Capítulo IX

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Era viernes por la mañana, Brian ya decidió ignorar esos sentimientos por Roger, tal vez como estaba confundido o algo por el estilo, así nadie saldría lástimado... Cree.

Iba caminando hacía la escuela, pero vió era cabellera rubia a unos pasos frente a él, se acercó por atrás y le dio una palmada en la espalda, Rog giró confundido, pero luego bajó las cejas y frunció la boca al ver a Brian.

- Puto. - Dijo con el cigarrillo en la boca.
- También te amo, rubia. - Exclamó de con emoción sarcástica.

Se sonrieron y entraron juntos, ahí el rubio le pidió que lo acompañe a su casillero. Mientras Roger sacaba cosas de su compartimiento le pidió a Brian que sostuviera el cigarrillo.

- ¡Fumar está rotundamente prohibido, señor May! - Ambos se volvieron al oír esa voz tan aguda, era la profesora de Física, la típica gorda amargada y solterona.
Claramente Brian se alarmó y trató de explicarse.

- ¡No! ¡No es mío! Ah... - Ya no sabía que decir, no iba a inculpar a su amigo.
- Es mío, señorita. - Roger intervino.
- ¿Crees que me voy a tragar eso? ¡Detención, mañana, ocho de la mañana! - Sentenció con superioridad.
Roger miró a Brian, no lo iba a dejar solo en esto.

- Escucheme, culo gordo, si le digo que es mío. ¡Es porque es mío! - Roger le gritó con desprecio. Algunos alumnos rieron al oír eso, la profesora se sonrojo con ira.
- Despidase de sus planes para mañana porque acompañará al señor May. - Aludió mientras se iba contorneando las anchas caderas.

- No inventes, Roggie te amo, estás jodidamente loco. - Decía Brian mientras miraban a la profesora desaparecer.
- Al menos estaremos juntos... -

...

Al día siguiente, el sábado por la mañana Brian llegó con puntualidad como siempre, estaba en el aula con el profesor que tenía cara de sufrir. A momentos el profesor lo veía con cara preocupada y Brian sólo le sonreía de forma rara. A las ocho y quince llegó Roger, claramente fastidiado por estar un sábado en la escuela y madrugar además, se sentó al lado de Brian.

- Hasta hoy llegas tarde. -
- Lo sé, es que casi no pude dormir. -

El profesor se levantó y entregó dos hojas blancas a cada uno.

- Deben escribir un ensayo de dos mil palabras del porqué están aquí. - Señaló arrastrando las palabras. - Estaré en mi oficina por cualquier cosa. - Dijo y desapareció.

- Wow... Dos frases y consideré el suicidio. - Respondió Roger en modo de broma. Brian rió.
- Estamos aquí por tu culpa. Tenía planes. - Se quejaba Brian.
- ¿De qué? ¿Cuidar a tu conejo raro? - Sonrió Roger.
- Sí, sabes. En realidad sí. -
- Considerare seriamente dejar de fumar. - Roger negaba con la cabeza.
- Rog Taylor sin fumar no es Rog Taylor. -
- Brian May sin darme su desprecio no es Brian May. - El rubio sonrió más y abrazo a su querido amigo.

Las primeras tres horas pasaron, Brian si escribía su ensayo, pero Roger se sentó en el alféizar de la ventana que estaba empañada por el frío de afuera, subió una de sus piernas y las abrió más. Miró a Brian, sólo veía sus rizos moverse al son del lápiz. <Qué lindo. > Pensaba, hace días su perspectiva de Brian cambió y sin muchos rodeos concluyó que puede ser que le guste, Roger no era la excepción, también se consumía en miedo.

Se paró y estiró su espalda, fue al asiento cerca de Brian y puso su cara contra la fría mesa. El mayor lo notó y dejó de escribir.

- ¿Qué pasa? - Cuestionó Brian dejando el lápiz y la hoja.
- ¡Esto es una tortura! - Exclamó levantando sus manos. - Pero estoy feliz de que estés aquí... - Dijo muy despacio.
- Yo igual. - El rizado acaricio el cabello de Roger.
- ¿Qué tanta mierda escribiste? - Dijo el rubio poniéndose de pie y sentándose en los regazos de Brian, este jadeo sorprendido.

- A ver... No, es sábado, tu puta madre va a leer. - Aludió como si le hablara a un tercero. Giró la cabeza y estuvo frente a frente con la de Brian.
- ¿Quieres un beso de amigos? -

Por dentro Brian sabía que no debía, pero ¡carajo! Roger no le ayuda. Sólo asintió levemente. Roger le tomó el cuello y juntaron los labios, se removió un poco más sobre Brian para sentirlo más, juntaron las lenguas y el rizado colocó la mano derecha en la cadera del rubio. La puerta se abrió y era el mismo profesor con cara de sufrimiento, este se sonrojo y salió rápidamente del aula. La pareja se miró y explotaron en risa, Roger se levantó y se fue a reír apoyándose contra otra mesa.
Cuando se calmaron Brian dijo:

- Me siento mal por él... -
- Yo igual, espero no ser así en mi adultez. - Sonrió viendo la puerta mientras Brian lo miraba.
- Me gusta besarte. - Soltó Roger. Luego abrió sus ojos y se sonrojo.
- A mí igual, sabes. - Respondió Brian sonriendo. <Basta Roger, deja de ser tan lindo. > Pensaba.

Pasó otra hora, Roger hablaba animosamente  con Brian de cualquier cosa que les pasará por la cabeza hasta que recordó algo.

- Aquí tienen que estar mis baquetas. - Sugirió poniéndose de pie y yendo al armario grande del aula. Pasó su mano arriba de este y consiguió lo que quería, una prensa para el cabello. Trato de abrir el cajón de abajo.

- ¡Oye! ¡No! ¿Qué haces? - Brian por fin se puso de pie y se puso atrás de él.
- Dah, es obvio. - El cajón se abrió, adentro había la mayor variedad de objetos.
- ¡Aquí están! - Festejó al tenerlas en sus manos.

Brian estaban con los brazos entrelazados mirando con desaprobación. Miró más y encontró un sostén, observó disgustado y se sentó al lado de Roger. Este movía las baquetas con coordinación.

- Quiero ser baterista de una banda profesional. - Dijo entusiasmo.
- Qué sueño tan idiota. - Sonrió Brian.
- ¡Al menos no quiero vivir rodeado de animales! - Se burló Roger.

Pasaban ya las últimas horas, el mismo profesor que los recibió fue quien les dio la salida sin siquiera querer verlos a la cara.

- ¿Quieres qué nos veamos en la noche? - Le susurró Roger a Brian en su oído. - Es que me gustó mucho besarte. - Terminó

Brian estaba que ardía, también quería, no lo iba a negar. Se acercó al oído de Rog. - Sí. - Dijo y le metió la lengua en el oído.

- Agh, que asco, no me babees. - Se quejaba limpiando su oído.

Se fueron a sus casas deseando, no, anhelando verse aquella noche.

He Drives Me Crazy ; Maylor/Deacuryजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें