Llamados Y Escogidos © [TRILOGÍA]

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POV's omniscient

-a ver si tu "Dios" puede salvarte de lo que te espera...

Ella conocía perfectamente esa voz, era la misma que le había jurado que ella pagaría por lo que le había hecho.

-¿Lo-Logan?- tartamudeo desconcertada.

-El mismo- alegó quitándose el pasamontañas y le envío una sonrisa perversa.

-¿D-dónde me lle-evan?

Y no recibió respuesta alguna.

Los pensamientos de la joven pasaban como una tormenta en su mente.

¿A dónde la llevaban? ¿Que harían con ella? ¿La violaría para poder obtener lo que le había negado aquella noche? ¿La golpearían? ¿Que querían con ella? ¿Por qué le hacían esto?  ¿Sería este su último día? ¿Su historia terminaría ahí?

No tenía ninguna de esas respuestas, pero no quería morir allí. Tenía mucho más que vivir, no podía terminar todo aquella noche, lo sentía en su espíritu o solo era lo que su alma anhelaba.

Vivir.

El vehículo freno de golpe, provocando que su cabeza se golpeara con el suelo al no tener sus brazos disponibles para frenar la caída. Escuchó como los conductores bajaban del auto y consecuentemente la claridad de las luces de afuera se hicieron presentes a su entorno.

-¡Levántate!- ordenó el jóven de ojos azules a la chica.

Cómo pudo logró sentarse y miro a los dos chicos que estaban afuera.

Uno de ellos sin duda era Marco, lo insinuaba por su postura corporal.

Sintió los brazos de Logan tomarla de torso y cargarla sobre su hombro. Vió como la bajo de la camioneta, inspeccionó el lugar y vió muchos pinos hacia ambos costados de la carretera. "Deben ser bosques" pensaba. Escuchó el estruendoso sonidos de la puertas del trafic al cerrarse y discutir a los jóvenes sobre algo que ella no podía entender, cuando comenzaron una caminata bosque adentro.

La dejaron en el suelo de una manera algo bruzca y se dedicaron a melodear alrededor de ella. Pero realmente no querían hacerle daño, Logan solo quería... A este punto ni él sabía que era lo que quería, tal vez vengarse porque lo rechazó, o por la fe de la muchacha. La mente del pelinegro era un desastre, tenía tanto odio en su interior que todos sus vicios no lo abastecían lo suficiente para poder canizarlo todo. Y creyó que todo se había resuelto, que al fin tenía un poco de paz y todo marchaba bien, hasta que Lauren llegó a su vida. Se suponía que ella solo iba a ser una diversión, pero no quiso serlo, era demasiada astuta, lo había avergonzado, ¿Qué chica sería capaz de rechazarlo? Sabía que ella creía en Dios, pero no sabía que realmente vivía para Él. Aquello se le hacía tan extraño, que hasta le repudiaba. Pero, si tanto le repudiaba como vivía Lauren, ¿Por qué no dejarla en paz? Ni él sabía realmente, se consideraba un hombre de palabra y si juro algo lo iba a cumplir, aunque luego se arrepintiera. Juro hacerle la vida imposible a Lauren, y eso iba a hacer. Lo había decidido y era demasiado orgulloso como para retroceder.

Se acercó de manera descarada a la joven y la tomó fuertemente del pelo -Tu noviecito el salvador no vendrá a rescatarte hoy- las risas burlonas risas de sus amigos se oían de fondo.

El semblante de la chica permanecía serio, estaba asustada pero confiaba en Su creador. No dejaría que la lastimaran. -Noah no es mi novio- espetó sin gracia.- y no necesito que ninguna persona me salve.

-¿acaso un ángel vendrá a salvarte?-sonrió divertido.

-Es una posibilidad- y el jóven frunció su ceño.

-Aquel cuento de hadas te consumió el cerebro, ésta es la realidad, Lauren. No existen tales cosas, tu Dios inventado no te va a salvar- no podía creer como alguien creía en algo que nunca vió, solía pensar debían tener algún problema mental. ¿Sentir una presencia sobrenatural? ¿Oír una voz?. Locos.

-Sí lo hará- Lauren estaba obligando a la duda a marcharse de ella. Pero la duda le susurraba en su oído: "¿Que tal si no lo hace?, Logan tendría razón, es solo producto de tu imaginación."

Pero una fuerza mayor le gritaba que confiara.

Los ojos del joven se posaron sobre los de ella.

Él la odiaba. Ella, no podía odiarlo.

-Si que está loca, ¿Que haremos con ella?- pregunto uno de los cómplices.

-Yo digo que la dejemos aquí y nos vayamos, su familia la encontrará algún día- surigió Marco.

Los dos empezaron a debatir sobre qué debían hacer con ella, mientras que Logan no despegaba la mirada de Lauren. -desatenla- exigió a sus compañeros.

Lo miraron algo confundido, más obedecieron sus palabras sin queja alguna. Logan era un buen amigo, pero no querrían meterse con él o cuestionarlo demasiado. Es ese tipo de chico al cual es mejor tenerlo de tu lado que en tu contra. Pero Logan tenía un plan, un plan demasiado siniestro.

¡Corre, Lauren!

Y sin dudar, obedeció la voz de El Espíritu, y corrió, corrió como si su vida dependiera de aquello.

-¡Corran tras ella, ineptos!- gritó enojado luego de soltar algunas maldiciones y los tres  comenzaron a perseguirla.

No podría salirse con la suya otra vez.

Una vez que llegó a la carretera, dió un vistazo a su alrededor. No sabía cómo llegar a casa. Oyó los pasos de los tres muchachos detrás de ella y comenzó a correr en la orilla de la carretera, no sabía a donde se dirigía, solo quería mantenerse a salvó de ellos, y ellos solo querían hacerla sufrir.

____

El reloj marcaba las una de la madrugada. El señor y la señora Brook, llevaban orando hace más de dos horas y media por su hija. Se suponía que vendría temprano, al principio no se preocuparon, pues creían que debía estar con Eli y Jacob, y que por eso no contestaba el teléfono. Llamaron a Eli para preguntarle cuando iba a volver su hija y ella les dijo: "-Pero si Lauren salió de casa hace una hora-". Allí la preocupación los invadió, salieron por las calles a buscarla y no la encontraron por ningún lado. Volvieron a casa, totalmente angustiados y comenzaron a orar por su vida. Era lo único que podían hacer y sabían que era lo único que funcionaba.

El sonido de una llave siendo introducida al cerrojo con dificultad y consiguientemente la puerta abrirse, los tomó por completa sorpresa.

Allí estaba su hija.

Corrieron a abrazarla y a expresarle cuán preocupados estaban. La respiración de la chica era acelerada, y su corazón latía ocho veces en una. Había corrido demasiado, ni si quiera entendía cómo había llegado a casa. Laurent cerró la puerta. La ropa de su hija estaba sucia con tierra, tenía una cuerda que ataba sus manos, su cabello estaba completamente desordenado, sus ojos seguían cristalizados y sus mejillas empapadas.

-Pequeña, ¿Que te han hecho? ¿Quién?- atacó con preguntas.

Cuando Lauren se dió cuenta de que ya se encontraba a salvó, accedió a contarle todo a sus padres.

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Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio.
Salmos 16:1 | [NVI]

El Señor está conmigo, y no tengo miedo;
¿qué me puede hacer un simple mortal?
Salmos 118:6| [NVI]

Tú eres mi escondite y mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza.
Salmos 119:114| [NVI]

Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.
1 Juan 5:14| [NVI]

Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé.
Jeremías 29:12| [NVI]

Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.
1 Juan 5:15| [NVI]