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Miercoles.
Lille, Francia:

— Por favor Lauren, será una sola vez — suplica haciendo un puchero.

— No Danielle, bien sabes tú que si nos descubren tendremos problemas - le dije mientras buscaba los libros necesarios para la siguiente clase.

— Pero tú sabes que odio a aquella profesora

— ¿A cuál no odias tú? - murmuré y reí por lo bajo.

— Por favooor


Cuando encontre el libro lo guardé en mi mochila. Miré a Danielle para remarcarle que no nos saltearemos esta clase, pero antes de que yo abra mi boca, lo vi a él.

Estaba pasando por aquel pasillo junto a sus amigos. Danielle tambien volteó y cuando ellos ya estaban cerca, Logan posó sus  ojos azules en mí y me sonrió, inconscientemente le devolví la acción y él paso de largo.

— ¡Te sonrió Lauren! Logan Nilsson te acaba de sonreir - me miró sorprendida -¿Crees que le gustes?

— No lo sé, no creo - cerré mi casillero.

— Bueno, ¿nos vamos?

— S... Oh, gran intento -la miré con mis ojos entrecerrados - ya te dije que no nos escaparemos, no es lo correcto.

Danielle bufa y pone sus ojos en blanco.

— esta bien entremos a esa absurda clase - dijo de mala gana caminando hacia el salón.

Una vez que llegamos, nos sentamos en los bancos del fondo, por insistencia de Danielle. Puse mis cosas en mi banco y Danielle comenzó a hablar con sus amigos. Como lo había dicho antes, Danielle se lleva muy bien con varias personas de aquí, en cambio yo no siento encajar con ellos. Y después de aquel día a veces siento que no encajo con Danielle.

Cambiando de tema, mañana me vería con los chicos, anoche hablé por telefono con Jacob, y ambos quedamos en que mañana él y los demás vendrían a mi casa para juntarnos a compartir La Palabra. Realmente me siento cómoda con ellos, Dios no podría haberme traído a mejores personas en mi vida.

La profesora de Ciudadanía llegó y todos se quedaron en silencio. Cuando sacó las cosas de su maletín, comenzó a escribir en el pizarrón actividades.

Entre los minutos pasaban y la profesora solamente explicaba los ejercicios y anotaba cada vez más, Danielle no tardó en aparecer en escena, y cuando la profesora se volteó a escribir, ella tomó su tijera y se la lanzó a la profesora. La mire con mi ceño frundido en desaprobación. La maestra voltea hecha una furia y nos mira silenciosamente.

Y como era obvio, aquel silencio fue reemplazado por los gritos de la profesora.

— ¿¡Quién fue!? - interrogó señalando la tijera que sostenía en su mano.

Todos se callaron. Mire a Danielle, sabía que ella no asumiría la culpa, ya que si lo hacía sus padres la castigarían por un mes, ya que últimamente se habia metido en algunos problemas.

— hasta que el responsable de esto no lo diga, entonces los reprobaré a todos.

Danielle solo me miró negando con la cabeza.

Llamados Y Escogidos © [TRILOGÍA]Where stories live. Discover now