Lunes, 7:30pm.
Lille, Francia.Ayer mis padres volvieron tarde como siempre acostumbran, no quise esperarlos así que me preparé mi propia cena y para cuando ellos llegaron yo ya me había ido a dormir.
Hoy en la cafetería, Logan ha venido conmigo y Danielle. Me ha encantado pasar tiempo con Logan; y a Danielle tampoco le desagrada que él este con nosotras, ya saben el porqué.
Como el profesor de química nos dejo deberes para entregar mañana, me puse en mi habitación a hacerlos.
Pero mi concentración es interrumpida a causa del vibrante sonido de mi móvil. Lo tome entre mis manos y observe el nombre en la pantalla.
Jacob💞
Era extraño que él me llame, solo lo hacía en ocasiones cuando quería que nos reunamos al parque a conversar.
Lo atendí suponiendo que me marcó por eso.
— ¿Aló?
— ¡Lauren! ¿Cómo estás? - habla de manera alegre.
— Hola Jacob, yo muy bien, ¿y tú?
— Bien, oye tengo algo que contarte - y fue directo al punto.
— ¿Quieres que vayamos al parque?
— Sí, por favor - asiente.
— Esta bien entonces te veo allí en veinte minutos - le respondí.
— Okay — y finalizó la llamada.
Deje mi celular sobre mi cama y guarde todas mis cosas. Cuando termine tomé un suéter y me lo coloqué.
— Mamá, papá, ire al parque a hablar con Jacob — avisé una vez que baje a la sala.
Mis padres hoy volvieron más temprano que de costumbre, algo que no me molestaba en lo absoluto. Siento que desde que me convertí a Cristo el lazo familiar entre nosotros se ha reforzado, y no lo sé, es hermoso ver como Dios nos restauró.
— Ve, pero no vuelvas tarde — dijo papá desde el sofá, donde se encontraban ambos viendo la televisión.
— Y no te vuelvas sola, dile a Jacob que te acompañe —ordenó mamá y yo asentí.
__________
Llegué al parque y me dirigí a la banca donde siempre vamos a conversar. Él aún no llegaba por lo que me quede esperando hasta que llegará.
— Hola babilónica —la bromeante voz de Jacob hace que me voltee.
Reí levemente por su apodo.
— Jacob, llegaste -sonreí mientras que él se sentaba a mi izquierda en el banco donde me encontraba.
— Ayer no fuiste, ¿por qué? — frunce el ceño.
— Ha sido fantástico el día de hoy para mi, gracias por preguntar —dije de manera sarcástica y ambos reímos — no fuí porque cuando yo volví a casa mis padres ya se habían ido.
— Esa no es excusa Lauren, tú bien sabes el recorrido hasta la congregación —me miró alzando ambas cejas.
— Pero es que estaba cansada —admití y él roda los ojos de manera sarcástica —cómo sea, ¿qué querías contarme?
— Bueno eso iba a decirte, tú sabes que yo ya estoy en mi último año de secundaria, mis compañeros siempre hicieron fiestas pero yo jamás me permití ir, al menos desde que comencé a congregarme — explica y yo asentí con mi cabeza — pues bueno, el sábado pasado hubo una y como ya te dije es mi último año, así que me dije a mi mismo: "voy a ir por esta vez". Pero no quería ir por ir, ¿entiendes? — negué y el pasó su mano por su cabello para luego seguir hablando — me refiero a que, no quería ir y comportarme como uno más de todos, quería marcar la diferencia en aquel lugar, sentía que tenía que ir para eso. ¡Así que así hice! el sábado por la noche, me preparé y fui hasta donde era la fiesta. Mi espíritu se sentía incómodo por eso fui a un lugar donde no hubiese tanta gente — comentó — Un chico vino me ofreció alcohol y lo rechacé, él me miro extrañado pero decidió quedarse conmigo por alguna razón, comenzamos a charlar y me dijo que él frecuentaba estos lugares últimamente aunque no sabía muy bien porqué, ¡la charla dió un giro y de pronto estábamos hablando de Dios! Resulta que él era creyente pero no se sentía capaz de dejar ciertas cosas que sabia que lo alejaban de Dios, así que desistió del camino de la fé, luego de que él se abriera a mí, sentí al Espíritu Santo ferviente en mí en ese momento, y comencé a hablarle, pero eran Sus palabras las que salían a través de mi boca, lo pude discernir. Y bueno, Papá tocó su corazón y él rompió en llanto admitiendo cuan lleno necesitaba ser de Él para poder seguir, así que le hice hacer la oración de fé y luego de eso, decidimos irnos de ahí — concluyó.
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Llamados Y Escogidos © [TRILOGÍA]
Teen FictionRomanos 8:31 Lauren Brook, una adolescente de diecisiete años, nacida en un entorno cristiano como hija de pastores de jóvenes de una iglesia, nunca mostró un interés en forjar una relación con Dios. Sin embargo, todo cambió cuando el mismísimo Rey...