beneficio de otros y Su reino... Es maravilloso.

La sonrisa en mi rostro no tardó en aparecer. El solo hecho de saber que era usada por Papá para el beneficio del Reino, me ponía feliz. Era un gran honor, pero toda la Gloria es para ti Dios.

Yo: Él es maravilloso -esbocé.

Mamá: Oye -la miré - ¿Qué te parece si oramos por tu padre?

Yo: Sí, sería perfecto

Mamá: Bien, ven aquí

Obedecí y me pasé a la parte delantera del carro, quedando sentada en el asiento del piloto. Gire mi cuerpo y tome la manos de mi madre, ambas cerramos nuestros ojos y comenzamos a orar por él.

Pasaron unos treinta minutos y papá volvió sonriente hacia donde estabamos.

Llegamos a casa y yo me dirigí a mi habitación para hacer los deberes que dejo la profesora de matemática.

2 horas después...

A los segundos de que terminará de guardar todo, alguien golpea mi puerta.

Yo: ¿Que ocurre? -pregunté una vez que abrí.

Mamá: Tenemos que darte una noticia.

Yo: ¿Buena o mala? -pregunté dudosa al observar sus expresiones.

Papá: Eso depende de ti...

Yo: Me estan asustando -reí tensa y les dí el paso.

Ellos se sentaron en el borde de mi recámara.

Yo: Diganme que ocurre

Papá: ...

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Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.

Santiago 1:12

El que perdona la ofensa cultiva el amor;
el que insiste en la ofensa divide a los amigos.

Proverbios 17:9 

Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.

Colosenses 3:13

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