30

1.1K 180 22
                                    

Viernes,
Secundaria Bhellingston,
Lille, Francia.

-Oye, cuentame más de ti- pedí a Noah.

-Amm, pregunta y yo te digo- ríe.

-Bien...- pensé -amm... Tu vida, ¿Eres de aquí?... ¿Tienes hermanos?...

-No, nací en Orleans de hecho -suelta una casi inaudible carcajada -es un historia cómica de hecho. Mis padres, siempre vivieron aquí en Lille, cuando mi madre estaba embarazada de mi, decidieron hacer un viaje familiar a Orleans, no había preocupaciones porque la fecha de mi parto supuestamente iba a ser una semana después del viaje, pero yo me adelante a los cálculos del ginecólogo y en medio de un paseo por valle Siagne, ella rompió bolsa y tuvieron que buscar como locos un carro que los lleve al hospital más cercano-ambos reímos- pero me he criado aquí, al igual que mi dos hermanos mayores- finalizó.

-Eres el hijo menor entonces- afirmé.

-No- negó él -tengo un hermano menor, tiene 7 años, pero casi no lo veo.

-¿Y eso por qué?

-Es que creo que mis padres están separados, no lo sé es algo confuso. A veces están bien y estamos todos en casa pero la mayoría de la veces siempre terminan discutiendo y mi padre se va de la casa con mi hermano menor, y luego vuelven a los dos meses; siempre es la misma historia.

-Wow, no tenía idea. Ha de ser duro para ti y tus hermanos- expresé.

-Demasiado, y más cuando eres un niño y te crías viendo cómo dos personas que supuestamente se aman, pelean todo el tiempo. Y simplemente creces acostumbrado a eso, y tienes dos opciones o sigues ese modelo, o lo odias. En mi caso lo odio, si no se aman realmente porque en un principio se casaron, si sabían que solo se iban a hacer daño y daño a nosotros.

-Concuerdo contigo, aunque también deberías entender a tus padres- inquirí -¿nunca intentaste hablar con tu madre de esto?

-No, nunca de hecho- responde él.

El timbre resuena en toda la cafetería haciéndonos saber que el receso había acabo. Nos levantamos de la mesa.

-Gracias Lauren, y espero que me hayas podido conocer un poco más- expresó

-Y yo espero que puedas conversar con tus padres sobre eso, créeme que escucharlos te hará darte cuenta de muchas cosas.

Dicho esto cada cual se encaminó al salón correspondiente donde tendríamos la clase que nos tocaba.

Sin duda que oraría por él esta noche, sé que hay mucho de su vida que desconozco todavía, pero Dios irá trabajando en el poco a poco y lo sé.

21:49pm,
Lille, Francia.

Caminaba hacia mi casa luego de haber ido a la casa de Jacob y Eli en cuanto salí de la escuela, ya les había avisado a mi padres y me esperaban para la cena.

El cielo estaba despejado y podía observar las estrellas, la noche se sentía realmente tranquila y yo también. Hoy el día no había sido tan pesado, más bien había transcurrido normal.

O eso pensaba.

Tuve la extraña persepcion de que alguien estaba caminando detrás mío, aquella sensación me puso algo tensa y temerosa, por lo cuál volteé rápidamente para asegurarme de que no hubiera nadie detrás y al estar detenida me cuenta que solo fue idea mía, debido a que no había nadie allí además de mi. Y en una milésima de segundos mi boca fue tapada bruscamente por una mano, ¿Pero que...? Comencé a desesperarme y trate de quitar su mano de mi boca con mis manos, pero su agarre era tan fuerte que me dolía. Colocó su otra mano rodeando la zona debajo de mis codos, impidiendome así que pueda hacer algo para detenerlo. Yo seguía resistiendome e intentando gritar aunque fuera totalmente en vano. Sentí como me arrastraba lejos del lugar y me encontré totalmente paralizada.

Me cargó en una trafic blanca. La persona portaba un pasamontañas negro que no me permitía ver su rostro. Ató mis manos y pies demasiado apretado, subió, cerró las puertas y el vehículo comenzó a moverse, ¿Acaso nadie vió todo esto?

-¿Quiénes son? ¿Por qué hacen esto? Sueltenme, quiero ir a casa- hablé con la voz quebrada.

Estaba al punto del llanto.

Escuché una carcajadas que provenían del conductor y el copiloto.

-a ver si tu "Dios" puede salvarte de lo que te espera...- burló la persona que literalmente me había secuestrado.

Y yo conocía perfectamente esa voz...









Llamados Y Escogidos © [TRILOGÍA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora