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Encontrándose en un campo, con los delicados pastos verdes entre sus descalzos pies que jugueteaban moviéndose de lado a lado al ritmo de la brisa.

Paz.

Su paz

Era la que sentía en el aire. Alzo su vista hacía una montaña situada a una considerable distancia en frente suyo; en lo alto de la montaña vio situada una gran roca, y sobre ella vió aquella cruz, la cruz en donde el Hijo del hombre murió; para hacernos libres de toda condena. Escuchó el audible ruido de cadenas romperse y del velo siendo rasgado en dos.

- Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. -una voz desconocida enunciaba aquellas palabras por lo qué parecía ser un megáfono. De la roca comenzo a florecer el tallo de una rosa, que comenzó a enredarse con el palo de la cruz hasta llegar al extremo de esta, entonces aquel capullo rojo se abrió dejando lucir la hermosura de sus rojizos petalos...

Pov's Lauren:

El ruido del despertador hizo que me despertará totalmente sobresaltada.

9:00am.

Me incorporé para quedar sentada en la cama. ¿Qué había sido aquél sueño? Suspiré y me levante.

Hice mi rutina de todos los sábados, me vestí con unas vans blancas, un jean negro y sobre mi camiseta blanca me coloqué un sueter de lana de dicho color. Salí al balcón y me apoyé en el marco del ventanal.

— Gracias por este día, Señor — musité mientras miraba las secas hojas caer del árbol.

Aquel sueño abundaba en mis pensamientos, dandome un fuerte sentir en mi Espíritu. Sí tenía algún significado de Su parte, lo sabría y tenía la certeza de que hoy sería cuando sepa.

Sonreí inconcientemente mientras fijaba mi mirada en el nublado cielo. Era hermoso saber que Él jamás se olvidaba de mi.

Baje por las escaleras, para encontrarme con la sala de estar vacía.

Abrí el refrigerador una vez que me encontraba en la cocina. Tomé la leche, y saque los cereales y un tazon de la alacena; para luego vertir los dos dichos en el tazón. Me senté en el sofa y encendí la televisión.

Cuando terminé mi desayuno deje las cosas en el fregadero. Miré el reloj en la pared. 9:35am. Tenía algunas horas hasta que mis padres llegaran del trabajo. Así que decidí ir al ático a buscar un atril para hacer mi dibujo --aunque aún no sabía en concreto que hacer--.

Una vez allí, caminé buscando entre las cajas y cosas que había allí. -- Estaba segura de que teníamos uno aquí -- Pero lo que me encontré allí no fue un atril, sino un piano. Sí, un piano. Me acerqué. No recordaba que lo hayamos tenido alguna vez. Me senté en el banquillo y sin pensarlo dos veces levante la tapa del antiguo piano y posé mis manos sobre las teclas.

Nunca lo mencioné pero tengo una gran pasión por la música, de pequeña recuerdo haber ido a funciones de música con mis padres, amaba escuchar las piezas de música clásica que esas personas tocaban con diversos instrumentos. Mi padre solía decirme a veces que era como mi abuelo, ya que el era todo un apasionado por la música, por cuál considero que he heredado eso de él.

Lamentablemente, no tengo ningún recuerdo de él, ya que él falleció cuando yo tenía tan solo cuatro años de vida. Papá nunca me contó mucho sobre él, además de que él era un amante de la musica, sólo sé que él y papá pensaban muy distinto, lo cuál hacía que se confrontaran muchas veces. Al menos eso es lo que mamá me dijo una vez.

Llamados Y Escogidos © [TRILOGÍA]Where stories live. Discover now