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Viernes,

Instituto de estudio Secundario Bhellingston de Lille, Francia.

"Día de la exposición"

Ya es hoy. Luego de tanto, ya era el día. Me sentía feliz, aunque tambien algo nerviosa. Hoy profezaría ante todo el curso, mi fe. Y eso era algo importante para mi. En mis tres años de instituto, jamás imaginé que haría este dibujo y que expondría algo sobre Dios, pero esa es una de las cualidades de Dios, siempre nos sorprende con sus planes.

Miraba a todos mis compañeros de clases, esbozando una sonrisa genuina.

Ojalá mi exposición toque el corazón de alguno de ellos.

— ¿Por qué tan feliz, Brook? -se acercó a mi alzando una ceja, captando toda mi atención.

La miré y reí levemente.

— Al fin es la exposición - esbocé alegre.

— Ni lo digas, estoy tan nerviosa -rió irónicamente y volvió a su lugar.

La seguí con la mirada, ella se percata y me hace una mueca, a lo que yo rio.

La profesora Dumont entró al salón y comenzó a hablar.

— Buen día alumnos, como saben hoy es la exposición, así que yo los llamaré aleatoriamente y ustedes pasaran y darán su devoción de la obra que hicieron - todos asentimos en cuanto finalizó y ella se sienta en su escritorio.

La profesora Dumont fue llamando a distintos compañeros. Yo solo me dedicaba a mirar y escuchar las devociones que daban. Había dibujos extremadamente buenos, y otros no tantos, pero cada cuál representaba el corazón de cada uno de ellos. Esta exposición me servía para conocerlos más. Mientras miraba, cada tanto pensaba en que genial sería si uno de ellos expone algo sobre Dios, así como yo.

— Danielle Faure -la llamó.

Ella sonrió y tomó su hoja, caminó hasta llegar al frente de todos, donde se encontraba un atril de madera, donde todos colocaban su obra. Ella hizo dicha acción y espero la señal de la profesora, para quitar la tela que cubría su dibujo y dejar a la vista de todos la obra que había hecho.

Di un vistazo a mis compañeros de clase, quienes contemplaban asombrados aquel dibujo y miraban con total curiosidad a Danielle, para que explicará el por qué de este.

— Una iglesia en llamas... - movió su cabeza de arriba a abajo, lentamente, cómo aprobandolo - bien, adelante.

Danielle sonrió y comenzó a hablar.

— La razón de este dibujo, es que considero la religión como algo obsoleto, carente de sentido, que resulta mucho más perjudicial que beneficioso para la sociedad. Me considero atea, lo cual supone que no solo rechazo cualquier religión, sino también cualquiera de las propuestas que estas plantean acerca de la existencia de una entidad creadora omnipotente denominada "dios" - hizo las comillas con sus dedos - y cuya verdad es irrefutable. He adoptado esta creencia de no creer porque me parece que es una de las mejores herramientas de manipulación y la mentira, jamás creadas. Todo esto escondido detras de una mascara de falsa bondad y falso amor. Es que si, ese dios que ellos profesan existiera, y realmente fuera amor, ¿cómo podrían explicarnos tantas guerras, asesinatos, situaciones de maltratro, abuso y pobreza, desastre naturales que acaban con la vida de miles de inocentes, y entre muchas de otras desgracias que existen en este mundo? Ellos no podrían, se esconderian detras del típico: "Dios sabe porque permite las cosas" tan escazo de humanidad. Es que sí existiera un dios que tiene el control de todas las cosas, ¿por qué entonces, permiten que se lleven a fin todas estas maldades?, es por eso que en el caso de que existiese, no sería un dios de amor, sería un dios de odio que solo quiere lo peor para nosotros. Es por eso que hice esta cruz con el cartel, con la cuál me atrevo a decir a todos los cristianos que jesus está muerto, y que repudió su religión más que a otra - espetó con odio - ¿y el por qué de la iglesia en llamas? Bueno, eso creo que se explica por si solo - y finalizó su exposición.

Llamados Y Escogidos © [TRILOGÍA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora