16

1.6K 271 150
                                    

Miércoles, 06:00am
Lille, Francia

El sonido del despertador provocó que me despertará, lo apagué como pude y me removí entre las sábanas. Seguidamente, la voz de mi madre se escuchó desde abajo.

— ¡Lauren el desayuno esta listo!

Abrí mis ojos lentamente, me levanté de la cama y bostecé extendiendo mis brazos hacia los costados.

Ya era miércoles, y solo faltaba dos días para la exposición de arte. Algo que realmente me ponía nerviosa, pero ansiosa a la vez. Ya había comenzado a hacer el dibujo, ya casi lo terminaba, solo faltaban unos pequeños detalles y lo finalizaría. Sentía que esta exposición haría algo en mi vida, no se bien que, pero aquello provocaba como un extraño dolor en mi.

Y hablando de dolor...

Baje las escaleras y visualice a mi padre en la cocina con una taza de cafe en sus manos.

— Buen día -esbocé llamando la atención de ambos.

Mi padre quita la vista del periódico que se encontraba en la mesada, y me mira con pesar.

Por otro lado mi madre, se encontraba esbozando una sonrisa y con esa sutileza única que ella tiene, murmura:

— sean compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo... -murmura fingiendo encontrarse el versículo de casualidad en La Biblia.

Puse mis ojos en blanco y una pequeña risa se escapo por mis labios. Suspiré y me acerque a papá.

— Papá, siento lo de anoche, yo... Yo no debí actuar así, eres mi padre y debo honrrarte, cosa que no hice anoche -hable con arrepentiento.

— Yo también estoy tan arrepentido, y quería disculparme por eso que te dije, tu tenías razón, no debí desquitarme contigo cuando tu no tienes nada que ver con esa situación... Perdón hija.

Y nos unimos en un calido y reparador abrazo.

Sé que esto es obra del Espiritu Santo, ya que si Dios no hubiera llegado a mi vida, esta escena no hubiera sucedido. Y estoy agradecida con Él por eso.

— Solo actúe de manera cobarde por no querer perdonarlo -susurra y mira hacia abajo con pesar.

¿Perdonarlo? ¿A quién?

Le dirigí una mirada confusa,

— ¿De qué hablas?

— De tu abuelo...-un suspiro se escapa por sus labios.

— ¿Qué pasó con mi abuelo? -interrogué curiosa aún sabiendo que tal vez él no quisiera hablar de eso.

Papá carraspea y espera unos segundos para hablar, como si se estuviera preparando para decir algo que se había guardado desde hace tiempo.

— Verás hija, —toma mis manos y me mira —sabes que la relación mía con tu abuelo no fue la más perfecta... él siempre fue un tipo arrogante, frio. Como ya sabes él amaba la música, tenía un talento para cantar y una impresionante habilidad para tocar el piano, él pensaba que "él sólo había adquirido ese talento y que no debía darle las gracias a nadie más que a él mismo", tu abuelo jamás creyó en la existencia de Dios, en especial, le resultaba tan tonto que alguien pensara que los talentos y habilidades eran dadas por Dios, pensar eso para él era como quitarse el mérito que se merecía, así mismo yo me crié con sus mismos pensamientos, pero en la adolescencia comencé a cuestionarme si lo que mi padre me decía era la verdad o realmente había algo más. Luego de unos años yo me convertí a Cristo y te imaginarás como le cayó aquello a mi padre...-

Llamados Y Escogidos © [TRILOGÍA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora