CAPÍTULO XXXVIII

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Podían estar separados, no hablarse pero esos cuatro muchachos se defendería de cualquier cosa. Los únicos que andaban juntos como siempre eran Roger y Brian.

Terminaba el mes de junio, por lo que su penúltimo año también. La tensión se ablando, quedando en pura indiferencia. Laura quien llevaba el hijo de John salió de la preparatoria y Deacy la visitaba constantemente y ya con eso la fue conociendo mejor, en realidad le agradaba.

Freddie por otro lado, entró en una fase horrible de su vida, desanimado, sin ganas de otra cosa que no fuera dormir. De hecho, se cortó su cabello para evitar más responsabilidades.

...

Fred se puso de pie, fue directo al teléfono que estaba en la mesa de noche. Llamó, el corazón le latía rápidamente, tragó grueso... No contestaron.

El otro lado del teléfono estaba Deacy, quien apenas salía del baño y no alcanzaba a contestar.

- ¿Quién habrá sido? - John secaba su cabello. Miró la hora, 18:40 y se dio prisa. A las 19:00 tenía que ir a comprar unas camisas de bebé, para empezar a llenar el armario del niño o niña.

En 20 minutos se las arreglo para alistarse y salir a la tienda, que quedaba en el mismo pueblo. No era un lugar grande, pero ahí mismo vendían electrodomésticos y cualquier alimento.

Pasó entre los pasillos hasta encontrarse con la rubia, de cabello corto, flequillo y delgada. Estuvieron como una hora escogiendo un perfecto conjunto.

- ¡Mira! Este tiene un osito... - Murmuró con las mejillas sonrojadas Laura.
- ¿Qué sucede? - Preguntó John al notarlo.
- ¿Has oído algo de mis amigas? - Su voz se apagó, en serio extraña la preparatoria, sus amigos, pero sus padres la obligaron. Deacy colocó la prenda en el gancho.

- Casi lo olvidó... Ayer hablé con ellas, en serio te extrañan, estaban como locas sabiendo que ya tienes un mes. Hasta me felicitaron. - El muchacho sonrió, ya comenzaba a tenerle aprecio a la chica.
Ella simplemente sonrió con mucha felicidad, pensando en ellas. Deacy no pudo evitarlo y la imitó.

En otro lugar Freddie, desconsolado, no tenía el valor de llamarlo y cuando lo hizo no contestó.

- Odio esta mierda. - Pasó sus dedos entre su cabello.
- Debo salir... - Se limpió las lágrimas, buscó su delineador favorito, lo aplicó, agarró su bolso y abrigo, salió por la puerta.

- ¿A dónde vas? - Su hermana lo miró con un plato de arroz con curry en las manos.
- Afuera. - Replicó.
- ¿A qué hora regresas? - Su madre lo miró acomodando las cucharas.
- Esa es una buena pregunta. - Ya estaba fuera, llamó un taxi para ir a un bar un poco lejos.

Subió, dio la dirección y tardaron en llegar unos 20 minutos.

Al salir se oía la música KISS a todo volumen. Su apariencia le hacía lucir unos años mayor y honestamente es 1973, no importa sino tienes la edad suficiente para beber.

Pidió una cerveza y escuchó la música de fondo, el ambiente era bastante divertido en realidad.

- ¡Vamos a comenzar con el karaoke! - Gritó con el micrófono un hombre de tez oscura. - ¿Quién será el primero? -

- A la mierda. - Tomó el último trago y alzó la voz: - ¡Por aquí! - Todos lo voltearon a ver, él solo subió al escenario.

He Drives Me Crazy ; Maylor/DeacuryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora