Llamados Y Escogidos © [TRILOGÍA]

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Lunes,
Secundaria Bhellingston,
Lille, Francia.

Entre al instituto con una sonrisa en mi rostro, esto causó que varios que allí estaban me mirarán confusos, pero hice caso omiso a ellos y me dirigí a mi casillero para dejar algunos libros y tomar los que iba a necesitar.

Ya estábamos en la última semana de clases, y por fin tendría las vacaciones.

Cuando tuvimos el primer recreo, fui rápidamente en busca de Noah, necesitaba disculparme con él. Llegué a la biblioteca y lo ví sentado en una de las mesas leyendo "Corazón Pródigo", me acerqué deseando que no estuviera enojado conmigo por evitarlo e ignorarlo este tiempo.

-Hola -farfullé tímida.

Noah quitó la atención de su lectura y la dirigió a mí, luego de unos segundos en silencio hablo finalmente. - Hola, estuviste desaparecida este tiempo, ¿Se puede saber la razón?

-Sí, vine a disculparme contigo, de hecho, sé que estuve muy distante y la realidad es que te he estado evitando. He pasado por un fuerte proceso de confianza en Dios y no quería saber nada de Él, estaba muy dolida, por lo de Jacob, las burlas, Logan, que empecé a creer que Dios se olvidó de mí y me alejé. Por eso te evitaba, porque sabía que ibas a notar como me sentía e intentarías hablarme de Dios, yo en ese momento no quería eso, y pensé que era lo mejor. Lo lamento, enserio.

-Está bien, te entiendo. Pero me hubieras dicho que preferías que no te hablará de Dios por un tiempo, yo no lo hubiera hecho. Es bueno que hayas venido a explicarme, pensé que te habías enojado conmigo.

- Sí, no pensé que tal vez podrías entenderme. Y lo creí correcto, no es bueno que los amigos dejen de hablarte sin decirte la razón. No volverá a pasar -levante mi mano en el aire.

-Bien, lo importante es que ya hablamos y que tú estás bien, porque lo estás, ¿Cierto?

-Sí, hace unos días hablé con una vecina y mis amigos de la congregación. Me ayudaron a volver a Dios.

-Eso es hermoso, me alegra demasiado -me dió una cálida sonrisa -y me encantaría que me cuentes esa historia.

______

Me sentía feliz porque volví a tener contacto con Noah.

Me había propuesto que hoy sería un día de aclarar cosas con determinadas personas, y hay algo que desde tiempo esta inquietando mi corazón, necesito hablar con alguien en específico.

Cambiando de tema, mis padres me llamaron hoy, me anunciaron que volverían en la noche. Estoy feliz por volver a verlos después de tanto, ya quiero escuchar todas sus experiencias y anécdotas en su tiempo de misión.

Cuando el segundo módulo finalizó, llamé la atención de alguien. Ese alguien en específico.

-¡Danielle! -enuncié, más ella me ignoró. -Danielle -dije caminando hacia a ella.

-¿Qué? -formuló arisca, mirándome de reojo mientras guardaba los útiles en su mochila.

- Quiero hablar contigo, ¿Podemos?

Ella miró a todos, ya no quedaba nadie en el salón solo éramos nosotras dos. Refunfuneó y me miró -¿Qué harás? ¿Vas a juzgarme, condenarme, hablarme de tu Dios y decirme que vaya a Él? -cuestionó de mala gana.

- No -fruncí mi ceño. ¿Esa es la forma en la que nos ve? -sólo quiero hablar contigo, de buena manera.

- Bien, hablá -sé cruzó de brazos y me dirigió toda su atención.